Me ha decepcionado Florentino Pérez en la gestión de una nueva crisis en el Real Madrid. Creo que es difícil hacer peor las cosas y no acierto a entender por qué. No es la primera vez ni mucho menos que, en la época del actual presidente, el club debe cambiar de entrenador. Es decir, que por falta de experiencia no es, lo que hace aún más incomprensible la sucesión de despropósitos. El último, no estar presente en la rueda de prensa posterior a la destitución del técnico y dejar todo en manos de un comunicador impotente como Emilio Butragueño, tan hábil con la pelota en su etapa de futbolista, como torpe con la palabra, que lo ha sido siempre.
Quizá el presidente merengue creía que no sería necesario despedir a Luxemburgo, que caería de puro maduro, por la presión y las descargas que genera ese banquillo, como le ocurrió a Camacho. Es posible que pensara que situando la espada de Damocles encima de la cabeza de Luxe (con la "ratificación", con las portadas y comentarios de los diarios deportivos, con toda la prensa en contra del entrenador) éste reaccionaría, se achicaría y cedería.
Tremendo error. Luxemburgo ha estado en el banquillo más duro del mundo, el de la selección brasileña, con 350 millones de ojos permanentemente pendientes de sus movimientos y con la guadaña preparada para cuando sea necesario utilizarla. Y obviamente, no cuenta con el sentimiento madridista de Camacho, que en un momento dado podía pensar que hacía bien al club con su marcha. Por si no quedaba claro, por si Pérez pensaba que esto era una simple reflexión de periodistas o aficionados, el míster se lo dejó claro, cuando dijo en el transcurso de una rueda de prensa: "yo me quedo aquí, voy a seguir el año que viene y voy a cumplir mi contrato". Y también se dio cuenta del empujón de la prensa cuando aseguró: "están en contra mía".
La presión no surtió efecto, no había más remedio que echarle. Pero mientras, Luxe se protegió de los bombazos dirigidos contra el banquillo, lo que ha repercutido negativamente en el Madrid. Comenzó definitivamente a echar el equipo hacia atrás, en un claro paralelismo con su situación (tocaba defenderse). E inició una serie de desmanes, como jugar a aguantar el empate en casa contra el Olympique de Lyon, alinear a futbolistas recién salidos de lesiones, sin estar aún a tope, contra el Barcelona y, en fin, la apoteosis del sábado: cambiar a Robinho para protegerle del Bernabéu(?), acumular efectivos defensivos en casa, contra el Getafe...
En definitiva, desquiciar a la plantilla. Lo de Beckham lo pudo ver todo el mundo. Su forma de discutir airadamente en pleno campo con Luxemburgo ha sido reflejado por algunos medios. Pero minutos antes, Luxe había tenido otro "debate" con Pablo García. Y Gravesen, mientras calentaba en la banda, protagonizó un incidente con los espectadores de las primeras filas en el que tuvo que mediar un efectivo de la seguridad contratada por el club porque el danés se olvidó de los ejercicios y se encaminó directo a la grada (si alguien lo duda, que pregunte al compañero Jesús Alvarez, al que le pilló justo enfrente de donde se ubicaba).
Y tras el destrozo, el remate. Florentino no da la cara. La rueda de prensa de Butragueño la podría haber ofrecido el Neng de Castefa, que por lo menos tiene más gracia. Y eso que Pérez tenía un precedente: cuando hubo que explicar que Del Bosque y Hierro no seguían en el equipo le tocó dar la jeta a Valdano y lo hizo tan bien que el presidente tuvo que dar otra rueda de prensa al día siguiente. Eso sí, a los compañeros no les ha debido surgir la misma duda que a mí porque ninguno le ha preguntado al vicepresidente cuarto del club el porqué de la ausencia del máximo responsable. Quizá, el salir a dar la cara en estos momentos ha sido una especie de castigo porque, según dicen, Butragueño fue el que dio la cara por Luxe cuando éste fue "ratificado" por la junta (es decir, condenado a falta de la firma del notario). A alguien le tenía que tocar y, a fin de cuentas, el Buitre ha sido el último en llegar.
lunes, diciembre 05, 2005
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2 comentarios:
No sólo hay mala gestión desde el punto de vista de la "eficacia", sino del estilo. El Madrid de Florentino hace las cosas de mala manera.
Para jr, totalmente de acuerdo. Florentino Pérez parece haber perdido el norte.Debe estar arrepintiéndose todos los días de haber prescindido de Del Bosque. Sinceramente, creo que llegó a creer que todo lo que tocaba salía bien. Pero los experimentos hay que hacerlos con gaseosa. Quizá si Vicente del Bosque hubiera seguido en el banquillo, el desenlace hubiera sido el mismo o parecido, pero al menos no quedaría el beneficio de la duda. Yo creo que los errores de Pérez pueden ser un síntoma de que su final como presidente del Madrid está próximo. Obviamente, las preguntas sobre qué hace Sacchi o qué hace Butragueño son muy sencillas de contestar.
Para Pepis, también de acuerdo, aunque o antes no era así o esa manera se ha torcido de forma alarmante. Gracias por vuestros comentarios.
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