La final de la Copa del Rey, grandiosa, bonita y espectacular como siempre, confirmó que este torneo es peculiar, diferente del resto. Una aventura caprichosa, traicionera, que puede acarrear más de un disgusto pero cuyo triunfo sabe a gloria.
La Copa tiene sus elegidos y también sus defenestrados. Sostiene a unos en la gloria y condena a otros a los infiernos. Fue el primer peldaño para que la carrera de un joven entrenador como Víctor Fernández sufriera una espectacular evolución. Primero hizo al Zaragoza campeón de Copa y después, de la Recopa, con aquel gol desde el centro del campo de Nayim a Seaman en el viejo Parque de los Príncipes de París. La Copa terminó de encumbrar a Samuel Eto'o, que no sólo la ganó con el Mallorca sino que fue el mejor de aquella final de Elche frente a un descendido Recreativo de Huelva. El centenario torneo ya le había hecho un guiño al equipo balear unos cuantos años antes, cuando estaba liderado por un jovencísimo Miguel Angel Nadal. El denominado torneo del K.O. mantiene una especial relación con los porteros. Hizo héroes a Esnaola y García Remón en sendas tandas de penalties.
Por eso, el miércoles fue la Copa de Tamudo, futbolista al que este trofeo siempre le tiene preparado un guiño especial. En una jugada de picardía, inició el triunfo del Español en 2000 frente al Atlético de Madrid, que posteriormente remataría el hoy deportivista Sergio. El miércoles, los periquitos hicieron pedazos los planes de Víctor Muñoz en 90 segundos y el culpable volvió a ser Tamudo.
Pero ya dijimos que la Copa también es caprichosa y traicionera. La jugada de la final de 2000, disputada en Mestalla, fue a costa de la desgracia de Toni Jiménez, que a causa de estas cosas del fútbol, es más recordado por ese error que por la medalla de oro olímpica en Barcelona 92, cuando por entonces defendía los colores de la U.E.Figueras.
El primer gol del pasado miércoles se debió a una intervención no demasiado afortunada de César Sánchez, un auténtico maldito de la Copa. Tres finales, tres derrotas. A la primera llegaba tras arrebatarle la titularidad en el Real Madrid a Iker Casillas. Un gol bajo piernas de Sergio, ya con la camiseta del Deportivo de La Coruña (otro futbolista que debe mucho a la Copa), comenzó a enterrar a los blancos y, de paso, al arquero extremeño. Dos años después, César llegaba a la final contra el Zaragoza en Montjuic ya como portero suplente. El gol decisivo del hoy colchonero Galetti, tras un disparo lejano en la prórroga, le acarreó numerosas críticas a César. Avatares del destino, César fue a parar a aquel equipo que le dejó por segunda vez con la miel en los labios; ironías de la vida, él mismo comenzó a perder la final del miércoles con el despeje de un lanzamiento de falta de Iván de la Peña que nunca debió poner en el terreno de juego.
La Copa sólo tuvo clemencia con César al ahorrarle unos cuantos minutos con su expulsión. Así es el torneo del K.O. Te hace héroe o villano. Sólo para valientes. Quizá por eso, algunos tratan de devaluarla, por desgracia, con algún éxito.
lunes, abril 17, 2006
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4 comentarios:
Me alegro por el Español, un equipo maldito en Barcelona. Si los "quejicas" del Atleti tuvieran que sufrir lo que sufre el Español en Barcelona, verían lo que es ser un pupas, un perseguido, maldito o ignorado de verdad.
Me alegro en especial por Tamudo, que con Luis García hizo un partido muy bueno. El marcador fue demasiado abultado para mi gusto, pero es que al Español le entró todo, como al Zaragoza contra el Madrid.
Espero que se salve del descenso.
Raúl, con César (que me parece un buen portero, me resulta simpático y tiene para mi gusto mala pata) tienes en bandeja un tema con vena histórica, de los que te gustan: Jugadores "gafes"
Y para la actualidad, eso de que Etoo va a jugar alquilado...
No creo que César sea un futbolista particularmente "gafe" pero sí es uno de esos jugadores que estará especialmente marcado por la Copa, en este caso en el plano negativo. Por eso también enfoqué el post en esa dirección, es decir, que la Copa es un torneo muy peculiar, que tiene una especie de varita mágica, con la que toca a algunos y los hace héroes y toca a otros y los convierte en villanos. Y creo que es el caso de César: un buen portero que en la Copa se transforma en villano.
Por supuesto, lo de Eto'o merece comentario aparte. Lo debatiremos. Gracias por tu comentario.
Bueno, quizá lo correcto habría sido "Jugadores CON FAMA DE gafes" :)
Evidentemente, Cesar es gafe... probablemente no es tan buen portero como se dice... le faltan fundamentos. Ya le vale que en todas las salidas se lo cuelen entre las piernas.
El Español es calidad. Vivir en BCN es durisimo, apenas tiene seguidores. Tamudo es genial. Y De la Peña. Ojala no sufran para bajar.
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