El Sevilla no se conformó con ganar la Supercopa de Europa. Además, lo hizo de forma espectacular. Porque en el fútbol hay variadas maneras de dar espectáculo. Y no todas pasan por lo que últimamente se ha venido en denominar 'jogo bonito'. El Sevilla dio espectáculo a su manera, con un derroche físico encomiable, con un estudio del rival digno de elevar a los altares a su entrenador, Juande Ramos, y con un desparpajo impropio de un equipo que, pese a los últimos éxitos, sigue siendo un novato en estas circunstancias. A todo esto, enfrente estaba el F.C.Barcelona, actual campeón de Europa y dominador en los dos últimos años de la Liga más exigente del Viejo Continente. En opinión de los expertos, el equipo que mejor fútbol practica en el mundo.
Como encontrareis multitud de resúmenes en la prensa e Internet, me limito a desvelar unas cuentas claves del partido. Una de ellas fue la actitud del Sevilla. Desde el primer minuto salió sin complejos, con la lección bien aprendida, sabiendo que el excesivo respeto a un adversario como el Barcelona es la peor forma de encarar un partido. El catedrático Juande Ramos conoce de sobra un secreto a voces: el hombre clave del Barcelona en la mayoría de los partidos no es el mago Ronaldinho, ni el depredador Eto'o. Obviamente, tampoco es Xavi Hernández. Por eso, el Sevilla salió con la consigna clara de anular a Deco. Y lo consiguió, hasta el punto de que el partido transcurrió sin apenas noticias del luso-brasileiro.
Ronaldinho y Eto'o son dos auténticos focos pero sin suministro de la estación eléctrica se apagan o iluminan como luces de posición. El cortocircuito de Deco se tradujo en un Barça empeñado en entrar por el centro, lógicamente sin resultados. Aunque es muy fácil opinar a toro pasado, creo que Rijkaard erró al dejar en el banquillo al francés Giuly, un futbolista que se mueve por la banda mucho mejor que Messi, al que la línea de cal parece acogotarle.
Otra de las claves estuvo en el centro del campo. Continuamos sin noticias de Deco pero con muchas sobre Renato, Adriano y Poulsen. Los dos brasileños constituyen una pareja infernal mientras que el danés estuvo discreto en la primera parte y fue mejorando en la segunda. De lo poco que hizo mal el Sevilla en los primeros cuarenta y cinco minutos fue dejar en los pies del danés la responsabilidad de sacar el balón jugado porque no ha demostrado excesivos modales de pasador. El ex del Schalke 04 es, no obstante, un buen par de Maresca.
Dos aspectos fundamentales más. El primero llegó en la recta final del primer tiempo. La presión asfixiante del Sevilla iba a menos y el Barça se crecía por momentos. Se hizo dueño de la pelota e incluso creó algo de peligro de forma tímida. Pero cuando sonaba la hora del Barcelona, llegó el segundo del Sevilla, en un error de Víctor Valdés. Ahí cambió definitivamente un guión, que sí se cumplió en la ida de la Supercopa de España, cuando el Barça aprovechó la falta de resuello del Espanyol para asestarle una puñalada al borde del descanso. Pero el Sevilla estaba por la labor de saltarse todos los protocolos y cuando le tocaba dar al Barça, se adelantó e hizo buena aquella máxima del entrañable Antonio Díaz Miguel: "el que da primero, da dos veces".
Y el segundo factor del que hablaba fue, precisamente, el autor de ese segundo gol. Kanouté fue el hombre del partido. Colaboró en fortalecer el centro del campo, fue el destino principal de los balones de peligro del Sevilla, abrió espacios para las balas Luis Fabiano y Renato y aprovechó su presencia física al máximo. Fantástico el ex del Tottenham, aunque para la UEFA el mejor del encuentro fue Dani Alves, muy trabajador, dispuesto tanto para incorporarse al ataque por la derecha como para secar al mismísimo Ronaldinho.
En la segunda parte, Ronaldinho se pegó más a la izquierda, tratando de que el ataque del Barcelona llegara más por las bandas. Pero seguimos sin noticias de Deco y la entrada de Iniesta fue estéril. También ingresó en cancha Gudjohnsen, que demostró ser un tipo listo, aunque no tuvo su noche con vistas al gol. Rijkaard acumuló hombres ofensivos (al fin apareció Giuly) mientras que Juande Ramos hizo lo propio con futbolistas de corte destructivo. Acabó el encuentro con Martí, Poulsen, Adriano y Maresca sobre el cesped. Y no pasó nada, salvo que el Sevilla remató la faena con el tercero. Lo dicho, existen varias formas de dar espectáculo sobre un terreno de juego. El Sevilla ejecutó la suya a la perfección.
sábado, agosto 26, 2006
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6 comentarios:
Alves no puede jugar con la selección española, eso fue lo que dijo la FIFA. Ademas, yo creo que tiene nivel para llegar a ser un fijo en la selección brasileña, por lo que no creo que le interese jugar con España.
Es cierto y pido disculpas. El seleccionador nacional, Luis Aragonés, dijo que, tras elevar consultas a la FIFA, se decidió no convocar a Dani Alves por no cumplir con ciertos requisitos que impiden que defienda la roja. Muchas gracias por la rectificación y procedo a eliminar la referencia a Alves del post. En cualquier caso, estoy de acuerdo contigo en que Dani Alves podría jugar con Brasil. De ahí mi referencia a Dunga. Gracias por todo y reitero mis disculpas.
Quizá, quizá, sea lo mejor que le haya podido pasar a este Barcelona. Saberse mortal.
Pero me pregunto si el Sevilla hubiera jugado tan sin complejos si el rival no hubiera sido "amigo".
Quiero decir, que contra un equipo extranjero tal vez (ya lo apuntas tú al decir que no tiene experiencia en competición internacional) no hubiera jugado tan alegremente. Y es que los rivales conocidos con como de casa y eso permite competir sin estar atenazado.
No cabe duda de que el mejor rival que le podía haber tocado al Sevilla era un equipo de la liga española porque se conocen todos. No obstante, el Barça se encontró con idéntica situación y no supo aprovecharse de ella. Estoy seguro de que el Sevilla hubiera mostrado más precauciones frente a un rival extranjero, sin ir más lejos, como hizo en los primeros minutos de la final de la Copa de la UEFA frente al Middlesbrough. Después de todo, los resultados fueron muy similares.
En cualquier caso, además de que el Barça es mortal, el partido también puso de manifiesto que a partir de ahora todos los equipos van a motivarse el doble o el triple cuando se midan a los culés como en su día le sucedió al Real Madrid de los galácticos. El inevitable peso de la fama. Gracias por tu comentario.
Para jr, mi teoría es que cuando un equipo destaca como lo está haciendo el F.C.Barcelona en estos momentos todo parece volverse a su favor, incluídos los arbitrajes. Pero no creo que los colegiados vayan deliberadamente a "proteger" a sus figuras ni tampoco a dejar "barra libre" a sus defensas. Con el Real Madrid de comienzos de década ocurría algo similar. No sé si recuerdas una frase de Pablo Alfaro en una rueda de prensa, refiriéndose a los futbolistas merengues: "parece que mean colonia". Pero no creo que así fuera. Gracias por tu comentario y, por supuesto, queda abierto el debate sobre esta cuestión.
Me expliqué mal porque no era mi intención poner sobre la mesa ninguna teoría de la conspiración. Lo que quise decir (y por eso lo ilustraba con las palabras de Pablo Alfaro) es que cuando un equipo entra en racha, todo le sale bien. Tiene una especie de aureola mágica. Cuando Fernando Hierro estaba en pleno apogeo también se decía que tenía bula para hacer faltas. Pero no creo que fuera así. Te animo a seguir participando. Muchas gracias.
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