"Mangonear" en el Madrid

"Oiga, señor Pérez , ¿va a permitir usted que en el Madrid siga mangoneando 'el butano' como ha hecho hasta ahora?". Esta pregunta tan surrealista se le hizo a un Florentino Pérez por entonces sólo candidato a la presidencia del equipo blanco, en la campaña electoral que finalizó con el último triunfo del fallecido Ramón Mendoza. Telemadrid organizó un debate entre candidatos e incluyó una serie de cuestiones llegadas desde la calle, entre las que figuró ésta. No recuerdo la respuesta de Pérez aunque sí la intención de la pregunta, en una época en la que Mendoza señaló al periodista José María García como el enemigo público número 1 del madridismo. Entonces, Telemadrid era medio afín a Mendoza (como ahora lo es a Pérez y mañana al que ocupe su lugar) y aquellos debates eran más parciales que los exámenes de febrero en la Facultad.
La batallita viene a cuento porque hoy, muchos años después de esto (que debió ocurrir hacia el 94 más o menos) la cuestión de "mangonear" en el Real Madrid sigue al cabo de la calle. La tentación de "sentarse" virtualmente en ese sillón presidencial y en ese banquillo, aunque ya tengan dueños, no ha sido vencida. En la edición del domingo del diario As, su director, Alfredo Relaño, se quejaba amargamente de que Juan Ramón López Caro no pusiera en el once inicial a Cicinho, el penúltimo fichaje del Madrid, como estaba previsto y, entre líneas, acusaba al míster de ser un poco reservón. Por si algún lector no estaba muy avispado por la mañana y pasaba por alto la columna del director, al quite salía el subdirector, Pedro Pablo San Martín, con un argumento similar, un poco más directo, por si acaso.
Bien mirado, es lógico que éstos estuvieran contrariados con López Caro. Durante toda la semana, As había anunciado la segura titularidad de Cicinho en El Madrigal, prácticamente desde el momento en que llegó el tránsfer para que el ex del Sao Paulo pudiera vestir la zamarra merengue en partido oficial. Se ve que el "chivato" de las alineaciones estuvo algo ocupadillo durante la semana y se le escapó algún detalle que otro, que en todas partes no se puede estar. Pero no confundamos los términos. La culpa no es del entrenador, que busca lo máximo para el Real Madrid ahora mismo, con lo que tiene: clasificarse lo más arriba posible para jugar la Champions el año que viene.
Se ve que la tentación de "mangonear" en el Madrid no ha desaparecido. Pero sí es un tanto estéril. Cada uno tiene su estilo. Por ejemplo, López Caro, en lugar de sentar a los galácticos, demuestra públicamente que no están en forma (o Ronaldo cambia de entrenador o su presencia en el Mundial peligra) y así nadie podrá decir que cae en el error o en la osadía si los deja en el banquillo. Así es complicado jugar a adivino. Aunque no sé con qué versión se quedará el lector de As: o el entrenador del Madrid es un cobarde o su periódico habitual está desinformado y desinformándole.
P.D. A propósito de los medios de comunicación, unas palabras sobre el "encuentro" de Roberto Carlos el otro día con los periodistas. Dice el lateral izquierdo brasileño que la prensa no debería escribir de lo que sucede en el vestuario porque los periodistas no entran en él. Es verdad. Pero sucede exactamente lo mismo cuando los informadores hablan del "buen rollo" en el vestuario. En ninguno de los casos, la prensa acude a las duchas para ver si se hablan, si no se hablan, si discuten, si regañan, si hay grupitos, si hay "clanes". Sin embargo, cuando las cosas marchaban bien y se hablaba de la buena marcha del vestuario no salió Roberto Carlos a decir: "oiga, ¿por qué escribe usted que nos llevamos bien si usted nunca ha entrado al vestuario?". Si lo hubiera hecho, el enfado del otro día resultaría coherente. Pero como no lo hizo, se quedó en rabieta de nene consentido. Y ya no tiene edad Roberto Carlos para ser nene, ni consentido.