Dos sorteos con miga

Hoy coinciden en el tiempo dos sorteos que tienen "su miga", como dijo Rubén Darío de Pío Baroja, a la sazón panadero en sus tiempos mozos. Por un lado, el de la Copa del Rey, uno de los más esperpénticos que se recuerdan; por otro, el de la fase de clasificación para la próxima Eurocopa, a celebrar en 2008 en Suiza y Austria.
Del primero ya se ha comentado lo suficiente. Se sortean las semifinales de una competición tan seria que lleva el nombre del Rey y sólo hay dos equipos clasificados. Una eliminatoria (Deportivo de La Coruña-Valencia) está a falta de media parte y la otra (Real Zaragoza-F.C.Barcelona), a falta del partido de vuelta. Recordad que si el azar depara un enfrentamiento entre el Español y el vencedor de esta última podría continuar el grotesco espectáculo hasta llegar a la final y no conocer aún el nombre de uno de los participantes.
El otro sorteo es trascendente porque marcará el devenir de la selección después de su participación en el Mundial, independientemente de su papel en esta competición. España comenzará a luchar por ganarse un puesto para la próxima Eurocopa, con dos importantes salvedades a tener en cuenta. Primero, España no figura como cabeza de serie por sus últimas actuaciones en fases de clasificación, en las que ha tenido que acudir a la repesca. Segundo, precisamente esta opción desaparece: o queda entre los dos primeros del grupo o no habrá premio.
Como en todo sorteo se dan circusntancias paradójicas. Por ejemplo, estar en el segundo bombo, es decir, no ser cabeza de serie, hace que España esquive rivales como Alemania, Italia y Turquía, mientras que le ofrece la posibilidad de contar con Grecia como uno de los rivales del bombo 1, teóricamente los más fuertes. La actual campeona del torneo ya demostró en la fase de clasificación para el Mundial y en la Copa Confederaciones que lo de Portugal 2004 sigue siendo un misterio sin resolver. Del resto, todos temibles (Holanda, Portugal, Inglaterra, República Checa, Francia y Suecia).
Del bombo 3 convendría evitar a daneses y búlgaros. La suerte podría volver a enfrentarnos con Serbia y Montenegro o con Ucrania, ambos conocidos de las últimas fases de clasificación. Noruega y Eslovaquia también integran la urna, otros a los que conocemos bien por experiencias recientes (las célebres repescas).
En el siguiente escalón hay un par de caramelos envenenados: Eire e Israel. Esta última rozó la repesca en las dos últimas fases de clasificación y hace buen fútbol. Del resto de bombos, poco destacable a priori.
Seis grupos de siete y uno de ocho (también a evitar porque son dos partidos más). No obstante, serán un mínimo de 12 encuentros. Una fase complicada y en la que ya no vale fallar. El fin de semana analizaremos el grupo que nos haya correspondido. El futuro comienza a escribirse mañana. En cualquier caso, será complicado tener tanta suerte como en los últimos sorteos, lo que no impidió que hubiera que acudir a la eliminada repesca.