No considero un atrevimiento decir que si Carlos Tenorio acierta con el marco de Paul Robinson en el mano a mano que tuvieron en la primera parte, ahora Ecuador estaría en cuartos de final. Pese a que todo el mundo daba como favorita a Inglaterra, el encuentro se decidió en el lanzamiento de una falta a cargo de Beckham. Esa fue la diferencia, delgada diferencia, entre ambos contendientes. A Ecuador le faltó pegada pero en muchas fases del encuentro trató de tú a tú a los ingleses y no demostró ser inferior.
En cambio, Inglaterra volvió a defraudar; fue, de nuevo, la del partido ante Trinidad & Tobago y la de las segundas partes frente a Paraguay y Suecia. Los ingleses tienen un problema fundamental arriba. Rooney ha llegado muy justo al Mundial y acusa cada día la inactividad a causa de la dolencia que se produjo poco antes de la cita de Alemania. Con la imposibilidad de contar con el concurso de Owen, lesionado de gravedad frente a Suecia, Eriksson parece haber perdido la confianza en Peter Crouch, al que no concedió hoy ni un minuto. Tampoco se anima a meter a Theo Walcott, el futbolista más joven de la fase final. Apostó por el punta del Tottenham Carrick, que tuvo un papel muy discreto, lejos de la meta ecuatoriana.
Los ingleses se sostienen en su poderoso centro del campo, con el omnipresente Gerrard y el incisivo Lampard. Pero al margen de ellos y del poderío físico mostrado por Ashley Cole, poco ofrecen los de Eriksson para optar a seguir adelante. Ecuador volvió a mostrar mucho orden pero les falló el poderío atacante mostrado en la primera fase. Agustín Delgado apenas apareció y Carlos Tenorio no tuvo suerte en la ocasión mencionada anteriormente y propiciada por un error del venerado central del Chelsea John Terry. En defensa se mostró un equipo sólido y tan sólo no pudo evitar la genialidad en el lanzamiento de falta de un Beckham que, por lo demás, estuvo bastante gris.
Ganó Inglaterra pero si lo hubiera hecho Ecuador a nadie hubiera extrañado viendo el curso de los acontecimientos. Y cuando se gana así sucede que al día siguiente sale al revés y toca regresar a casa. Es una impresión generalizada que Inglaterra podría dar más juego con los futbolistas de que dispone. A partir de ahora, el Mundial le exigirá más.
lunes, junio 26, 2006
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