lunes, septiembre 25, 2006

Laporta y los derechos de Cataluña

Durante la asamblea de socios compromisarios del F.C.Barcelona que tuvo lugar ayer, su presidente, Joan Laporta, dijo que defender al club es "una manera más de defender los derechos y libertades de Cataluña". Nunca entendí la mezcolanza entre deporte y política pero en el caso de Laporta parece imposible discernir una cosa de la otra porque siempre aprovecha la más mínima ocasión para tratar de confundirlos.
Recuerdo que cuando iba al colegio, "el profe" o "la seño" nos solían preguntar la lección y cuando no nos la sabíamos bien salíamos por peteneras o tirábamos por los cerros de Úbeda para salir del paso y no quedarse en silencio. Entonces, el maestro nos miraba con las cejas arqueadas y nos decía: "¿y qué tiene que ver la velocidad con el tocino?".
Lo que sucede es que, en este caso, Laporta tiene argumentos de sobra para dirgirse al auditorio. Puede hablar del magnífico equipo que ha confeccionado, que ha logrado un dificilísimo doblete haciendo el mejor fútbol de Europa, que el número de socios crece sin parar, que sus futbolistas se colman de premios, parabienes y admiración por parte de todo el mundo, que las diferentes secciones del club no paran de llevar trofeos a sus vitrinas... Vamos, que el giro político no es para salir del paso, como hacíamos cuando éramos críos.
Uno de los peligros de mezclar política y deporte es que el resultado suele ser ridículo. Y este caso es todavía más grave. Porque por los derechos y libertades de Cataluña han luchado muchas personas, de forma anónima, sin parapetarse detrás de ninguna organización. Porque por esos derechos y libertades se han perdido vidas. Y, en fin, porque esos derechos y libertades, negados entre otros por un personaje histórico al que admira y rinde culto el cuñado de Laporta, están felizmente conquistados y recogidos en un documento denominado Constitución Española y desarrollados por otro llamado Estatuto de Autonomía. Vaya, que suena bastante más grave y serio que apoyar a un equipo de fútbol.
Y, por otro lado, luchar por el Barcelona no puede reducirse nunca a un ámbito geográfico porque el Barça es universal, conocido en los cinco continentes y con aficionados en todo el mundo. Pero Laporta se empeña en decir que apoyar al Barça es: "una forma noble y excelente para proyectarnos como catalanes en el mundo". Al menos, podría dar alguna sugerencia para los millones de seguidores del club que no son catalanes.
¿Se da cuenta el señor Laporta de lo que pasa cuando se mezcla política y deporte? Pero que nadie se asuste. Por suerte, los derechos y libertades de Cataluña no están en manos del presidente del Barça. Ni lo estarán. La labor de Laporte es hacer más grande al Barcelona aunque con estas palabras lo único que consigue es empequeñecerlo y reducirlo absurdamente a un ámbito geográfico.

viernes, septiembre 22, 2006

La Previa: Llega el primer 'clásico' escocés: Celtic-Rangers

Llega uno de los derbys más antiguos de Europa: el clásico escocés Celtic-Rangers. Será uno de los partidos más atractivos del fin de semana en el Viejo Continente. Los de Celtic Park, estadio donde se jugará el encuentro el sábado, llegan en mejor forma al partido frente a un eterno rival con muchas dudas. Sólo hay que ver su arranque liguero: tan sólo tres victorias en siete partidos. El Celtic tan sólo ha perdido un duelo, frente al Hearts del millonario lituano Romanov. Paradójicamente, el Rangers sí ha vencido al equipo de los corazones en su primer enfrentamiento liguero. Los locales cuentan con una demoledora pareja de ataque: el polaco Zurawski y el holandés Venegoor of Hesselink.
Otro duelo en la cumbre se dará en Moscú: CSKA-Lokomotiv, o lo que es lo mismo, primero contra segundo a falta de diez partidos para que finalice el campeonato. Cuatro puntos separan a ambos equipos en la tabla, con el delantero brasileño del CSKA Vagner Love pletórico tras sus convocatorias con la canariha de Dunga. Al acecho de ambos, un reverdecido Spartak, que viene precisamente de empatar a cero en el campo del Lokomotiv. En el partido de ida: Lokomotiv-3; CSKA-2.
Mientras, en la Premier League inglesa la mayoría de los partidos se juegan el sábado pero el flamante y sorprendente líder, el Portsmouth, lo hará el domingo ante el Bolton. No cabe duda que se trata de un duelo con morbo, sobre todo en los banquillos. Tanto el técnico del 'Pompey', Harry Redknapp (ex jugador del Liverpool) como el del Bolton, Sam Allardyce, fueron protagonistas del documental de la BBC sobre cobro de comisiones de fichajes por parte de los entrenadores que ha levantado ampollas en el Reino Unido. Los más atrevidos no dudan en comparar el escándalo con el registrado en Italia este verano. Al margen de polémicas, el Portsmouth está sorprendiendo a todos con un equipo extremadamente veterano: Nwanko Kanu, Andy Cole y Sol Campbell, entre otros, figuran en sus filas. Además, acaba de incorporar al joven portugués Manuel Fernandes, procedente del Benfica, del que hablan maravillas. Mientras, el Liverpool tratará de continuar su recuperación tras un mal inicio de temporada, con goleada frente al vecino Everton incluida. Tras su triunfo del miércoles ante el Newcastle, rematado con un extraordinario gol de Xabi Alonso, los de Benítez reciben a un Tottenham en horas bajas. El Chelsea visita al Fulham y el Manchester United al sorprendente Reading. Los de Old Trafford llegan tocados, tras la derrota el domingo en el clásico frente al Arsenal.
Alemania contemplará el duelo entre dos equipos revelación. El recién ascendido Energie Cottbus recibe al Nurnberg, que ha comenzado la Liga como un tiro, sólo superado por el Hertha de Berlín. El Bayern recibe a otro novato en la categoría al que no le ha impresionado el debut: el Alemannia de Aquisgrán, un conjunto que disputó hace dos años la Copa de la UEFA pese a militar en Segunda División.
En Francia proseguirá el acoso al Olympique de Lyon, que adelanta su partido al sábado contra otro equipo de Champions, el Lille. El renacido Olympique de Marsella visita la cancha del Nantes, penúltimo clasificado. Hablando del Lille, jugará su encuentro de Liga de Campeones frente al Milán, que también disputará su partido de Liga el sábado, en el campo del Livorno. En sólo tres jornadas, el equipo rossonero se ha quitado de encima los puntos negativos con los que empezó por la sanción a causa de su implicación en el "Moggi-gate". En Italia también hay equipo revelación: el mismo que el del año pasado, el Palermo, que comanda la tabla. Para la Juve, un nuevo episodio en el infierno, frente al Módena.
Y como curiosidad, la mayoría de las Ligas están empezando pero algunas apuran sus últimas fechas. Este fin de semana se cierra la competición en Islandia, aunque desde hace dos semanas ya hay campeón: el Hafnarfjordur, por tercer año consecutivo. En la última jornada, Valur y Reykjavik se jugarán en el partido que les enfrenta un puesto para la Copa de la UEFA. En breves semanas habrá campeón en Suecia, Noruega y Finlandia y, en dos meses, en Rusia.

jueves, septiembre 14, 2006

Capello contra todo

El Olympique de Lyon lleva camino de convertirse en una de esas "bestias negras" que el Real Madrid se empeña en coleccionar. Uno de esos muros contra los que uno se golpea una y otra vez sin ni siquiera intuir la fórmula para derribarlos o esquivarlos. Como el Bayern de Munich a mediados de los 80. Como el Milán de finales de esta década y principios de los 90. Este tipo de enemigos suele acarrear derrotas dolorosas e inoportunas. Como la de la pasada noche.
Se supone que cuando el Real Madrid llamó a Fabio Capello para encabezar el proyecto deportivo de Ramón Calderón, el entrenador italiano sabía dónde venía. Después de ganarlo todo como entrenador, Capello afronta uno de los mayores retos de su carrera y uno de los más difíciles. El partido de Francia le ha descubiero por qué es así.
Capello puede tener muchos enemigos, pero hay uno peligroso a más no poder, prácticamente imparable. Porque no se deja ver, porque no hay un futbolista que lo pueda parar, ni siquiera un sistema. Como muchas veces en la vida, un intangible: los años de sequía, la falta de títulos. Lo grave del inicio de temporada para el Real Madrid no es el empate en casa frente al Villareal ni tampoco la derrota en Francia. Mucho peor que eso es el hecho de que no hay forma de que el equipo adquiera confianza.
La mayoría podemos ser conscientes de que es difícil que llegue el buen juego aún por todos los cambios que ha sufrido la plantilla, incluído precisamente el entrenador. Pero los resultados tampoco llegan y esta circunstancia es fatal para un equipo que lleva tres años sin ganar absolutamente nada. Porque el Real Madrid no logra superar de esta forma uno de sus mayores problemas en los últimos años: la ansiedad. Capello ha vuelto a atribuir la derrota al aspecto físico. Pero es difícil explicar desde ese punto de vista por qué Fred ha ganado la espalda a los dos centrales, Cannavaro y Sergio Ramos, a los 10 minutos de la primera parte. Hay mucho de salir al terreno de juego como un flan, pensando en qué ocurrirá si se pierde.
Quizá nada que la paciencia y el transcurso del tiempo no arregle. Pero al público del Bernabéu ya no se le puede pedir más paciencia. Ni la actual junta ni el actual entrenador tienen la culpa, pero el Madrid lleva tres años sin ganar nada y no sería justo acusar a los aficionados de no tener paciencia. Entre los jugadores, algunos llevan vividos estos años negros y saben de lo que va la historia. Y a los nuevos ya se lo habrán contado.
Por eso, el reto de Capello es afrontar una lucha contra todo. Sin tiempo para pruebas, ni adaptaciones, con buena parte de la prensa en contra (muchos amigos no dejó el italiano en su primera etapa en el conjunto merengue) y con un equipo ansioso, que se derrumba a la primera circunstancia contraria, que sale con miedo a lo que pueda pasar. Si logra el objetivo, habrá que quitarse el sombrero.

viernes, septiembre 08, 2006

El infructuoso camino entre Larnaca y Belfast

Actualmente, Irlanda del Norte es la selección número 72 en el ranking de la FIFA. Por si les sirve de referencia, tiene justamente por delante a Burkina Faso y por detrás a Moldavia. Ciñéndonos al ámbito de la UEFA, ocupa los últimos puestos, tan sólo por delante de equipos como Malta, San Marino, Luxemburgo, Azerbayán, Armenia, Liechtenstein... Y eso que los números son generosos con los norirlandeses porque son aún peores de lo que indican las cifras. En fin, que la derrota de España el miércoles es grave, por si a alguien le quedaba alguna duda.
Desde que finalizó el partido, hemos escuchado y leído inevitables comparaciones con lo sucedido en Larnaca (Chipre) hace ocho años, cuando la selección sufrió otra de esas derrotas consideradas como "humillantes". Los paralelismos son evidentes. Entonces, como ahora, se venía de hacer un mal Mundial (eliminados en la primera fase en Francia 98); lo que debía ser el inicio de una nueva etapa, por lo tanto con ideas frescas y rostros diferentes, fue una continuación forzada y desastrosa. Clemente inició aquella fase de clasificación para la Eurocopa de 2000 como Luis ha hecho con ésta para la de 2008. El presidente de la Federación Española, Angel Villar, sin atisbo de reacción, hasta el punto de que prácticamente tuvo que ser la ministra del ramo, por entonces Esperanza Aguirre, quien forzara el despido de Clemente. Ahora también tenemos una ministra, Mercedes Cabrera, pero no sé si a estas alturas se habrá enterado aún de la derrota del miércoles.
Pero con todo esto, lo más grave no es el paralelismo ni tampoco la derrota frente a Irlanda del Norte. Lo peor es que entre el partido de Larnaca y el de Belfast han transcurrido ocho años. Y no hemos avanzado nada. Contumacia en el error se llama esa figura. El que viera lo de Chipre pensaría que se pondrían los medios para solventar la situación. Y a los ocho años se encuentra con lo mismo o parecido. Y entre medias, tres seleccionadores, infinidad de jugadores, partidos, clasificaciones, dos Mundiales y dos Eurocopas. Y seguimos sin pasar de cuartos. Y la selección sigue sin transmitir nada al público.
El miércoles me rondó la idea de que la selección ha tirado a la basura estos ocho años, que no han servido para nada porque hemos vuelto al punto de partida. La Federación es un ente inútil porque su máximo responsable está a otros asuntos, haciendo carrera para presidir la UEFA o la FIFA. Y es poco amigo de depurar responsabilidades porque tendría que empezar por él mismo, perpetuado en el poder.
Es obvia la incapacidad de Luis Aragonés para hacerse con el equipo. Le llegó un poco tarde un cargo que hubiera desempeñado mucho mejor hace unos años. Pero tampoco nos engañemos. Por unas cosas o por otras, los futbolistas siempre se escabullen de los palos... o tratan de hacerlo. Porque tienen una parte de responsabilidad muy grande. Y mientras, Luis no se irá sino que esperará a que le echen; y la Federación no le echará, esperará a que se vaya. El seleccionador calca las convocatorias, cada vez más. Son las consecuencias de trabajar en un lugar donde no se depuran responsabilidades.
Y a propósito de otra comparación, muy de moda en estos días. Me refiero a la del baloncesto. Profundizaremos más adelante en ella pero cabe recordar que la selección de basket sufrió dos humillantes derrotas en la primera mitad de los 90: la célebre frente a Angola en los Juegos de Barcelona y otra frente a China en el Mundial de Toronto. Pero entre ambas citas tan sólo hay dos años de diferencia (1992-1994). Y después han llegado dos platas y un bronce en Europeos y el oro del Mundial. Habrá que concluir que la ruta Barcelona-Toronto fue provechosa. Y si no cambian las cosas, habrá que preguntarse cuál será la próxima escala de la ruta Larnaca-Belfast. ¿Reikjavik? ¿La Valletta? ¿Astaná? ¿Vaduz? ¿Erevan?

domingo, septiembre 03, 2006

Mirada de campeón

Al padre de José Vicente 'Pepu' Hernández, in memoriam

Muchos recordarán una escena de la tercera entrega de Rocky, cuando Apollo Creed le dice a Balboa que lo que le derrotó realmente no fueron sus golpes ni su juego de piernas, sino su mirada, "la mirada del tigre". El boxeo es un deporte de miradas pero también lo es el baloncesto. A fin de cuentas, son diez protagonistas en un espacio reducido, a veces demasiado. Y una mirada puede llegar a ser clave.
Tengo grabada la mirada de Pau Gasol en una noche de septiembre del pasado año. Entonces, ejercía de comentarista de TVE en el Eurobasket de Belgrado porque había renunciado a jugar con la selección, tras una dura temporada, lesiones incluidas, en Memphis. Aquel día, la Alemania de Nowitzki había apartado a España de la final, con una canasta imposible anotada precisamente por la estrella germana. La selección había hecho un campeonato notable, con paliza a Serbia en su propia casa y un triunfo épico frente a Croacia en cuartos de final. Junto al ex seleccionador Javier Imbroda y al compañero de TVE Pedro Barthe, Pau hacía balance del torneo, pero su mirada estaba perdida, no estaba realmente allí. Gasol sabía que su puesto no estaba en el pupitre de enviados especiales sino en la cancha, como bandera de una selección irrepetible que no podía pasar sin lograr algo grande. Definitivamente, pasaría de las presiones y defendería los colores de su selección, como había hecho hasta entonces.
Gasol y sus compañeros habían visto demasiadas miradas en sus sucesivas llamadas a la puerta de la gloria en las que no obtuvieron respuesta. Miradas de indignación en el Eurobasket de Turquía, cuando una pésima actuación arbitral para evitar que el anfitrión quedara eliminado a las primeras de cambio hizo que nos topáramos en semifinales contra una Yugoslavia en pleno apogeo de Bodiroga y Stojakovic. Miradas de incredulidad al año siguiente cuando, tras caer en cuartos del Mundobasket de Indianápolis, se cerró la participación en el Campeonato con una magnífica victoria frente a EEUU (con Paul Pierce, Reggie Miller, Elton Brand, Jason Williams, entre otros) que nos hizo pensar en que este grupo era capaz de todo. Miradas de abatimiento en 2003, cuando un sobresaliente Europeo en Suecia, con triunfo agónico frente a Italia en semifinales, se culminó con una apabullante derrota ante la Lituania de Macijauskas (no erró ni un tiro libre en todo el campeonato) y Jasikevicius. En fin, miradas de lo-veo-y-no-lo-creo cuando España tuvo que enfrentarse a EEUU en cuartos de final de los JJOO de Atenas después de una inmaculada primera fase y después de ver como otra fracasada versión del 'Dream Team' hacía su único partido destacable contra la roja.
Pau sabía que tenía que estar con ellos pero sólo para que el equipo fuera más grande. "España es un equipo, no sólo es Pau". Lo dijo el sábado una voz nada sospechosa, la de la madre de los Gasol, ex jugadora amateur para más señas. Antes, habíamos visto la mirada llorosa de Pau al lesionarse en el partido contra Argentina. La de hoy era diferente. La de hoy decía: "la decisión que tomé en aquella cancha semivacía de Serbia hace un año ha merecido la pena". De qué manera.
Y Pepu. La mirada de Pepu sí que era misteriosa al inicio del choque. Parecía hasta demasiado responsabilizado. Casi nadie sabía lo que le acababa de suceder. En Pepu vimos la mirada de alguien que se encuentra con que el mejor día de su vida coincide con el peor. Una paradoja fatal, que supieron captar las imágenes de TV: Pepu en el podio, medalla de oro al cuello, mirada perdida en el horizonte, con dos lágrimas pugnando por salir de sus ojos y la mano en un corazón que latía por dos...
Tras la espera, al fin vimos la mirada de campeón. Porque el que llama a la puerta de la gloria una y otra vez acaba siendo atendido. Y la Historia le debía algo a este grupo fantástico de jugadores que, además de madurar, encontró quizá la pieza que faltaba: Pepu. En el fondo, la mitad del equipo fue campeón del mundo junior en Lisboa, dirigidos entonces por Charly Sáinz de Aja, un entrenador del corte de Pepu. Ahora todo encaja. Y siempre la mirada de campeón.

sábado, septiembre 02, 2006

¿Para qué queremos 38 jornadas?

Cuando acabamos de estrenar el mes de septiembre y sólo llevamos una jornada del Campeonato de Liga hemos podido ver y leer en la prensa unos cuantos análisis de la competición. Tal como suena. Ya sabemos que el Barcelona no lo tendrá tan fácil este año y que no brillará tanto, que esta es la temporada del Atlético de Madrid, que el Real Madrid saldrá cada partido abroncado por su público, que el Sevilla se cargará todo lo que se le ponga delante... Por eso, me surge la pregunta que aparece en el titular del post. Parece como si sobraran las 37 jornadas restantes, ya todo lo hemos visto en la primera.
Menos mal que no hace falta hacer esfuerzos memorísticos sobrehumanos para recordar como el pasado Campeonato de Liga moría y cobraba vida en cuestión de semanas... cuando acababa de comenzar la segunda vuelta. El lunes posterior a una victoria del Barça (acompañada normalmente de un tropezón del Real Madrid o del Valencia) la prensa sentenciaba: "la Liga se ha terminado". A la siguiente semana, el Barça pinchaba y se titulaba con desbordada euforia tipográfica: "¡Hay Liga!". Claro. ¿Cómo no va a haber Liga en febrero?
Para aquellos que anden un poco flacos de memoria, no hace falta irse tan lejos. Esta misma pretemporada se vaticinó que el Barcelona arrasaría de nuevo después de ganar la Supercopa al Español y golear en el Trofeo Gamper a un Bayern de Munich que, con la Bundesliga empezada, vino a dejar visto para sentencia el fichaje de Van Bommel. Parecen argumentos poco sólidos. Después llegaron la derrota frente al Sevilla en Mónaco y un sufrido triunfo a domicilio frente al Celta para abrir la Liga. Y el Barça suscita dudas. Nuevamente, fundamentos en precario equilibrio. Por poner otro ejemplo, el Atlético pasó de "tener muy buena pinta" por golear al Shangai Shinbum (o algo así) a "demostrar que aún tiene que trabajar mucho" tras sus malos resultados en la pretemporada en España. La victoria de la clarividente primera jornada en Santander le devuelve a la situación original.
No termino de entender la obsesión por jugar a adivino. Se podría pensar que se trata de sembrar para, en el futuro, decir aquello de "ya lo decía yo". Pero esta opción está descartada porque algunos no lo necesitan. Suceda lo que suceda, todo habrá acontecido "como dijimos en su momento". O si no, ¿se han fijado en la cantidad de gente que ha aparecido ahora diciendo que la gestión de Florentino Pérez al frente del Madrid nunca fue de su agrado? En la primera época de Pérez en palco merengue apenas se oyeron voces contra él. En Madrid, quizá sólo José María García y por una cuestión más personal que de otra índole. García insistió en que Pérez pidió su cabeza al presidente de Telefónica. Y en Barcelona se cebaron en el llamado "pelotazo" de la Ciudad Deportiva y en tratar de resucitar la rancia figura del Real Madrid como "equipo del Gobierno". Pero la gestión de Pérez era aplaudida para escarnio del entonces presidente azulgrana Joan Gaspart. Ahora, una vez Florentino derrocado, aparecen como duendecillos aquéllos que ya lo avisaron en su momento, aunque nadie les escuchó entonces. Aún no había creado este blog. Podría sumarme al "comité de sabios" sin temor a ser delatado. Pero mentiría. Como la mayoría, me vi embelesado por el proyecto de Florentino y los resultados que generó en sus primeros años de mandato. Me lo tragué todo. Insisto, como la mayoría.
Por eso, no hay problema en lanzar las campanas al vuelo en la primera jornada. Si el Barça termina la temporada arrasando, "ya lo dijimos a principios de temporada". Si el Atlético vuelve a quedarse sin competición europea, "no ha ocurrido nada que no se viera venir al comienzo de la Liga". Si Fabio Capello sale a hombros del Bernabéu, "estaba cantado". Y esto es demasiado largo como para sacar conclusiones en la primera jornada, conclusiones que lo único que sirven es para que la afición se sienta engañada. Sugiero relajarse, acomodarse y disfrutar, que todavía quedan 37 jornadas. Y que nadie se preocupe, que una vez que hayan transcurrido habrá conclusiones de todos los colores. Y palos, mucho palos.