viernes, diciembre 30, 2005

El convento de Ronaldo

Ronaldo se ha vuelto a lesionar, una nueva molestia muscular, justo en el primer entrenamiento después de las minivacaciones de Navidad. Algo parecido le sucedió en uno de los primeros entrenamientos de López Caro al frente del primer equipo. A la vista está que el delantero brasileño no puede con las sesiones del lebrijano que, dicho sea de paso, tampoco es que se asemejen a los trabajos de Ben-Hur o de Hércules (no de Alicante, en este caso): un par de horitas intensas, más o menos, lo mínimo exigible.
En este mismo blog nos preguntábamos en pasados posts si López Caro estaba siendo traidor a su espíritu y política de sólo alinear a los que estaban físicamente en plenitud de condiciones. Y mira por dónde, lo que el nuevo míster se niega a sí mismo, se lo da el día a día del fútbol por su cuenta: su delantero centro está tan bajo de forma que no soporta ni un entrenamiento. Y obviamente no podrá jugar.
Como siempre en estas circunstancias, hay voces que defienden a Ronaldo y sostienen que está lesionado, que no ha terminado de recuperarse de la dolencia que tuvo a raíz de sus problemas físicos en el Vicente Calderón. En tal caso, habría que preguntarle a los servicios médicos por qué tiene el alta para jugar o por qué entrena al mismo ritmo que sus compañeros. Más bien parece que el futbolista no se cuida lo que debería. Quizá, sólo quizá, no ha hecho los "deberes" en estos días de asueto porque llega el primer entrenamiento y el único que hace "catacrac" es él.
Puede ser mala suerte o una cuestión médica. Pero creo que Ronaldo no se está cuidando lo que debería y por eso le suceden estas cosas. Pienso que el delantero brasileño puede estar viviendo sus últimos meses como futbolista del Madrid y sospecho que se ha aplicado la vieja consigna de "para lo que me queda en el convento, me cago dentro" (con perdón). Y hay Mundial a la vista. Pero Ronaldo no es tonto. Sabe que, al menos por ahora, no es el 9 predilecto de Parreira. Aunque sólo fuera por él, debería cuidarse un poco más. Porque, en definitiva, dentro del convento del Madrid, está el convento de Ronaldo. Y también se volverá irrespirable para él.

miércoles, diciembre 28, 2005

La tournée de Sacchi

Uno de los mejores autores en lengua castellana del s.XX, Enrique Jardiel Poncela, escribió una deliciosa obra llamada La Tournée de Dios, en la que describe con todo detalle un estrambótico paseo del Señor por el mundo en el que se encuentra con todo tipo de situaciones y experiencias (lectura absolutamente recomendada). Me ha recordado en cierta medida al paseo que Arrigo Sacchi se ha dado por los medios antes de abandonar definitivamente el Real Madrid. Evidentemente, lo ha hecho por lo estrambótico y esperpéntico del asunto.
Se ha marchado Sacchi dejando una serie de mensajes en clave, algunos de ellos francamente difíciles de descifrar, y eso que el español de Sacchi es más comprensible que el portuñol de Vanderlei Luxemburgo. Eso sí, lo que nadie ha podido averiguar todavía es qué ha hecho Sacchi en el Real Madrid durante el año que, supuestamente, ha estado trabajando para el club.
Los frutos de la tournée se reducen a que Sacchi ha perdido prestigio y dinero y que recomendó el fichaje de Sergio Ramos que es "el único que está funcionando", según sus propias palabras. Bien, ¿y qué más? ¿su labor se limitó a recomendar el fichaje de Ramos, al que media España y parte del extranjero ya seguían antes de su llegada al club? Me parecería poco bagaje.
Eso sí, de sus mensajes en clave y sus recados se puede deducir que intentó hacer más cosas y en el club o no le dejaron o no le escucharon. Y ahora que está fuera, ¿por qué no lo dice? ¿por qué no es más explícito? ¿por qué no dice: "señores, yo recomendé a Fulanito, Menganito y Tacinito y no ficharon a ninguno"? ¿Y qué hay del resto del trabajo? ¿O sólo vino para recomendar jugadores?
En lugar de eso, que se puede hacer perfectamente con educación y desde una postura alejada del rencor, Sacchi se dedica a dejar mensajes como este, recuperado en el blog de Elías Israel, extracto de la entrevista con Enrique Ortego en ABC: "si no haces un equipo, haces una torre de Babel. El fútbol sale del cerebro, no de los pies". Agradecería que alguien me lo explicara. Ni los razonamientos kazautá de Aristóteles son tan complicados. Esto no lo entiende ni San Isidoro de Sevilla que bajara del cielo. Si es cierto que Florentino Pérez no deja trabajar y se mete en la parcela deportiva, de lo que no hay por qué dudar, ¿por qué no lo dice Sacchi? ¿qué tiene que perder? De este modo, podría recuperar parte del prestigio que dice haber perdido.
Cuando abandonó el banquillo del Atlético de Madrid, Jesús Gil, que en paz descanse, vino a decir que Sacchi le había comunicado que lo dejaba porque se había desquiciado, porque estaba punto de volverse loco, palabras que no fueron desmentidas en ningún momento por el italiano. ¿Tampoco le dejaron trabajar entonces? Del Parma se quería ir al segundo día, según sus propias declaraciones. ¿Otro tanto de lo mismo? En la selección italiana no guardan gran recuerdo de él. ¿Se metía el presidente de la República en las alineaciones?
Siento que el post tenga tantos interrogantes pero es lo que deja Sacchi en su efímero paso por el Real Madrid. Todo un año preguntándonos qué hacía, a qué se dedicaba y por qué cobraba el dinero que ganaba. Ahora que se marcha, nadie se lo pregunta y, obviamente, nadie se atreve a descifrar los jeroglíficos que deja. Otra cosa son las aportaciones, como ésta: "a los jugadores del Madrid les diría que la humildad es la hija de la inteligencia". A este equipo se le lleva diciendo que le falta humildad desde la llegada de Florentino Pérez al palco del Bernabéu (cuando ganaba títulos decían que lo hacía con prepotencia. ¿Recuerdan al jugador del Bayern Salihamidzic, que quejó amargamente de que el Madrid humillaba a los rivales haciendo "taquitos"?). Estas son las aportaciones de Sacchi.
El otro día solicité que se convocaran elecciones en verano. No habrá dudas a ese respecto acerca de mi opinión sobre la labor de Florentino Pérez. Pero también es cierto que se rodea de lo mejor de cada casa.

viernes, diciembre 23, 2005

El rumbo de Florentino

Hace apenas unas horas, Florentino Pérez confesó que el Real Madrid había perdido un poco el rumbo deportivo. La declaración, considerada como una de las escasas autocríticas del presidente merengue, llegaba tarde porque el rumbo hace tiempo que se extravió. Por eso, si ahora se escribe que lo que ha perdido Pérez ha sido la cabeza no es que se trate de una transición meteórica sino que se debe a una degeneración que ha sucedido de forma paulatina hasta desembocar en el fichaje de Benito Floro como nuevo director deportivo, en sustitución de Arrigo Sacchi. Si alguna vez llega, la declaración de "hemos perdido un poco la cabeza" tardará todavía un tiempo, porque estas cosas van con retraso como se ha podido comprobar.
Llega Floro, al parecer nuevamente avalado por Emilio Butragueño. Ultimamente, todo lo que sucede en el club es por obra y gracia del vicepresidente cuarto. Cualquiera diría que es el único que hace algo. El "Buitre" salva la cabeza a Vanderlei Luxemburgo en una junta directiva, días después anuncia su cese, posteriormente indica que después del último partido del año se hablará de lo que sucederá con López Caro (para que horas más tarde el club le deje en evidencia anunciando la continuidad del míster hasta fin de temporada) y ahora avala a Benito Floro. Y resulta llamativo. Primero, porque con todas estas cuestiones, la figura de Butragueño se va "quemando" de forma progresiva y eso tiene su importancia teniendo en cuenta que, según dicen, es el elegido por Florentino Pérez para convertirse en su sucesor o en el "candidato oficial" en las próximas elecciones.
Y segundo, porque Butragueño formaba parte de la plantilla de futbolistas cuando Floro aterrizó, como entrenador, por primera vez en el club de Chamartín. Es decir, fue activo partícipe del comportamiento absolutamente desconsiderado con un entrenador. Desconozco si Butragueño se atreverá ahora a llamarle "Benny Flowers" como por aquel entonces lo hacía un grupo de jugadores en franca y temprana decandencia. O "Beethoven", por la conocida sordera de Floro. Tampoco sé si le recordará las canciones que la plantilla le dedicaba al psicólogo del equipo, novedad que incorporó el técnico al club y que tardó sólo unas semanas en convertirse en el auténtico hazmerreir de la plantilla. Una plantilla que se reía sistemáticamente del entrenador, que le afeaba continuamente conductas como silbarles desde el banquillo...
Floro es un técnico que permaneció casi dos años en el equipo porque entonces no había ni un duro en la caja para pagarle un finiquito. De contar con dinero, otro gallo hubiera cantado. Floro dio un salto demasiado mortal, del Albacete al Real Madrid, sin red. Y ejecutó la acrobacia pero la caída no fue buena. No fue ni más ni menos que uno de los muchos entrenadores devorados por el vestuario madridista. La primera temporada le acompañaron los resultados, perdió la Liga en Tenerife y ganó la Copa del Rey. En el segundo, llegó la debacle. Y en Europa, como almas en pena. En un error imperdonable que le costó caro, Floro no se percató que Canal + puso un micrófono en el vestuario que el Real Madrid ocupó en el Camp d'Esports de Lleida y toda España pudo escuchar una patética bronca a sus jugadores en el descanso de aquel partido liguero que el equipo blanco terminó perdiendo y que fue su tumba.
La experiencia en el banquillo merengue fue tan traumática que Benito Floro desapareció del fútbol español. Probó suerte en México, en Japón, competiciones de Liga de prestigio, a la vanguardia del mundo. Cuando la polvareda de su estancia en Madrid había desaparecido regresó. Aguantó cuatro meses en Mallorca y dejó tirado al Villareal a mitad de temporada porque no se hacía con la plantilla. Llegó a sonar como futuro seleccionador tras la marcha de Iñaki Sáez pero de ahí no pasó.
En fin, es el currículum de la persona que el Real Madrid ha elegido para encauzar el "rumbo un poco perdido" de Florentino. Nos hemos pasado un año preguntándonos qué ha hecho Sacchi o a qué se dedicaba. ¿Sucederá lo mismo con Benito Floro? De momento, a las 14,30 horas se anuncia la noticia y Floro dice que lo ideal sería contar con un 80% de jugadores españoles. Por la tarde se anuncia el primer fichaje de invierno: Cicinho. Es verdad que esta operación estaba casi cerrada mucho antes de que se pensara en Floro pero no me negarán que también es casualidad. La primera en la frente.
Si Florentino ha buscado otra cortina de humo, creo que es tarde. Si lo que quiere es que Butragueño se siga quemando (y, de paso, riéndose aún más), el intento es bueno. Si por el contrario pretende reflotar al Madrid, elecciones el próximo verano. Con Florentino o sin él.

jueves, diciembre 22, 2005

López Caro, ¿traidor?

Dicen que hay trenes que sólo pasan una vez en la vida por delante de nosotros y que, de no engancharnos a ellos en ese momento, los perdemos para no volver a verlos más. Con el banquillo de un equipo como el Real Madrid ocurre algo similar. Pocos entrenadores pueden permitirse el lujo de rechazarlo, a lo sumo los que ya hayan estado allí y cuenten con más elementos para juzgar si merece la pena o no ocupar un asiento que rara vez se caracteriza por su comodidad.
El tren pasó por delante de un modesto del banquillo, Juan Ramón López Caro, que no ha dudado en subirse. Hasta ahí, correcto. Pero López Caro no puede limitarse a ser un simple pasajero de ese tren. Si algo le ha llevado a poder ocupar ese banquillo, además de estar en el sitio adecuado y en el momento oportuno, ha sido su forma de trabajar en la casa, su manera de llevar a los equipos con los que ha trabajado. Ahora es el peor momento para cambiar ese librillo que tiene todo maestrillo.
La obsesión de López Caro es la preparación física. Sus hombres deben estar al 120% (se dijo en este blog cuando se escribió el perfil del míster y lo dijo él mismo en la rueda de prensa previa al partido contra Osasuna, cuando se le preguntó por el renqueante Zidane). Pero el aficionado se pregunta si Ronaldo está al 120% (cuestión retórica porque duda incluso de si llegará al 100%), si a Roberto Carlos le pasa lo mismo... El aficionado se pregunta y los jugadores responden sobre el césped con una evidente negativa. No están listos física ni, sobre todo, mentalmente para jugar y matarse por la camiseta que llevan.
Cuesta mucho coger ese tren que sólo pasa una vez, pero no vale ser después un mero espectador. El librillo de López Caro es válido y ha quedado probado en numerosas oportunidades. Pero si no lo aplica en el terreno de juego vamos a empezar a pensar, con razón, que el míster es un traidor pero un traidor consigo mismo, con sus propias ideas, con su propia concepción del fútbol, de su trabajo, de su vida.
Algunos pensarán que retirar del once inicial a algunos jugadores puede costarle el puesto. La respuesta es secilla: parece que tampoco está demasiado seguro con ellos en el terreno de juego. Después de todo, algo hay que intentar porque, aún situándoles en el once inicial, el resultado para otros colegas ha sido el mismo.
Si sale bien, los madridistas lo agradecerán; si sale mal y se encuentra con un despido, no faltará quien valore ese acto de valentía e incluso lo premie, quién sabe si con un contrato. Lo que está claro es que la actitud conformista lleva al descarrilamiento de ese tren al que tanto se espera y al que muchos, la mayoría, aguardan en balde.
Por cierto, el Grupo Prisa comienza su campaña de casi todos los años para colocar a Radomir Antic en un banquillo. Por bien del madridismo esperamos que, una vez más, fracase.

martes, diciembre 20, 2005

El Mirador: los gallitos se toman un respiro

Después de 19 jornadas en la Liga francesa, es decir, una vuelta completa, al fin un equipo ha podido batir al todopoderoso Olympique de Lyon de Gerard Houllier. Ha sido el Lille, rival del Villareal en la primera fase de la Champions y que terminó arrebatando al Manchester United la tercera plaza del grupo que da acceso a la Copa de la UEFA. El Lille es octavo en Le Championat. ¿Sorprendente? No tanto si se tiene en cuenta que entre el segundo (Lens) y el Lille sólo hay dos puntos de diferencia. Entre el Lens y el Lyon, doce, pese a la derrota.
Aún más aplastante es la estadística de la Juventus en Italia. El sábado logró ante la Lazio su primer empate en 16 semanas. Le restamos la derrota en San Siro frente al Milan y lo que queda son victorias. Una estadística clavada a la del Chelsea en Inglaterra pero con un partido más, por lo que los números del club londinense son 15-1-1. Sólo el United fue capaz de batirle con un gol del escocés Darren Fletcher. ¿Recuerdan? Aquella semana en la que el equipo de Mourinho había sido derrotado previamente en la Champions por el Betis. Por cierto, el Chelsea jugó frente al Arsenal un peculiar duelo entre rivales de equipos españoles en la máxima competición continental. Con su derrota 0-2 en Highbury, los gunners ya se van hasta la octava plaza. Victoria del Newcastle frente al West Ham con hat-trick de Michael Owen. Pero las urracas están décimas y Albert Luque sigue lesionado.
Dramático fin de semana para el rival del Villareal en Champions. El Glasgow Rangers, que pelea por quedar entre los seis primeros y disputar las cinco últimas jornadas con los mejores, se enfrentaba al Hearts del millonario banquero lituano Romanov. Triunfo en Ibrox Park por la mínima con gol de Lovenkrands, Nacho Novo en el banquillo y expulsión para el lituano del Hearts Mikoliunas, una de las perlas del Báltico fichada por Romanov junto a Jankauskas. El Rangers sigue cuarto pero distancia un poco más al sexto, el Caledonian, curiosamente frenado por el eterno rival, el Celtic (1-1).
En Alemania se llegó al fin de la primera vuelta y al consiguiente parón invernal. Mientras el Bayern sigue resolviendo sus compromisos son solvencia (también ha perdido sólo un partido), sus perseguidores le hacen un favor. Werder Bremen y Hamburgo, tercero contra segundo, empataron a 1. El francés Johan Micoud (campeón de la Liga francesa con el Girondins y de la Bundesliga con el Werder) adelantó a los suyos y pudo sentenciar con un lanzamiento de penalty que, sin embargo, falló. Al final, empate y ambos se alejan tanto del Bayern por delante como del errático Schalke 04, rival del Español en la UEFA, por detrás. Por cierto, un jugador a seguir: el delantero turco del Kaiserslautern Altintop. Su equipo cierra la tabla pero él lleva trece goles y, atención, el sábado pasado ante el Wolfsburgo logró su tercer hat-trick de la Liga. Y dos nuevos goles de Francisco Copado para el Eintracht de Francfort, aunque su equipo acabó perdiendo 4-3 frente al Borussia Mönchengladbach.
En Holanda, pocos pueden seguir el ritmo del AZ Alkmaar. Lo hace el PSV y remontando el gol inicial del Willem II en el Philips Stadium, con dos nuevos tantos de Venegoor of Hesselink. El que se descuelga ligeramente es el Feyenoord. Y el día de después de Navidad, regalo de Santa Claus: Feyenoord-AZ. Que lo disfruten.

lunes, diciembre 19, 2005

Una Champions clave para el fútbol español

En breve analizaremos el resultado del sorteo de octavos de final de la Champions pero antes me gustaría hacer una reflexión sobre el significado que tiene esta fase para nuestro fútbol. Después del fiasco del año pasado, donde tan sólo el F.C.Barcelona fue capaz de llegar a cuartos de final, esta edición del máximo torneo continental se presenta aún con mayor presión. Dudo que las cuatro plazas de Champions estén en peligro pero más que en entredicho está el prestigio de nuestra Liga y de los futbolistas españoles, además en año de Mundial. Pero el "papelón" del año pasado hay que evitarlo a toda costa.
Respecto a los enfrentamientos de octavos, cabe previamente tener en cuenta que la eliminatoria está a dos meses vista y que este periodo, tratándose de fútbol, es todo un mundo. Resulta complicado saber cómo llegarán los equipos a finales del mes de febrero y estas dudas se incrementan si nos referimos a la eliminatoria entre el Real Madrid y el Arsenal, dos conjuntos que atraviesan una etapa con muchas incertidumbres. ¿Qué Real Madrid y qué Arsenal nos encontraremos en febrero? Al contrario de lo que le sucede al equipo blanco, los problemas en el barrio de Highbury comienzan en la portería donde ni Lehman ni Almunia presentan credenciales suficientes para ser una garantía. Y siguen por la defensa (ahí se parece algo más a los merengues). Hace años, el Arsenal podría jugar del centro del campo hacia adelante como quisiera pero detrás siempre estaban los "intocables de Highbury Park": Dixon, Adams, Keown y Winterburn. El único problema que tuvieron fue ser coetáneos y desaparecer casi al tiempo de las alineaciones de los "gunners". El cotizado Arsene Wenger no ha sabido dar con la tecla adecuada para recomponer esa línea, que cuenta con dos laterales muy ofensivos como Lauren, el camerunés de Dos Hermanas, y Ashley Cole (pretendido, dicen, por el Madrid). El centro de la zaga es para un Sol Campbell que conoció mejores años en el Tottenham, vecino londinense y enemigo acérrimo del Arsenal. Aparecen también por allí un interesante suizo llamado Philippe Senderos y el marfileño Kolo Touré, hermano del centrocampista del Olympiakos.
El centro del campo del Arsenal rebosa juventud, con Cesc Fábregas y Flamini, una apuesta personal de Wenger que no termina de romper. Fábregas se ha hecho con un puesto de titular en el equipo para cubrir el hueco dejado por la marcha de Patrick Vieira a la Juventus. Cesc carga con el juego de ataque del equipo londinense y lo que ha perdido de llegada a gol (cualidad que le hizo célebre en el Mundial sub-17 de Finlandia en el que España quedó subcampeona) lo ha ganado en solvencia en el centro del campo. Fábregas se apoya en el brasileño Gilberto Silva, que le da consistencia al centro del campo. En el Arsenal continúan Ljungberg, Pires e incluso Dennis Bergkamp, pero su aportación al equipo ha descendido conforme ha aumentado su edad. Arriba, un Thierry Henry aún capaz de lo mejor, Reyes, cuyos goles se echan de menos y que no termina de hacerse con un puesto en el once y para recambios el holandés Van Persie, al que a veces pierde su carácter algo agresivo.
La eliminatoria está al 50%, sobre todo porque ninguno de los dos pasa por su mejor momento y es aún más difícil saber cómo llegarán a finales de febrero.
Del Chelsea-F.C.Barcelona no hay mucho que comentar porque es una copia casi exacta de la eliminatoria de cuartos que vimos la temporada pasada, con algún matiz interesante. Por ejemplo, que el orden de los partidos está cambiado y la vuelta se celebrará en el Camp Nou. Se habla de final anticipada y de eliminatoria que enfrenta a los dos mejores equipos de Europa. Ahora mismo, los resultados así lo dicen. Pero se puede ser el mejor con dos estilos tan diferentes como los que presentan estos dos equipos. Veremos cuál se impone pero apuesto en este caso por el Barça. Por cierto, los dos mandan en sus respectivas ligas, el Chelsea con mucha más autoridad en la suya. Pero no olvidemos un detalle: el colista de la española, el Betis, le batió en la primera fase.
El Villareal puede ser el más perjudicado por el mencionado factor temporal. Si el enfrentamiento frente al Glasgow Rangers fuera esta semana, el equipo amarillo estaría con un pie en cuartos de final. Pero los de Ibrox Park deben reaccionar ante uno de sus peores comienzos de temporada de los últimos años, pese a lo cual están en octavos de la Champions. Dos meses sin el gallego Nacho Novo, su mejor delantero, le han pasado factura. Ni el croata Prso ni el danés Lovenkrands han sabido tapar su hueco. Una de las pocas garantías es el meta holandés Waterreus (ex del aquel magnífico PSV que completaban Cocu y Van Nistelroy). El canterano escocés Ferguson es su jugador bandera. Y ya que estamos habrá que fijarse en uno de sus hombres del centro del campo: el tunecino Namouchi, al que nos enfrentaremos en el Mundial si Roger Lemerre lo tiene a bien. Con las lógicas reservas y sin perder de vista el mal precedente de la UEFA con el Celtic, eliminatoria de claro color amarillo. ¿Cuál es vuestra apuesta?

miércoles, diciembre 14, 2005

Deporte y política, un cóctel amargo

Deporte y política, he aquí un binomio antipático y diría incluso que antinatural. Entre ellos se tratan pero, en el fondo, no se tragan y cuando se entremezclan los resultados no suelen ser positivos.
Finalmente, el jugador del Barcelona Oleguer Presas acudió a la llamada del seleccionador, Luis Aragonés, para una jornada de convivencia con el equipo nacional junto con otros 32 compañeros. El defensa se destapó la temporada pasada en una emisora de radio local cuando vino a decir que si le llegaba la hora de acudir a una llamada de la selección española se pensaría si acudir o no, debido a sus profundas convicciones nacionalistas. Todo ello ha coincidido malévolamente con la puesta en marcha de una campaña, denominada "Una nació, una selecció" en favor de la oficialización de las selecciones autonómicas de la que Oleguer es uno de sus protagonistas.
En estos tiempos que corren, en pleno debate social sobre el Estatut, tiene aún menos sentido que el deporte y la política crucen sus caminos porque lo único que se consigue es que los aprovechados de turno saquen partido a la situación y, al final, nadie sale ganando. Ya han llovido suficientes críticas al presidente del Barcelona, Joan Laporta, por mezclar política y deporte a propósito precisamente del Estatut.
No obstante, el jugador tan sólo tiene parte de la culpa. El resto la tiene la legislación vigente (de carácter internacional, no olvidemos) que obliga a los futbolistas a defender la camiseta de su país y los amenaza con sanciones si no lo hacen. Si Oleguer no quiere defender la camiseta de España, creo que está en su derecho de hacerlo. Entre otras cuestiones, porque esta decisión no sólo le reporta beneficios sino, sobre todo, perjuicios: le impide disputar competiciones internacionales como Mundiales y Eurocopas, que tanto lustre, fama y contratos han otorgado, otorgan y seguirán otorgando. Pero Oleguer ya es mayorcito para saber qué le interesa. La prueba es que lo ha demostrado: bien aconsejado, correctamente asesorado, se presentó en Madrid a la convivencia.
En los años 80, cuando aún no existía esta normativa internacional, Ignacio Cortabarría, defensa de la Real Sociedad, renunció a defender la camiseta de España. En el extremo opuesto, José Angel Iríbar, relacionado posteriormente con movimientos abertzales, se enfundó la camiseta de la selección y se convirtió en todo un símbolo. Obviamente eran otros tiempos, había una dictadura que, penosamente, se servía del deporte para hacer propaganda del régimen. Y no se podía elegir. La situación de ahora se parece más a la de Iríbar que a la de Cortabarría. Ahora uno es libre de optar por lo que considere oportuno pero debe atenerse a las consecuencias. Una libertad un tanto sui generis.
No obstante, tampoco conviene olvidar que, en definitiva, esto no es más que un juego. En un reportaje que Real Madrid Televisión realizó sobre Arvydas Sabonis se le preguntó al mítico pívot lituano por sus sensaciones a la hora de jugar con la camiseta de la Unión Soviética. Sabonis decía: "es lo que había, si querías disputar competiciones internacionales tenías que ponerte esa camiseta. Y una vez que te la ponías, ¿qué más daba? Luchabas por hacerlo lo mejor posible, sin fijarte en la camiseta que llevabas". Volviendo al ejemplo de Oleguer, resulta peculiar que entre los personajes del mundo del deporte que apadrinan la campaña "Una nació, una selecció" se encuentren el actual presidente del Joventut de Badalona, Jordi Villacampa, y el ex jugador de balonmano del Barça Enric Masip, cuando ambos han defendido durante muchos años la camiseta española de sus respectivas selecciones, en el caso de Masip en más de 200 partidos. Modelo Sabonis: se ponían la camiseta y a jugar porque esto es un juego.
Don Santiago Bernabéu era enemigo absoluto de mezclar política con deporte. Sin embargo, estuvo a punto de provocar un conflicto diplomático cuando en Tel-Aviv, en pleno descanso de un partido de baloncesto entre el Maccabi y el Real Madrid, condecoró con la medalla del club a Mosés Dayán, el héroe de la Guerra de los Seis Días. El Gobierno de la dictadura tenía una sintonía especial con el mundo árabe y este gesto trascendió a España a la velocidad del rayo. Bernabéu siempre defendió que lo hizo en nombre del Real Madrid pero, quizá sin querer, se saltó sus propias normas: jamás mezclar política y deporte. Y el episodio quedó como un borrón en su carrera.
Este fin de semana se ha armado una buena en Italia porque el futbolista del Lazio Paolo di Canio dedicó a la grada el saludo nazi en el campo del Livorno, cuyos hinchas más radicales se identifican con los grupos de izquierda, al salir del campo por una sustitución. Si Di Canio tiene vocación política debería afiliarse a un partido filofascista y dar la cara como político pero no disfrazado de futbolista porque lo único que hace es avergonzar a muchos de los aficionados al equipo romano que no compartirán sus ideas. Y de paso, a casi todos los que amamos el deporte. Definitivamente, no es buena idea mezclarlos. ¿Se imaginan al Parlamento de corto? ¡Qué horror!

martes, diciembre 13, 2005

El mirador: ¡qué bonita está la Liga en Holanda!

A falta de dos jornadas para el final de la primera vuelta, la Liga holandesa está que arde y se prepara una recta final interesante. Triple empate en cabeza después de 15 jornadas. PSV, Feyenoord y AZ Alkmaar han logrado 35 puntos. El fin de semana se vivió el clásico en Rotterdam. De Kuip asistió a la victoria del Feyenoord ante su rival de Eindhoven por 1-0, con el undécimo gol de Kuijt, pretendido según dicen por el Real Madrid, en lo que va de Liga. El PSV no parece tan intratable como en años anteriores y ante la crisis del Ajax de Danny Blind, perdido en la tabla a 14 puntos de los líderes, el Feyenoord presenta su candidatura. Como invitado de excepción el AZ, que cuenta con un Lanzaadt en plena forma y que ha incorporado con todo éxito al ex goleador georgiano del Ajax Shota Arveladze, que lleva dos goles más que Kuijt. En dos semanas nos espera un interesantísimo Feyenoord-AZ.
Sorpende que en Holanda existe esta igualdad a estas alturas cuando las ligas tradicionalmente competidas presentan un aspecto nada emocionante. En Italia, Francia e Inglaterra, los respectivos líderes (Juventus, Olympique de Lyon y Chelsea) aventajan en diez puntos o más a sus inmediatos perseguidores. Parece que sólo cabe esperar el momento en que se proclamarán campeones.
En Alemania, el Bayern ha logrado el honorífico título de campeón de invierno una semana antes de concluir la primera vuelta. Sin embargo, no lo ha hecho con la comodidad esperada. El outsider es el Hamburgo. Ojo a este equipo, que ya nos dio un disgusto eliminando al Valencia de la Copa Intertoto y dejándole sin salida a Europa para esta temporada. Incorporó en el verano al goleador holandés de madre española Rafael Van der Vaart, una de las perlas de la cantera del Ajax que llegó a compartir punta de ataque en el club holandés con Zlatan Ibrahimovic. Cuenta con el bosnio Barbarez en plena forma (ya le sufrimos con su selección en Mestalla donde se hizo el amo del terreno de juego) y con la sorpresa del iraní Mahdavikia, todo un fenómeno en Alemania, con página web propia incluida. Le veremos en el Mundial. El central belga Van Buyten completa un magnífico bloque. Mientras, el Werder Bremen sigue a ambos con apuros y el Schalke 04 vuelve a sucumbir con un nuevo proyecto millonario. El delantero ex del Suttgart Kevin Kuranyi tampoco parece ser la solución del equipo tras el desaprovechado desembolso por Ailton.
Dos apuntes de españoles exiliados para terminar. Noticia para celebrar, el regreso a los terrenos de juego de Nacho Novo, delantero del Glasgow Rangers, tras dos meses de ausencia. El equipo lo ha notado y de qué forma. El conjunto de Ibrox Park va cuarto, 17 puntos por detrás del Celtic. Y ojo, ni mucho menos tiene asegurado jugar los últimos 11 partidos por el título. Para ello debe quedar entre los seis primeros. Al Celtic tan sólo le amenaza el Hearts del banquero lituano Romanov.
Y Francisco Copado volvió a marcar para el Eintracht de Frankfort. Curioso lo de esta andaluz que se dio a conocer precisamente en Alemania. Lo trajo de vuelta el Mallorca cuando ascendió a primera de la mano del doctor Beltrán y compañía. Fue un proyecto de ilusión, retorno a primera y equipo para mantenerse y dar guerra. Contrató a un tan Héctor Cúper al que nadie conocía y que entranaba por entonces al Atlético Lanús de Ariel Ibagaza. Copado estuvo en ese primer proyecto pero no jugaba y retornó a Alemania. Le va mejor el clima germano.
En El Mirador echaremos un vistazo a las otras ligas europeas, a lo más destacado y llamativo. Se admiten sugerencias, comentarios y, sobre todo, críticas.

lunes, diciembre 12, 2005

Suerte y cautela

Celebrarse el sorteo para el Mundial de Alemania y volver a dispararse la euforia en torno a la selección ha sido todo uno. Era de imaginar. Las declaraciones de prudencia, de cautela y mesura, surgidas especialmente tras la conclusión de la fase previa de grupos, han saltado por los aires por obra y gracias de la composición de los grupos y el capricho de las bolitas mágicas, que han encuadrado a España junto a Ucrania, Túnez y Arabia Saudí en el Grupo H. Se habla del "grupo más fácil del Mundial", de "la flor de Luis", de una primera fase "chupada"... ya por hablar hasta se habla del enfrentamiento de cuartos frente a Brasil.
Está claro que en el grupo de la muerte no hemos caído (éste se reserva últimamente para Argentina, donde está muy contentos por esta circunstancia; por cierto, para Italia esta vez parece que han preferido un grupo complicado antes que masacrarles a malos arbitrajes como hace cuatro años). Pero, de momento, se me ocurre que el grupo mundialista es más complicado que el de clasificación de la zona europea (recordemos, Serbia y Montenegro, Bélgica, Lituania, Bosnia y San Marino), de la cual ya se han dicho suficientes cosas para añadir más.
El debut será contra Ucrania y a las 3 de la tarde (peligroso, porque ya tenemos la excusa de la hora inhabitual. A propósito, en Ucrania no es tan extraño jugar a esas horas, al contrario). De esta selección conocemos a Shevchenko pero el conjunto del mítico Oleg Blokhin es algo más. Sobre todo, un bloque difícil de superar, que se ha convertido en el mejor exponente del fútbol de la antigua Unión Soviética. De hecho, la mayoría de los jugadores que tan buena impresión dejaron en los Mundiales de España 82 y México 86 (incluído el propio Blokhin) eran ucranianos y jugaban en el Dinamo de Kiev. Además del peligro que supone Shevchenko, no perdamos de vista a Husin y Gusev. El primero de ellos, un delantero con peligro. El segundo, un centrocampista con llegada. Atentos también a Andriy Rusol, toda una sorpresa llegada del Dnipro Dnipropetrovsk. Un zaguero de la escuela rusa, con poderío para sacar el balón con elegancia, iniciar la jugada e incorporse con alegría al ataque. Un digno heredero de figuras como Sergeiy Baltacha o el más reciente Ilya Tsymbalar, ambos del Spartak de Moscú. Del "brasileñizado" Shaktar Donetzsk llega Tymoshuk, otro futbolista que da empaque a un poderoso centro del campo. Y un par de datos más. En la fase de grupo sólo han encajado 7 goles en 12 partidos. Y los predecentes contra España los encontramos en la clasificación para la Eurocopa de Portugal. Empate en Kiev y victoria con suspense en España. Ninguno de los dos partidos fue sencillo. Para los que echen de menos a Sergeiy Rebrov, entró en las últimas listas de Blokhin para los partidos de clasificación, aunque no jugó como titular. Tras su pobre aventura inglesa (Tottenham y West Ham United, con este último subió este año a la Premier desde la First Division), ha regresado al Dinamo de Kiev en el que se disputa un puesto de delantero con el letón Maris Verpakovskis. Podría estar entre los 23 para el Mundial.
Si nos daban miedo ciertos rivales africanos (Costa de Marfil y Ghana, sobre todo) convendría tener en cuenta que el último campeón de la Copa de Africa (2004) es Túnez. Bien es cierto que el arbitraje de este torneo dio la vuelta al mundo por su parcialidad a favor de los anfitriones tunecinos, pero esta selección está lejos de ser una "perita en dulce".
Túnez es tremendamente irregular, como demostró en la última Copa Confederaciones. Si contra España les sale el día bueno, puede haber problemas. El más conocido de sus representantes es Mehdi Nafti, que militó en el Racing de Santander, antes de recalar en el Birmingham City de la Premier inglesa. Nafti define bien lo que es el jugador tipo tunecino: fuerza no exenta de clase. Otro tunecino que juega en Inglaterra es Jaidi, compañero de Iván Campo en el Bolton, fijo en el centro de la defensa y un excelente rematador de cabeza. Atención también al delantero de moda en el país, Guemamdia, sin olvidar su bandera: Hatem Trabelsi, lateral derecho del Ajax de Amsterdam, que jugará su tercera fase final de un Mundial y que es la auténtica alma del equipo. Benachour, mediocentro del PSG, y Saidi, defensa del Feyenoord, completan una representación a la que España debería superar por calidad, aunque esto no lo es todo en el fútbol.
El problema con Arabia Saudí es el desconocimiento de este fútbol, al que vemos de cuatro en cuatro años. La impresión dada en Corea y Japón fue más bien pobre, con vergonzosa goleada ante Alemania incluida. Será el menos preocupante, aunque también será el último rival y ya tenemos experiencia del Mundial de Francia: meter 6 goles en el último partido... y a casa.
No estaría mal volver al clima de prudencia de la repesca. Sin darnos cuenta, estamos hablando de cuartos contra Brasil. Y, de momento, en el horizonte sólo debes estar Ucrania...

domingo, diciembre 11, 2005

El ángel que vio a otro ángel (breve homenaje a Charly Gaul)

Con la muerte del luxemburgués Charly Gaul desaparece uno de los grandes del ciclismo de los años 50. Un Tour de Francia y dos Giros de Italia logrados en aquel tiempo constituyen la leyenda de un enorme escalador, que compitió y batió a los más grandes (entre ellos, Federico Martín Bahamontes) aunque tuvo la "mala suerte" de toparse en su época con Jacques Anquetil, el primero en lograr cinco Tours, apodado "señor reloj", por su dominio de la especialidad contra el crono. El ciclista luxemburgués también tuvo su peculiar apodo: "el ángel de las cumbres", por su facilidad a la hora de pedalear cuesta arriba.
Gaul fue además célebre por su azarosa vida al margen de la bicicleta. Se casó tres veces y tras abandonar el ciclismo se recluyó en el centro de Luxemburgo, entre los frondosos bosques del Gran Ducado, donde vivía prácticamente como un ermitaño.
A este respecto, es maravillosa la anécdota que relata Javier García Sánchez en su muy recomendable libro Una pasión templada, dedicado a la carrera de Miguel Indurain. Cuenta el autor que Gaul estaba completamente alejado del mundo del ciclismo y que no quería saber nada de él. Hasta que llegó la famosa contrarreloj de Luxemburgo en el Tour de Francia de 1992, probablemente la primera en la que Indurain hizo pedazos a sus rivales. Gaul decidió acercarse a ver el paso de los ciclistas, aprovechando que el recorrido era cercano a su casa. Al parecer, según narra García Sánchez, Gaul quedó obnubilado al ver la imagen señorial de Indurain, a lomos de su Pinarello de cabra (preparada para contrarreloj), un perfecto binomio hombre-máquina, que se fusionaban en una sola entidad. Hasta tal punto le impresionó la imagen que Gaul aseguró "haber visto un ángel" con el paso del navaro.
A partir de entonces, Gaul retomó su gusto por la bibicleta, se animó a estar presente en la salida de marchas cicloturistas e incluso en algunas pruebas de mayor entidad. Y siempre diciendo lo mismo: "vi pasar a un ángel". Gaul se convirtió así en el ángel que vio a otro ángel.
Dos apuntes para terminar. Gaul ganó el Tour en 1958, una edición con anécdota. El último en la clasificación fue el francés Roger Walkowiak, considerado como el más sorprendente vencedor de una ronda gala. Lo hizo dos años antes, aprovechando la enorme ventaja que cobró después de una escapada consentida por el pelotón.
Y segundo, Gaul ha muerto septuagenario, sin circunstancias extrañas a su alrededor. Me gustaría que aquellos que buscan permanentemente el morbo cuando muere un ex ciclista a edad temprana se fijaran también en casos como éste aunque, por lo que se ve, han aprovechado para callar. Mejor.

jueves, diciembre 08, 2005

Fuera de Europa

En 1999, el Manchester United se coronaba como rey de Europa al lograr por segunda vez en su historia el máximo galardón continental. Aquella final de Barcelona la ganó in extremis, es cierto, pero después de un partido que dominó de principio a fin y en el que demostró ser mejor equipo que su oponente, el Bayern de Munich. Seis años después, el United no ha superado la primera fase y ni siquiera se ha quedado con el (mal) consuelo de acceder a la Copa de la UEFA. Ultimo de grupo, tras el fantástico Villarreal (sabía que iba a quedar primero desde el sorteo, lástima no tener aún el blog para escribirlo), el Benfica y el Lille. Vamos, que tampoco era el "grupo de la muerte". United, Bayern y Real Madrid, que dominaron Europa en el cambio de siglo, están en proceso de decadencia/renovación. El que mejor lo está llevando es el Bayern porque, al menos, sigue triunfando en su país al no haber aparecido una alternativa solvente . Los tiempos cambian. Por cierto, el Oporto, que fue campeón hace dos años, también se ha quedado sin nada, hasta el año que viene fuera de Europa.
Creo que es de los puntos más destacados de la primera fase de la Champions, aunque hay otros para repasar someramente. Por ejemplo, que entre unas cosas y otras, el Chelsea ha quedado segundo de su grupo, detrás del Liverpool, y por lo tanto se tendrá que cruzar con un primero y jugar la vuelta fuera de casa. De momento, no parece haber idilio entre el equipo de Abramovich y la Champions. Llama la atención también la facilidad para clasificarse de Arsenal, Barcelona y Olympique de Lyon, 16 puntos de 18 posibles. Y lo bien que ha rentabilizado sus goles el Villarreal: únicamente 3 para sumar 10 puntos y ser primero de grupo. Claro que sólo encajó uno, el equipo menos goleado junto a Chelsea (sólo el bético Dani pudo perforar su meta) y Liverpool.
El submarino amarillo ha obtenido matrícula de honor entre los novatos, pero loable ha sido la labor del resto: Betis, Thun y Artmedia, clasificados para la UEFA. Increíble lo de estos últimos. Tras una impresionante fase, dependían de ellos mismos, con un partido en casa, para clasificarse. Y los eslovacos no pudieron pasar del 0-0 ante el deshauciado Oporto. El Thun, el de menos presupuesto de esta Champions, también ha hecho un buen papel, pero lo ha pagado en la competición nacional. Después de que el año pasado compitiera codo con codo en la Liga helvética con el Basilea, auténtico dominador de la competición en los últimos años, ahora marcha quinto a 15 puntos del líder.
Un par de detalles relacionados con el Real Madrid para terminar. Primero, echando un vistazo a sus posibles rivales en octavos de final se deduce que esa eliminatoria va a ser muy grande, pase lo que pase en el sorteo. Segundo, precioso el gol que ayer marcó Portillo, en las filas del Brujas, al Bayern de Munich. En cierto modo, recordó al primero que marcó en la competición, con la camiseta del Madrid y en el Spiros Louis de Atenas, frente al Panathinaikos. Dicen que el Real Madrid busca un delantero en el mercado de invierno y, ahora mismo, el inquilino del banquillo del equipo blanco es aquél que subió en plena temporada a Portillo desde el equipo de Tercera División al B para que contribuyera al ascenso. ¿Pedirá López Caro a Florentino Pérez la vuelta de Portillo?

martes, diciembre 06, 2005

Un obrero del banquillo

"¡¡Juanrra, Juanrra!!", vociferaba un espectador, ya algo mayor y con la voz ronca, tras la verja de las gradas de uno de los campos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Hacia él se aproximaba Juan Ramón López Caro, vestido con el chándal del equipo, con paso cadencioso y una eterna sonrisa dibujada en el rostro. Acababa de salir por el túnel de vestuarios del modesto campo y se dirgía sin prisa a ocupar su lugar en el banquillo, mientras sus chicos del Real Madrid B se situaban en el terreno de juego.
"¡¡¿Has visto lo que nos han hecho esta mañana? ¿Lo has visto?!!". López Caro asentía con la cabeza y se encogía levemente de hombros, tratando de consolar al indignado espectador con un "el fútbol es así". El filial madridista estaba inmerso en una de las liguillas de ascenso a Segunda que no logró superar. Esa tarde se enfrentaban al Español B. Pero antes, muy temprano, muchos espectadores se habían dado el madrugón, y eso que era sábado, para ver cómo España caía en cuartos de final del Mundial 2002 frente a Corea del Sur, por penalties y por la desvergüenza de un mal árbitro egipcio llamado El-Gandour.
El duelo entre filiales estaba a punto de comenzar pero López Caro confiaba en sus chavales. Siguió departiendo con el aficionado y luego se sentó en el banquillo para arengar continuamente a los suyos, utilizando formas abreviadas de sus nombres para llamarles. "Sou" para Sousa, "Miña" para Miñambres, "Porti" para Portillo. Pero su grito de guerra era otro, un lema que acabó por contagiar a los fieles que siguen habitualmente a la cantera: "¡vamos, equipo!"
Esa expresión lo dice todo. López Caro cree en el grupo, en el bloque, por encima de las figuras, por encima de las estrellas, que también las ha tenido en sus equipos. Su obsesión es la condición física. Si Platón colocó en la puerta de su escuela una inscripción que decía: "no entre nadie que no sepa Geometría", López Caro situaría a la entrada de su vestuario: "no entre aquí quien no esté a tope". De ahí ese apodo de "el sargento", del que no parece enorgullecerse. Toda la timidez, la candidez que le adorna fue del campo desaparece cuando coge los trastos de entrenar, se cala su gorra y su chandal y se obstina en no estar contento con la preparación física de su equipo, aunque todos estén en óptimas condiciones para hacer un buen papel en la próxima San Silvestre.
En plena fase de ascenso a Segunda de este año, la buena para el filial madridista, López Caro fue invitado a la tertulia nocturna de Real Madrid Televisión. El míster apenas levantó la cabeza en todo el programa, le daba vergüenza ser el protagonista, que los ojos de los madridistas se posaran en él en lugar de hacerlo en los jugadores. Sólo la levantó de manera firme cuando uno de los contertulios le dijo: "Míster, Trashorras y Jurado tienen que jugar si queremos ascender". Su reacción: "Trashorras y Jurado jugarán sólo si están al 120%; si están al 100%, lo harán otros compañeros en su lugar". Así es López Caro. El bloque por encima de las individualidades. Un obrero del banquillo.

lunes, diciembre 05, 2005

Una crisis mal gestionada

Me ha decepcionado Florentino Pérez en la gestión de una nueva crisis en el Real Madrid. Creo que es difícil hacer peor las cosas y no acierto a entender por qué. No es la primera vez ni mucho menos que, en la época del actual presidente, el club debe cambiar de entrenador. Es decir, que por falta de experiencia no es, lo que hace aún más incomprensible la sucesión de despropósitos. El último, no estar presente en la rueda de prensa posterior a la destitución del técnico y dejar todo en manos de un comunicador impotente como Emilio Butragueño, tan hábil con la pelota en su etapa de futbolista, como torpe con la palabra, que lo ha sido siempre.
Quizá el presidente merengue creía que no sería necesario despedir a Luxemburgo, que caería de puro maduro, por la presión y las descargas que genera ese banquillo, como le ocurrió a Camacho. Es posible que pensara que situando la espada de Damocles encima de la cabeza de Luxe (con la "ratificación", con las portadas y comentarios de los diarios deportivos, con toda la prensa en contra del entrenador) éste reaccionaría, se achicaría y cedería.
Tremendo error. Luxemburgo ha estado en el banquillo más duro del mundo, el de la selección brasileña, con 350 millones de ojos permanentemente pendientes de sus movimientos y con la guadaña preparada para cuando sea necesario utilizarla. Y obviamente, no cuenta con el sentimiento madridista de Camacho, que en un momento dado podía pensar que hacía bien al club con su marcha. Por si no quedaba claro, por si Pérez pensaba que esto era una simple reflexión de periodistas o aficionados, el míster se lo dejó claro, cuando dijo en el transcurso de una rueda de prensa: "yo me quedo aquí, voy a seguir el año que viene y voy a cumplir mi contrato". Y también se dio cuenta del empujón de la prensa cuando aseguró: "están en contra mía".
La presión no surtió efecto, no había más remedio que echarle. Pero mientras, Luxe se protegió de los bombazos dirigidos contra el banquillo, lo que ha repercutido negativamente en el Madrid. Comenzó definitivamente a echar el equipo hacia atrás, en un claro paralelismo con su situación (tocaba defenderse). E inició una serie de desmanes, como jugar a aguantar el empate en casa contra el Olympique de Lyon, alinear a futbolistas recién salidos de lesiones, sin estar aún a tope, contra el Barcelona y, en fin, la apoteosis del sábado: cambiar a Robinho para protegerle del Bernabéu(?), acumular efectivos defensivos en casa, contra el Getafe...
En definitiva, desquiciar a la plantilla. Lo de Beckham lo pudo ver todo el mundo. Su forma de discutir airadamente en pleno campo con Luxemburgo ha sido reflejado por algunos medios. Pero minutos antes, Luxe había tenido otro "debate" con Pablo García. Y Gravesen, mientras calentaba en la banda, protagonizó un incidente con los espectadores de las primeras filas en el que tuvo que mediar un efectivo de la seguridad contratada por el club porque el danés se olvidó de los ejercicios y se encaminó directo a la grada (si alguien lo duda, que pregunte al compañero Jesús Alvarez, al que le pilló justo enfrente de donde se ubicaba).
Y tras el destrozo, el remate. Florentino no da la cara. La rueda de prensa de Butragueño la podría haber ofrecido el Neng de Castefa, que por lo menos tiene más gracia. Y eso que Pérez tenía un precedente: cuando hubo que explicar que Del Bosque y Hierro no seguían en el equipo le tocó dar la jeta a Valdano y lo hizo tan bien que el presidente tuvo que dar otra rueda de prensa al día siguiente. Eso sí, a los compañeros no les ha debido surgir la misma duda que a mí porque ninguno le ha preguntado al vicepresidente cuarto del club el porqué de la ausencia del máximo responsable. Quizá, el salir a dar la cara en estos momentos ha sido una especie de castigo porque, según dicen, Butragueño fue el que dio la cara por Luxe cuando éste fue "ratificado" por la junta (es decir, condenado a falta de la firma del notario). A alguien le tenía que tocar y, a fin de cuentas, el Buitre ha sido el último en llegar.

domingo, diciembre 04, 2005

Un 3 de diciembre hace 16 años

Desde hace tiempo, el comienzo del mes de diciembre me trae recuerdos de una tarde que nunca debió haber existido. Atónito escuché por la radio que Fernando Martín había tenido un accidente de tráfico muy grave mientras se dirigía al Palacio de los Deportes para ver un partido del Real Madrid, que no podía jugar por estar lesionado. Moría minutos después.
Fernando Martín vivió siempre muy deprisa, como aquel Lancia en el que encontró el final. Fue el primer español en ir a la NBA, quizá demasiado pronto, cuando aún había mucha distancia entre la Liga Profesional y el baloncesto FIBA. Un año antes, los New Jersey Nets le habian elegido en el draft y jugó con ellos los partidos de verano. En el primero le partieron el labio en la lucha por un rebote. Cuando después del Mundial de España fichó por los Portland Trail Blazers un compañero con el que se debía disputar los pocos minutos de los que disfrutaría, al menos al principio, le rompió la nariz, de forma fortuita, aunque cuentan los entendidos que en la NBA hay demasiados sucesos "fortuitos" como éste. Por un puesto, por un minuto en cancha, por una mirada de un entrenador.
Martín era duro, introvertido y serio. El único capaz de aguantar todo eso. Volvió a Madrid a cerrar el ciclo, logró compartir vestuario con Drazen Petrovic, que tantas noches europeas le había amargado. Un año antes del accidente, su equipo había conquistado la Recopa frente al Snaidero de Caserta de Oscar Schmidt, tras una prórroga, tras ¡64! puntos de Petrovic. Fernando ya no era la pieza angular del equipo pero le daba empaque.
Aquella fatídica tarde, el Real Madrid se medía al CAI Zaragoza. Ninguno de los dos pasaba por su mejor momento. Los maños acaban de fichar al ruso Belosteny, al borde de su retirada. Al enterarse de la noticia se quedó conmocionado (tantas veces se habían enfrentado con la selección de la Unión Soviética y con el CSKA) y sólo pudo decir: "igual que Goborov". Se refería a un emergente jugador ruso que llegó a militar en la selección soviética y que también encontró la muerte en la carretera.
De aquel 3 de diciembre siempre quedará en la memoria una imagen: fotos de Fernando Martín tiradas en el asfalto, manchadas con la sangre del ídolo. Se encontraron al lado del lugar del accidente, entre los restos del coche. Siempre las llevaba encima, para firmarlas y repartirlas entre los aficionados cuando le requerían un autógrafo. Siempre me pareció que las últimas las firmó con su propia sangre y por desgracia las dejó para la posteridad más amarga.

sábado, diciembre 03, 2005

Humo para vender (la lesión de Xavi)

Una noche, una de aquellas de debacle en la que la mayoría de nuestros representantes en competiciones europeas habían quedado eliminados, preguntaron al entrenador de uno de ellos por una posible explicación. "Es muy sencillo, vendemos humo", aseguró con la máxima sobriedad.
Muchas veces, la pasión nos impide ver el escenario con claridad y tienen que ser acontecimientos como aquellas tristes noches los que nos hagan volver a la realidad. En este caso, ha sido la lesión de Xavi la encargada de recordarnos quiénes somos. Todas las lesiones graves son inoportunas pero a seis meses de un Mundial tienen otro nombre, aunque no vamos a reproducirlo por malsonante.
El instinto nos ha llevado a todos a buscar un posible sustituto y nos hemos encontrado, más o menos, con un conjunto vacío. Definitivamente, la baja de Xavi para el Mundial es grave y mucho más lo será si se combina con la de Raúl. Ningún nombre de los que sale parece convencer y uno llega a la conclusión de que, quizá, no lo tengamos. O lo tenemos pero no lo hemos sabido explotar.
Es curioso, Xavi es de la generación de los campeones del mundo sub-20 en Nigeria, con Casillas, Aranzubia, Yeste, Gabri, Aganzo. Ahora se habla, para una posible suplencia, de dos futbolistas de generaciones posteriores, también con éxitos internacionales. Uno de ellos es Iniesta, el alma de una fantástica hornada con contaba también con Fernando Torres y José Antonio Reyes como puntas de lanza. El otro, Fracesc Fábregas, Cesc, que no fue campeón del mundo sub-17 pero sí finalista, en Helsinki, contra Brasil y después de haber superado a Argentina. Una generación liderada por el propio Cesc, por los madridistas Jurado y Juanfran y el finísimo Silva, el canario del Valencia cedido al Celta. Iniesta y Cesc son fantásticos pero entre los dos suman cero partidos con la selección absoluta. A siete meses del inicio del Mundial.
Se habla de Senna, que tampoco ha debutado, de la inconstancia de Guti, del flojo estado de Rubén Baraja y de la incapacidad de Xabi Alonso para desempeñar el papel de Xavi. Se rompe un futbolista y no tiene sustituto. Pero le exigimos a nuestro fútbol los máximos éxitos, los máximos logros, las más altas cotas. ¿No resulta una contradicción?
A cualquier entrenador le gustaría contar con dos buenos jugadores por puesto. Se dice que un equipo grande los tiene. Parece que la selección no los tiene. ¿Es un equipo grande?
Me da la impresión de que aquel entrenador tenía razón. Hemos vendido humo durante demasiado tiempo. Pero cuando se desvanece tenemos que ver lo que hay detrás.
Por cierto, ironías del destino. Aquel entrenador era Luis Aragonés, al frente entonces del Atlético de Madrid. Hoy, máximo responsable de la selección, se enfrenta con la papeleta de buscar un recambio donde parece no haberlo. De nuevo, víctima del humo.

viernes, diciembre 02, 2005

¡Gracias a todos!

Cumplido el primer mes de este blog, sólo puedo enviar un mensaje de gratitud enorme a todos aquéllos que han tenido a bien asomarse a esta ventana abierta a todo el mundo y compartir sus ideas, reflexiones y pensamientos sobre uno de los asuntos que más nos apasionan. Agradezco igualmente los elogios recibidos y animo también a que se incluyan las críticas que sean necesarias para mejorar el blog.
Algunos post han recibido más de 10 comentarios, aunque también vayan incluidas mis respuestas y aclaraciones, lo que me ha llenado de satisfacción. Todo ello se debe a vuestra disposición a colaborar, que espero se prolongue en el futuro.
Además de agradecer a todos los amigos y a otros bloggers desconocidos por mí vuestra atención y colaboración, no quería terminar sin hacer una mención muy especial a Elías Israel, ex director del diario Marca, quien también dejó su opinión en uno de los post y que supone todo un aval de lujo para el blog.
¡Gracias a todos! Seguimos en línea.

martes, noviembre 29, 2005

Los brasileños y la prensa (el despido de Didí)

En el post "Damocles en el banquillo" sugería que un entrenador bajo presión se ocuparía principalmente de mantener su puesto de trabajo, lo que no siempre se relaciona de forma directa con mantener vivos los intereses del equipo. Se podrá estar de acuerdo o no con Vanderlei Luxemburgo, podrá gustar más o menos; lo que parece claro es que le están torpedeando y si tiene que ocuparse de poner el banquillo a cubierto de las bombas, mal podrá dedicarle tiempo al Real Madrid.
Sin pretender ser mal pensado, el episodio del tal Paulo Campos y sus palabras a un medio de comunicación brasileño suena, por lo menos, extraño. Este fulano habla con un periodista amigo, dice que Guti se inventa una lesión, la noticia llega a España, el tal Campos dice que él no dijo tal cosa, un medio de comunicación español no tarda ni unas pocas horas en hacerse con la cinta para dejar en evidencia al tal Campos, éste pide perdón, al final no le echan... y quizá lo más divertido: los medios siguen a este señor sin ocuparse de lo sustancial y grave, esto es, si Guti realmente simuló esa lesión. Como dice un proverbio chino: "cuando alguien señala a algo, sólo los necios se quedan mirando al dedo".
Este episodio recuerda inevitablemente al vivido con el brasileño Didí a finales de los años 50. Didí llegó al Real Madrid de la época dorada con la aureola de formar parte de la mítica delantera brasileña junto a Pelé, Garrincha, Vavá y Zagallo, y de ser campeón del mundo. Sin embargo, nunca triunfó en el Madrid. Su juego decepcionaba a propios y extraños, no era ni la sombra del futbolista que todo el mundo conocía. Didí firmó por varios años con el Madrid y no llegó ni a cumplir el primero.
Don Santiago Bernabéu explicó en algunas ocasiones lo que ocurrió con Didí. Un día, antes de un partido en Chamartín, el presidente bajó a los vestuarios y se reunió en solitario con el futbolista y con el entrenador, entonces el paraguayo Fleitas Solich. Bernabéu le preguntó que si estaba a gusto en España. "Sí, señor", fue la respuesta de Didí. "¿Contento por jugar en el Madrid?", interrogó Bernabéu. Nueva respuesta afirmativa, como la que dio al ser preguntado sobre si sus compañeros de equipo le trataban bien. "¿Didí, lee usted la prensa?", interpeló entonces Bernabéu. "No, señor", contestó el delantero. Tras esa respuesta, el presidente miró al entrenador y Fleitas puso una cara de asombro difícil de disimular. El presidente volvió a la carga: "Lo digo, Didí, porque los periodistas de aquí le combaten mucho". "También lo hacen en Brasil", aseguró Didí.
Tras un tenso silencio, Bernabéu insistió: "¿de verdad que no lee usted la prensa?". La cara de Didí cambió, se vio sorprendido y cogido en renuncio; bajó la cabeza y dijo: "señor, yo no compro la prensa pero a la hora de comer, mi mujer me pone sobre la mesa recortes de periódicos donde hablan de mí". El presidente se metió entonces la mano en un bolsillo de la chaqueta, sacó una hoja de un periódico brasileño y, mostrándosela a Didí, dijo en voz alta: "su mujer nos ha puesto en una situación muy difícil al decirle a este periódico de Brasil que sus compañeros influyen sobre los periodistas españoles para que hablen mal de usted. Eso es una calumnia y usted lo sabe".
No hubo más conversación. Didí no volvió a jugar en el Madrid, al que le costó caro su despido. El delantero no tardó mucho en despotricar contra el club y sus compañeros, en especial, Di Stéfano, a su llegada a Brasil. Pero es evidente que el club quería deshacerse de Didí ya que, según declararía más tarde Bernabéu, su contratación fue uno de sus más grandes errores.
A estas alturas, no se sabe si el Madrid quiere echar a Luxemburgo y se sirve de la prensa, si la prensa no desea que Luxemburgo siga y le dedica titulares tan explícitos como los de las portadas de As y Marca tras el partido contra el Olympique de Lyon o si nadie quiere que continúe el técnico y cada uno hace la guerra por su cuenta. Ayer, Luxemburgo, que estaba convocado en el Foro Luis de Carlos para hablar de la universalidad del Real Madrid, disculpó su ausencia por encontrarse aquejado de gripe. Pedro Pablo San Martín, subdirector del As, pone hoy en duda con sutileza la enfermedad del técnico y recuerda que los madridistas están a la espera de una explicación sobre el asunto del tal Campos.
No se sabe cuál será el futuro de Luxe pero lo que sí está escrito es que no menos de media docena de futbolistas del Madrid achacaron la mala temporada del año pasado a haber contado con tres técnicos diferentes (Camacho, García Remón y Luxemburgo). ¿Será bueno escuchar su consejo?

lunes, noviembre 28, 2005

Esta no te la perdonamos, George

George Best siempre fue un jugador aliado con el perdón. Sus numerosas faltas de indisciplina, que hubieran generado un malestar insoportable si vinieran de cualquier otro jugador, recibían una mayor indulgencia por venir de su parte. Iba con él. Si un equipo quería tener en sus filas a Best tenía que soportar que llegara tarde a entrenar o que estuviera más pendiente de las faldas. El norirlandés no era un jugador disociable, un Jeckyll y Hide. Buscaba siempre disfrutar, en el campo y fuera de él. Y muchas veces esto es incompatible.
A Best se el perdonó cuando empezó a jugar en el United y se largaba cuando quería a su Belfast natal porque decía que tenía nostalgia de su hogar. Su equipo no tuvo problemas para mandarle un avión al Ulster y que llegara a tiempo a jugar en Old Trafford, con la condición de que otro avión le dejara de nuevo en casa cuando acabara el partido.
Sir Matt Busby, el único que supo atarle en corto, habló en el vestuario del Estadio de la Luz, aquel día en que el United destrozó al Benfica en casa (1-5, en Copa de Europa), de comenzar el encuentro con cautela, aguantando el empuje inicial del rival. A los 12 minutos, Best había marcado dos goles y tras finalizar el partido, Busby se dirigió a su jugador y le dijo: "obviamente, usted no me escucha cuando yo hablo".
Tras dejar el United no encontró sitio. Iba de un equipo a otro. Su lugar estaba en un grande, siempre al borde de los títulos, y no cualquier plaza en la que aparecer como un mono de feria para que a los dos días el público se canse de ti.
Pero a cambio de su fútbol se lo perdonamos todo... o casi todo. Que nos haya dejado tan pronto, que no haya dedicado un tiempo a cuidar de sí mismo, que nos haya privado de su experiencia y de sus recuerdos, que siempre quede en la memoria que murió alcoholizado y agonizante por sus excesos, todo eso, George, no te lo perdonaremos. Aunque ya es tarde.

domingo, noviembre 27, 2005

¡Héroes!

El sábado asistí a un espectáculo deportivo impresionante, para quitarse el sombrero, con muestras de voluntad, coraje, garra y pundonor como en ningún otro lugar. Un acontecimiento en el que los deportistas luchaban por ser los mejores... y por algo más.
No se trataba de Ronaldinho, de Eto'o, de Raúl, de Pau Gasol, de Rafa Nadal o de Fernando Alonso. Se trataba de Salvador, de Evaristo, de Susana, de Enrique, de Juan Carlos, de Pili... deportistas anónimos que participaron en el campeonato de Special Olympics en Madrid. Se trata de deportistas con minusvalías psíquicas, capaces de hacer cosas increibles. Pero sobre todo de luchar, muchos de ellos desde la cuna. Porque muchas veces la sociedad les hace de menos y no les permite integrarse y les pone barreras.
Probablemente, nunca serán portada en los periódicos ni tendrán espacio en las emisoras de radio. Pero su interés por el deporte es máximo, es lo que les permite que los que hemos tenido la suerte de no contar con una tara nos acerquemos a ellos y les demos apoyo.
"Necesitan mucha ayuda, mucho cariño", nos decían a un grupo de voluntarios que estábamos con los de mayores minusvalías. Para ellos es un triunfo coger un balón y recorrer unos metros botándolo. Pero quieren ser mejores que los del otro grupo, llevar la pelota más rápido. Cuando tiran a canasta y consiguen encestar organizan una fiesta y la comparten con los demás. Otro voluntario me decía: "siempre vengo con un poco de reparo porque creo que me va a dar pena pero todas las veces salgo contentísimo, con las pilas puestas". Ni más ni menos que la energía que transmiten estos seres maravillosos.
Cuando un equipo de baloncesto mete una canasta y el pabellón con sus familias estalla de alegría, los deportistas de Special Olympics son los reyes del mundo. Alzan los brazos, sonríen, van a besar y abrazar a sus compañeros. Y cómo se enfadan cuando pierden. Son ganadores natos, no quieren perder nunca, ni tampoco se conforman con el empate. El empate nunca les vale a ellos. Lo que nos suele servir a nosotros, a ellos no. Están acostumbrados a luchar el doble en la vida para conseguir menos de la mitad.
Las masas se desbordan cuando se trata de estar al lado de los grandes pero hacen falta voluntarios para ayudar a los héroes anónimos. En el fondo, prefiero estar con ellos. ¿Por qué? Muy sencillo, porque son mejores. ¡Animo, héroes!

viernes, noviembre 25, 2005

Damocles en el banquillo

Normalmente, las medias tintas no suelen conducir a buen puerto. Damocles y su espada son malos compañeros para un entrenador en el banquillo porque, lejos de agudizar su ingenio, le acobardan y hacen que surja el instinto de conservación que cada persona llevamos dentro.
El Real Madrid se equivoca gravemente con su actitud ante el entrenador Luxemburgo. O le quita toda la confianza y le destituye o le deja que termine la temporada a su ritmo, con sus ideas, con sus sistemas. Pero por el camino de enmedio (la ratificación, casi siempre presagio de la destitución) nadie sale ganando.
Hay un método prácticamente infalible para saber si un entrenador está bajo presión: inevitablemente empieza a hacer "cosas raras", esto es, cambiar a los futbolistas de posición, ensayar sistemas inéditos en partidos cruciales, volver loco a un jugador durante un partido situándole en diversas demarcaciones, hacer los cambios mal y a destiempo. En definitiva, actuar impulsado no por el libro del fútbol sino por el de las urgencias, por el manual de primeros auxilios.
Obviamente, Luxemburgo metió en el campo a Míchel Salgado el pasado miércoles para amarrar el empate. Que nadie piense otra cosa. Desde su ingreso en el campo, Sylvain Wiltord estaba volviendo loca a la defensa merengue con sus incorporaciones por la banda izquierda. Por allí llegó el fabuloso gol del empate, marcado por Carew. Y Luxemburgo se temió lo peor, esto es, que por aquella banda también llegara su finiquito y su destitución.
Decisiones como éstas se toman bajo presión, para asegurar el puesto de trabajo. Pero quedó patente que no sirven para mejorar el rendimiento del equipo ni tampoco para que el público se quede satisfecho. Lo único que consiguió fue que dejara de salirse el agua por la cañería. Pero Luxemburgo sabe que si quita de nuevo el dedo, proseguirá manando a borbotones.
¿Qué necesidad hay de "ratificar" al entrenador? ¿Quiere eso decir que alguien le ha puesto en duda? Parece obvio. Las portadas de los diarios deportivos le ponen directamente en la calle. Y luego la afición se quejará de que el equipo juega con un estilo demasiado defensivo. Con el entrenador bajo presión siempre será así. Luxe nunca se va a ver lo suficientemente presionado como para dejar el cargo porque ha estado en el banquillo más difícil del fútbol mundial: el de la selección brasileña. Pero no deja de ser humano y cuando se ve en peligro empieza a hacer "cosas raras", precisamente como en la selección, cuando se vio con el agua al cuello y buena parte del país empezó a pedir su relevo (en Brasil, el fútbol es cuestión de Estado y no se trata de una frase hecha).
Llegó el momento de que alguien en el Madrid tome una decisión. Después se juzgará si es acertada o no. Que siga o que se vaya. Pero mientras tenga la espada encima de su cabeza que no le extrañe a nadie cambios como el del miércoles.

jueves, noviembre 24, 2005

No me gustó su jeta (el no-fichaje de Cruyff)

Uno de los debates que ha generado el clasico Real Maadrid-Barcelona fue si la marcha de Eto'o desde las filas merengues a las culés fue un error histórico de Florentino Pérez. Mi opinión es que el delantero camerunés no quiso jugar en el Madrid, por circunstancias que quién sabe si se conocerán alguna vez, aunque también es cierto que el equipo blanco estuvo algo "espeso" aquel verano.
Pero también me ha llamado la atención que, después de la derrota del sábado en campo propio, muchos aficionados madridistas han vuelto la vista para recordar épocas mejores y han traído a la memoria, entre otros y inevitablemente, el nombre de don Santiago Bernabéu. Y como el eterno presidente siempre será una referencia para el club nunca está de más tirar de archivo.
Corrían los primeros años 70 y en Europa desputaba un auténtico fenómeno del fútbol, un jugador capaz de descerrajar las defensas más duras, el más digno representante de un fútbol nuevo, directo y arrollador. El nombre del holandés Johan Cruyff estaba en boca de todo el Viejo Continente e iba creciendo, a la par que su leyenda, según iba sumando Copas de Europa con su equipo, el Ajax de Amsterdam.
Como cabe suponer, media Europa andaba tras sus pasos, entre ellos el F.C.Barcelona y Real Madrid. En muchas oportunidades se le preguntó a Bernabéu cómo pudo dejar escapar semejante crack. El histórico mandatario madridista se confesó con uno de sus biógrafos, Martín Semprún, y asumió toda la responsabilidad. "No me gustó su jeta", señaló y relató como el verano en que Cruyff fichó por el Barça, estuvo a un paso de ser del Madrid. "Nunca me habían hablado tan bien ni de forma tan convincente de un jugador como en este caso". Pero la cara de Cruyff no terminaba de convencer a don Santiago. Por eso, cuando en un céntrico hotel de La Coruña estaba a punto de rubricarse el acuerdo y el presidente del Ajax, Vaan Praag, se descolgó pidiendo más dinero (algo asequible para el club blanco), invitó al dirigente holandés a que cumpliera su amenaza: vender el futbolista al Barcelona.
El resto de la historia es bien conocida. Cruyff llegó, en efecto, al Barcelona y, como no podía ser de otra forma, marcó toda una época entre los culés. Y entre los hechos que se le recuerdan está un 0-5 en Madrid con Cruyff, desde luego, deleitando a propios y extraños en aquel encuentro.
Lo de la jeta suena a vacilada socarrona de Bernabéu y lo del dinero fue una excusa más porque dispendios muchos más peligrosos había hecho el equipo tiempo atrás (por ejemplo, con Amancio, lo que quedará para otro post). El porqué del no-fichaje de Cruyff se puede encontrar perfectamente en una cabezonada, sin más.
Por eso, años atrás, justo después de ganar la quinta Copa de Europa en Glasgow, Bernabéu propuso a su junta directiva marcharse porque, tras lo logrado en aquellos años, era impensable llegar más alto y, probablemente, lo que ocurriría a partir de entonces sería todo lo contrario, es decir, que comenzaran a aparecer errores, goteras, agujeros negros... como se quiera llamar. Pero el tiempo, aun con la llegada de muchos más títulos, dio la razón a Bernabéu. Unos pocos años antes, el mismo presidente había dejado escapar de la cantera merengue a un futbolista contra la voluntad de los técnicos, por considerarlo demasiado torpe. Se llamaba (y gracias a Dios, se llama) Luis Aragonés. Y sí, fue otro error de Bernabéu.
Así pues, Florentino Pérez tiene su parte de culpa en la cuesta abajo del Madrid actual, y además una buena dosis. Pero ni menos ni tampoco más. Como se ve, cuando Pérez llegó al fútbol casi todo estaba inventado. Hasta los errores de bulto.

martes, noviembre 22, 2005

Un chiste a medias

Como es lógico, prosiguen los ecos sobre el clásico del pasado sábado y sus repercusiones, aunque hay análisis que será complicado encontrar en la prensa, sobre todo, en este caso, en la de Madrid. Porque creo que el Real no fue el único derrotado en el partido. El F.C.Barcelona también derribó de un plumazo las absurdas "teorías de la conspiración" que se habían tejido en torno a un supuesto favoritismo arbitral y que han sido encabezadas muy especialmente por el diario As, aunque no ha sido el único.
Por si alguien no la conoce, esta teoría viene a sostener que desde que se celebraron las elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, hace casi un año, el Barça está siendo favorecido por las decisiones arbirtrales debido al hecho de que el voto de su presidente, Joan Laporta, fue a parar a la candidatura de Angel María Villar, a la postre vencedor en los comicios, pese a que los clubes componentes de la Liga de Fútbol Profesional habían "acordado" dar su confianza al candidato Gerardo González Otero.
El planteamiento, absolutamente disparatado, no se sostiene por ningún sitio, entre otros aspectos porque partimos de la base de que Villar se impuso en las elecciones por 20 votos de diferencia. Es decir, que le debe la presidencia a Laporta y a 19 más, que no está mal, entre ellos otros clubes de Primera División que también decidieron cambiar el sentido de su voto como, por ejemplo, el Betis (considerado, por cierto, como uno de los equipos más "masacrados" por la deficiente actuación arbitral, que se debe a la escasa preparación de los colegiados).
Sin aportar absolutamente ninguna prueba, As ha venido interpretando cada error aribtral a favor del Barcelona como un movimiento intencionado bajo esta supuesta teoría, esquivando con cierta habilidad los errores en contra del equipo azulgrana. A esta comedia se unió Marca tras el partido entre el Barça y el Real Zaragoza cuando tituló su portada del día siguiente: "Esto ya huele". ¿A qué olía? ¿Y cuándo el Getafe ganó al Valencia tras un clamoroso error arbitral? ¿También fue porque el Getafe votó a Villar? ¿Y cuando el Atlético de Madrid se quedó con diez a los cinco minutos (por justa expulsión, pero podría no haberla decretado el colegiado) de su partido contra el Madrid? ¿Votó el Madrid a Villar?
Con ser esto grave, hay algo peor. Tras las últimas exhibiciones del Barça, culminadas con la del Bernabéu del pasado sábado, no ha habido ni un atisbo de rectificación. En teoría, el Barça sigue ahí arriba por los árbitros, nadie ha salido a pedir perdón ni a aportar una sola prueba de la existencia de esta teoría. Y encima han dejado la historia a medias, sin terminar. Porque, en principio, esta historia debe tener una conclusión, un fin. ¿Cuál es? ¿Hay o no hay teoría? ¿Hay o no hay corrupción? Todavía, en su edición del domingo, el director de As se permitía el lujo de adornar su comentario diario, una encendida alabanza al Barcelona, señalando que el Barça de hoy lo tiene todo, "hasta el favor de los despachos".
Este escenario no es nuevo, ni mucho menos. Tras este telón, por desgracia cada vez más viejo y ajado, de los medios deportivos también ha desfilado la prensa catalana cuando después de cada exhibición del Real Madrid de los buenos tiempos sacaba a colación el "pelotazo" de la Ciudad Deportiva, las relaciones de Florentino Pérez con la clase política (ciertas pero con dudosa influencia en el terreno de juego, como bien se puede apreciar en la actualidad porque estas relaciones siguen siendo fluidas), el madridismo del ex presidente Aznar y, si el ambiente era propicio, incluso el antiguo régimen. También se hacía eco de las denuncias de CiU ante la Comisión Europea por el asunto de la venta de los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva (hasta que el entonces comisario Mario Monti le vino a decir al grupo catalán que tenía demasiado trabajo encima de la mesa para atender pataleos). Y, por supuesto, también hablaba de árbitros, que favorecían al Madrid por ser "el equipo del Gobierno" (daba lo mismo que los errores de los colegiados se produjeran en competición europea).
En fin, que después de todo nos hemos quedado sin saber en qué desemboca esta historia porque ya hace semanas que no se habla de ella (sucede lo mismo que con lo de la Ciudad Deportiva; desde que el Madrid no gana títulos parece que la operación urbanística es digna de estudio en la más prestigiosa Cátedra de Ética). Todo esto me recuerda a esa señora que está hablando con su amiga y le dice: "mira que me fastidia que mi marido me empiece a contar un chiste y me deje a medias", a lo que la otra le replica: "a mí lo que me revienta de mi marido es que me deje a medias y encima me empiece a contar un chiste". Aquí, ni siquiera han tenido la delicadeza de contarnos el chiste...
Y no me olvido de El Rondo. Quedará para otro post.

domingo, noviembre 20, 2005

Son mejores

El Barcelona se llevó el clásico porque sus futbolistas son mejores que los del Real Madrid y tampoco cabe mucho más análisis. Sí me gustaría, sin embargo, saber por qué el equipo blanco salió ya derrotado desde el vestuario, asumiendo la superioridad del rival. Uno puede saber o asumir que se enfrenta a uno que es superior pero no puede darlo por sentado desde el principio.
Hacía tiempo que no veía al Madrid tan acomplejado como lo vi contra el Barça. Salió al terreno de juego con un mensaje: "no puedo". Y de ahí no hubo forma de sacarle. Los jugadores no estuvieron "enchufados" al partido, algo que un encuentro como éste sale prácticamente solo. Algunos apenas subían, apenas salían de la cueva, como si temieran algo: ¿para qué? Total, para ver como Messi corría (sería un pecado que no jugase este chico sea argentino, chino o filipino), como Eto'o corría, como Ronaldinho corría. Y para verlos pasar. En definitiva, el Barça salió ayer al campo pensando que son los mejores. Y el Madrid también, también salió al campo pensando que los del Barça son los mejores.
El por qué los jugadores salieron acomplejados deberá ser respondido por ellos... si alguien se lo pregunta. En este caso, no conviene cargar en exceso las tintas sobre el entrenador porque, por muy malo que sea, es imposible que antes del partido les dijera que hicieran lo que después hicieron. Entre otras cosas porque el Madrid no intentó nada y ningún entrenador dice eso a su equipo. Como siempre, la culpa fue de todos y el míster tiene su parte, más pequeña de lo que algunos piensan.
Al Barcelona sólo se le debe pedir una cosa: que sigan siendo los mejores, que sigan pensando que son los mejores, pero que no "se lo crean". Sólo así podrán mantener ese juego magnífico, sólido y sin fisuras que mostraron en el Bernabéu. E incluso, mejorarlo. Será un placer verlo, como lo fue para los propios seguidores del Real Madrid, que aplaudieron sin complejos al rival, sobre todo tras el tercer gol culé y tras el pitido final. Cuando Ronaldo abandonó Old Trafford entre aplausos después de marcar tres goles al Manchester United, muchos incrédulos aseguraron que eso nunca pasaría en el Bernabéu. Ahí lo tienen y contra el Barça.
Tampoco se escapa que esos aplausos llevaban algo de sal para la herida madridista como supo captar Guti cuando dijo que esas palmas dolían. A lo mejor se olvidó de que el público del Bernbabéu va a ver buen fútbol y si no lo hace su equipo tendrá que aplaudir al rival. Quizá al madridista también le duela y mucho tener que ovacionar al Barça. Por cierto, Guti no dedicó el partido de hoy a nadie. Otros podrían salir a hablar ahora pero callarán. No está el horno para bollos.
Y Florentino Pérez, para quien hubo gritos, críticas e insultos desde la grada. No fue su tarde. Encima, hasta dos espontaneos se el colaron en el terreno de juego. Si el día de la amenaza de bomba se alabó la facilidad con la que se desalojó el estadio, ahora debe ponérsele un cero a la seguridad del club. Y no es la primera vez. El Madrid tuvo que prohibir a los jugadores dar camisetas a los niños que saltaban al terreno de juego para pedírselas porque se dieron dos casos en partidos consecutivos. El día que salte un loco, como los del sábado, pero con peores intenciones, lo vamos a lamentar todos.
En fin, leyendo, escuchando y analizando, aquí y allá, por radio, prensa y TV, parece que, actualmente en el Madrid no vale ninguno, desde el presidente hasta el último de los empleados. Particularmente, no lo creo así. Pero aún en tal caso, la salida deberá ser ordenada.
Y fue un clásico donde sólo se habló de fútbol. De eso todos nos tenemos que felicitar.

sábado, noviembre 19, 2005

El fin y los medios

La web de Gaspar Rosety adelantó en exclusiva la información de que Michael Robinson comunicó a Cuatro su abandono de la nueva cadena televisiva, en la que presentaba el espacio Maracaná 05, por no sentirse cómodo en él. ¿Qué decir ante un gesto de sensatez que llega, además, de alguien que no es periodista pero que tras muchos años de contacto con los medios ha llegado a entenderlos e incluso a amarlos?
Esta historia comienza en realidad mucho antes y me recuerda a Ramos, el eterno repetidor del colegio de los curas donde estudié, al que un día un profesor le dijo: "haga usted el favor de coger la puerta y marcharse" y él abandonó el aula no sin antes sacar la puerta del correspondiente cerco y llevársela a cuestas escaleras abajo. Si agarramos por donde más quema lo normal es que acabemos abrasados.
Cuando la lucha por la audiencia en la radio también se libraba por la noche, José María García y José Ramón de la Morena porfiaban por el primer puesto del EGM. Y ocurrió lo inesperado. Un líder de la comunicación como García sucumbió ante el empuje de El Larguero. Dijeron por aquel entonces los entendidos que el programa de la Cadena SER utilizaba un tono más desenfadado, más informal y que atraía más al numeroso público joven que se incorporaba a la audiencia radiofónica frente al discurso más agresivo, mordaz y, en algunas ocasiones, faltón que exhibía García. No importaba que De la Morena diera menos noticias o menos exclusivas. Incluso, una de las campañas publicitarias de El Larguero incidía en este punto cuando proponía una alternativa a su rival a quien indentificaban con el personaje interpretado por el genial Charlot en El Gran Dictador.
La fórmula dio resultado (ésa y la de los continuos ataques al rival) y se exportó. A partir de entonces, si alguien quería hacer un programa deportivo tenía que incluir algo desenfadado, informal, que hiciera gracia. Y, como estaba cantando, el modelo degeneró, a partir también de la degenaración del original. Cada vez tenía más espacio la gracia, el humor, el guiño al espectador mientras que de noticias o análisis de la actualidad, poquito. Y andando, andando, llegamos al repetidor Ramos: ¿que hay que hacer gracias en un programa deportivo? pues un humorista, claro. Un imitador, un personaje de Crónicas Marcianas y Torrente 3.
El fin es lograr audiencia pero nunca justifica los medios. Porque el público está empezando a asociar la prensa deportiva con la del corazón. Y claro, Robinson se borra (del periodista no se tienen noticias). A lo mejor en el próximo proyecto prescinden del periodista y del comentarista y dejan sólo y solo al imitador. Gracias, Robin. A lo mejor, esto sirve para que el modelo detenga su degeneración.

viernes, noviembre 18, 2005

¿Cautela o decepción?

Cualquiera diría que, después de algunas experiencias más o menos traumáticas, hemos aprendido la lección y cuando España ha certificado su pase al Mundial de Alemania la cautela se ha adueñado de todas las opiniones. Ni euforias, ni sentirse favoritos, ni nada por el estilo. Los expertos se han llenado la boca de palabras prudentes y tan sólo algunas declaraciones de los futbolistas, incluido el capitán Raúl, han estado coronadas de una capa de optimismo.
Sin embargo, considero poco probable que, de repente, a todo el mundo le haya entrado la cordura al mismo tiempo, que todos nos hayamos puesto de acuerdo para sentar la cabeza. Temo que no me equivoco mucho si pienso que estos mensajes no están lanzados desde la cautela sino desde la decepción. Los aficionados se sienten frustrados con el equipo nacional. El golpe de la Eurocopa de Portugal fue demasiado severo y produjo un desencanto que el papel de España en la fase de clasificación para el Mundial se ha encargado de prolongar. Tras conocerse que tocaba jugar la repesca, algunos manifestaron sus preferencias por que el equipo no se clasificase para el Mundial "para evitar otro ridículo". Una vez con el billete hacia Alemania en la mano, las previsiones de la mayoría no pasan de "caer en la primera fase" y los más optimistas hablan de "llegar a cuartos", aunque después añaden, no sin cierto retintín, la coletilla "como siempre".
El público ha visto poca implicación en el equipo, al menos durante la fase de clasificación. Sólo en la repesca se ha visto algo, no mucho. Y el aficionado, que no es tonto, también sabe que la selección está "vendida" con vistas al Mundial, que llegará apenas finalizada una Liga durísima, cargada de partidos, con el añadido de las competiciones europeas. El Mundial no se prepara desde febrero, se prepara con algunos años de antelación. Como mínimo, desde el verano anterior. Pero aquí todo se sigue haciendo igual. El año que hay Eurocopa o Mundial, con terminar la Liga dos o tres semanas antes, es suficiente. Y como éstas, muchas otras. Ahora llega lo de pactar amistosos. A ver los rivales. Para la Eurocopa de Portugal recuerdo un encuentro de preparación con la potentísima Andorra. Al acabar, parecía que íbamos a ganar el torneo sin necesidad de jugar.
Aún así creo que tampoco es forma de ir a un Mundial con este espíritu derrotista. Ni tanto ni tan calvo. Hay que ser justos y decir que, con buenas o malas actuaciones, España no ha faltado a una cita de éstas desde 1974, precisamente también en Alemania (si contamos Eurocopas, desde la de 1992 en Suecia). Y en esos mismos compromisos han estado ausentes equipos como Inglaterra, Holanda, Portugal, la bicampeona del mundo Uruguay... Lo más probable es que no ganemos el Mundial pero de los últimos ocho, sólo en dos se ha caído a las primeras de cambio (1978 y 2002). Así pues, tampoco hay por qué pensar en un ridículo.
No confundir cautela con decepción. Creo que si la euforia de antaño era un mal principio, el pesimismo de ahora no le va a la zaga.

miércoles, noviembre 16, 2005

The Best

Nada más lejos de mi intención que ser tremendista pero todo parece indicar que George Best está cerca de decirnos adiós para siempre. Con ser doloroso, no me inspira tanta lástima el hecho en sí -al fin y al cabo inevitable- como la forma. Según testimonios de los que le han visitado en el centro hospitalario donde se encuentra, Best es un saco de huesos envuelto en carne. El que fuera uno de los mejores futbolistas del mundo y todo un modelo que miles de jóvenes quisieron imitar se marcha por la puerta de servicio.
Puede que forme parte de ser una leyenda, pero ya son unas cuantas las glorias que desaparecen solas, abandonadas, arruinadas, alcoholizadas. Así ocurrió con el mejor extremo derecho del mundo, Manuel Francisco Dos Santos, al que todos conocemos por "Garrincha". Le adjudicaron tal sobrenombre, que en portugués quiere decir "pajarito feo", de niño, cuando sufrió la polio y los médicos pronosticaron que no podría caminar con normalidad. En realidad, nada de lo que hacía Garrincha era normal, sobre todo en un terreno de juego. Recuerdo haber visto imágenes de Garrincha, muy antiguas, de aquel Mundial de 1958 en Suecia. Fue el Mundial de Pelé, campeón con 17 años, pero sobre todo fue el campeonato de una delantera mítica: Garrincha, Didí, Pelé, Vavá y Zagallo. Y en esas imágenes se veía a Garrincha regatear; nadie lo ha vuelto hacer así. Le vi hacer cinco amagos consecutivos a un rival. Y el rival entró a los cinco. Y vi las imágenes repetidas. No era posible tal cosa. ¡Dios mío, es la sombra de Garrincha la que amaga el regate! Bicampeón del Mundo (1958 y 1962), elegido mejor futbolista del Mundial de Chile...
Sólo hubo un rival al que Garrincha no pudo amagar ni regatear: la vida, que lo trató mal desde que de niño lo convirtió en zambo y paticorto y de adulto en un alcohólico incurable, víctima de los engaños de cuantos desalmados quisieron aprovecharse de su débil carácter. Murió en 1983, enfermo, arruinado y olvidado.
La historia de Diego Maradona, al que también estuvimos a punto de perder recientemente, es más próxima y probablemente no será necesario relatarla. Sólo reflexionar sobre ella y quedarse con una frase suya, con lágrimas en los ojos, en la cancha de Boca, en la Bombonera: "me equivoqué". No quisiera dejar al margen al inolvidable Juan Gómez, Juanito, del que su compañero de vestuario Valdano escribió, el día de su homenaje póstumo: "tiene el corazón más grande que la cabeza". A Juanito los compañeros le llamaban "cabezón" en el vestuario; quizá fuera por el tamaño de su testa pero en el "alias" iba implícito un mensaje. Juanito, ejemplo de pundonor y coraje que sobrepasa las barreras del tiempo y el espacio, se empecinó en echarle pulsos a la vida, coqueteó con el juego, rompió sentimientos y dejó que en ese corazón tan grande que describía Valdano entrara "gente sin alma", como diría Sabina, que le arruinó en más de una ocasión. Contaba José María García que poco antes de firmar como entrenador del Mérida, Juanito tenía en casa un paquete de leche, una bolsa de magdalenas... y poco más. A Juanito se lo llevó la carretera una noche que nunca debió existir.
Y en medio, George Best. Rompió moldes en los 60, creó un estilo de futbolista, protagonista en los terrenos de juego y fuera de ellos. Best dormía de niño con un balón y le decía: "algún día harás todo lo que yo te diga". Y así fue. Y siempre estuvo rodeado de fans, sobre todo de fans femeninas. Probablemente fue uno de los primeros futbolistas "acosados". Se retiró demasiado joven, empujado por los excesos, aunque él siempre lo negó. Según recoge el antropólogo Desmond Morris en su libro El Deporte Rey (editado por Argos Vergara), Best siempre sostuvo que cuando las cosas no le iban bien siempre era bueno encontrar el refugio de las chicas y el alcohol. Ahora George Best se muere en un hospital, con el hígado muy castigado por los excesos, con denuncias por maltrato, con la imagen de ser un vividor a costa de las mujeres. En los 60 hizo honor a su apellido, fue "the Best" (el mejor). Llevó al Manchester United a su primera Copa de Europa, diez años después del maldito accidente aéreo de Munich. El considerado recientemente como el mejor deportista británico de todos los tiempos en una votación de 1.000 periodistas y personalidades relacionadas con este mundo se apaga. Elevemos una plegaria para que no aparezca dentro de poco en este blog otra entrada dedicada a "the Best". Sería muy mala señal.

martes, noviembre 15, 2005

Una de nacionalizaciones

La semana pasada tuvimos la noticia de que Ronaldo había obtenido la nacionalidad española. A tal respecto preguntaban a Samuel Eto'o y el delantero camerunés del Barça respondía pidiendo que se resolviera de una vez la situación de su compañero Leo Messi, que consiguió el pasaporte español incluso antes que el goleador brasileño (y desde luego, en menos tiempo).
Cruce de caminos. Las historias se acumulan en la línea del tiempo y muestran interconexiones como si se tratara del plano del Metro. Resulta que en el verano de 2004 también anduvimos a vueltas con las nacionalizaciones porque el Real Madrid necesitaba una plaza de extracomunitario para poder incorporar a sus filas a Samuel Eto'o, de cuyos derechos tan sólo poseía el 50%. Los papeles de Roberto Carlos no terminaban de llegar y ya había contratado al argentino Walter Samuel como una prioridad absoluta para la plantilla.
A Eto'o se le pide paciencia y esperar un año más pero éste no está dispuesto. "Si pueden ceder a Eto'o también pueden hacerlo con Ronaldo o Zidane". ¿Recuerdan el desafío del camerunés? José Félix Díaz dijo el otro día en El Rondo que Eto'o sigue siendo madridista. No lo dudamos, pero no quiso jugar en el Madrid. Se marchó al Barcelona, que también andaba enfrascado en nacionalizar a toda prisa a Edmilson y Sylvinho para poder inscribir a todos.
Ahora el problema está en Messi, cuya nacionalización, pese a batir todos los récords de celeridad, llegó algo tarde para tramitar la ficha del futbolista, inscrito por lo tanto como juvenil. En fin, el lío jurídico del que las últimas noticias es que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha pedido la revocación de su ficha cuando el magnífico delantero argentino ya ha disputado unos cuantos partidos de Liga. Otra vez las nacionalizaciones de marras.
Además, se abrirá un nuevo debate porque si desde Madrid se dice que el F.C.Barcelona controla la Federación, desde Barcelona se acusa al Real Madrid de controlar la LFP e incluso se ve la mano madridista detrás de la postura de Alavés y Deportivo de La Coruña de oponerse a la tramitación de la ficha de Messi.
Menos mal que hace semanas que no se oye hablar de la teoría de la conspiración sin que, por cierto, el diario que la ha defendido haya publicado nada al respecto. Se caía de puro absurdo. La supuesta ayuda de la Federación al Barça a través de los árbitros como pago al voto de Laporta a Villar en las últimas elecciones al organismo rector del fútbol español se ha difuminado, quién sabe si hasta el clásico que nos espera el próximo sábado. (Por cierto, Lopera también votó a Villar y los árbitros están masacrando al Betis. Espero ansioso la explicación de los defensores de la teoría de la conspiración).
Ah, para el clásico esperamos a todos, incluido Messi. El espectáculo no puede quedarse sin ninguno de los actores. La Federación ya dio su visto bueno. Quizá ahora tenga que hacerlo el Consejo Superior de Deportes. Pero mientras, que juegue. En el fútbol faltan artistas como Messi y sobran teorías de la conspiración.

domingo, noviembre 13, 2005

Victoria para la reflexión

Ahora que todo ha salido bien y que sólo resta rematar la faena para estar en el Mundial de Alemania es el tiempo propicio para la reflexión. Porque si todo se hubiera torcido sólo se nos ocurriría buscar culpables, brujas para quemar y demás ceremonias de la confusión. Pero por suerte, España tiene casi los dos pies en la cita mundialista del año próximo y por eso toca reflexionar, con calma, sin presiones, sin necesidad de buscar culpables ni aprovechar el momento para abrir viejas heridas.
La selección de Eslovaquia, que cayó ayer apabullada por un equipo que no mostró un juego maravilloso, ni siquiera vistoso en muchos tramos del partido, no es inferior a la mayoría de los rivales a los que España se enfrentó en el grupo de clasificación. Eslovaquia es superior a San Marino y a Lituania, está en el mismo escalón que Bosnia y, en estos momentos, que Bélgica. Quizá, solo Serbia está por encima.
Esto es lo que debe mover a la reflexión sobre si realmente está justificado jugar esta repesca. A la selección le bastó con entrar "enchufada" al partido, ponerle garra y concentración y alinear a los futbolistas que están más en forma, por encima de los nombres. Por lo demás, el fútbol no fue de salón, ni para enloquecerse. Pero un fútbol suficiente para haber dominado la fase de clasificación sin agobios.
Pero los problemas vienen cuando falta esa concentración y esa ambición. ¿Qué bastó para que el rival marcara y creara ansiedad en los nuestros? Un simple error, que lo comete cualquiera, incluso el trigoleador Luis García (una aportación la suya ligeramente superior a la de Joaquín, aún generaba dudas en la afición al salir del partido). Ocurre, en definitiva, cuando los partidos de la selección son considerados como un "pegote", un "estorbo en medio del recargado calendario" o, directamente, un "marrón". Pero ayer ya lo dijo el seleccionador: "hay un país detrás de un equipo". Y así, todo es más fácil. Luego podrá salir bien o mal. Pero es todo más fácil.
También sería todo más fácil con menos equipos en Primera, menos jornadas de Liga y, por lo tanto, menos partidos para jugar, más tiempo para que el seleccionador pueda disponer de los jugadores y darse cuenta de quién debe jugar y quién no. Todo más fácil en un estadio grande como el Vicente Calderón, repleto hasta la bandera pese a las lluvias y las obras de la M-30. Todo el mundo tiene derecho a ver a la selección pero los partidos oficiales hay que llevarlos a estadios grandes, donde el rival se sienta realmente en terreno enemigo. En un campo con 25.000 espectadores, el rival tiene ventaja. En un estadio como el de ayer (el Bernabéu se comió a Inglaterra aún en un amistoso; Montjuic a Italia antes del Mundial de Francia; Mestalla a la Francia campeona del Mundo y de Europa), el primer gol lo mete la afición.
Y es precisamente ahora, que España ha ganado 5-1 el partido de ida de la repesca cuando toca hacer la reflexión sobre asuntos como el del calendario. Porque si en lugar de tener que ir a Bratislava prácticamente para hacer acto de presencia se hubiera tenido que viajar con un resultado ajustado y con la presencia en el Mundial en el aire, todos nos hubiéramos acordado que tres días después hay una nueva jornada de Liga, con un Real Madrid-F.C.Barcelona incluido. Y esto está mal diseñado, independientemente del 5-1.
Cuando Luis Aragonés llegó al equipo nacional propuso hacer una "gran sentada" con todos los estamentos para tratar los asuntos de la selección. En realidad, hace mucho tiempo que esa "sentada" es necesaria. Lo sería incluso aunque se ganara el Mundial porque las cosas, como prueban las cuestiones del calendario (por no hablar del carajal que ha habido que montar por la repesca) se siguen haciendo rematadamente mal.
Dos apuntes para terminar: uno, la nueva camiseta de la selección parece un pijama. Adidas ha copiado el modelo de los primeros 80 (cómo olvidar la camiseta de Platini). Y dos, espero que para los amistosos pre-Mundial se escojan rivales algo más fuertes que los China y Canadá que hemos tenido que soportar últimamente.

sábado, noviembre 12, 2005

Tarjeta roja

A la espera del contraanálisis de Roberto Heras, supongo que su carrera como ciclista ya ha sido suficientemente dañada. Aunque dé negativo. En esta historia hay muchos intereses en juego y entre unos y otros ya se han encargado de que la noticia produzca los efectos oportunos. Sin embargo, sigo creyendo en la inocencia del deportista. No le niego una cuota de responsabilidad pero ya dudo más a la hora de valorar su tamaño.
Para ilustrar este análisis, nos vamos al año 1987. Se publica en Alemania un libro que provocará un gran escándalo en el Planeta Fútbol al poner algunos de sus secretos mejor guardados al descubierto. Su título, "Tarjeta roja" (editado en España por Plaza & Janés); su autor, Toni Schumacher, mítico guardameta alemán de los últimos años 70 y de la década de los 80. El efecto de la publicación salpicará de lleno al futbolista. Su club de toda la vida, el 1.FK Colonia, le rescinde el contrato y la selección alemana deja de contar con él.
Entre otras lindezas, Schumacher habla del dopaje, cuyo control en el fútbol era aún incipiente. Algunas de sus revelaciones son esclarecedoras. Mundial de México 1986. Schumacher relata episodios de aquella concentración: "Cada mediodía, junto al agua mineral enriquecida con electrolitos, nos tragábamos una cantidad ingente de pastillas: hierro, magnesio, vitamina B en dosis masivas [...] Al lado de la mesa en la que nos sentábamos Klaus Allofs, Pierre Littbarski y Wolfgang Rolff, había una palmera colocada en una jardinera de madera repleta de tierra. Metimos allí tantas pastillas de hierro, que creo que en un par de años saldrán tornillos". ¿Y si el médico te da 10 pastillas como era el caso? ¿Y si alguien ordena que las tomen?
Schumacher decía en 1987: "También en el mundo del fútbol existe doping, aunque se silencie y transcurra en secreto. El guardmeta alemán revela como él y sus compañeros del Colonia tomaron grandes cantidades de jarabe para la tos, rico en efedrina, que aumenta la agresividad y la resistencia. Lo hicieron antes de un partido trascendental y ganaron, "pero ¡en qué condiciones! Tras varios días de doloroso agotamiento decidimos no hacerlo nunca más. Ya nadie nos induciría a hacer tales tonterías".
Pronto se cumplirán 20 años de la publicación del libro. Y en éstas estamos. Schumacher no es perdedor, don nadie y resentido como Jesús Manzano, el ciclista que reveló a un periódico (quién sabe a cambio de qué) supuestos métodos de dopaje practicados con frecuencia en el mundo del pedal. Schumacher ha jugado dos finales de Campeonato del Mundo y ha estado entre los mejores en su puesto. Convendría no olvidar su testimonio. Porque lo más probable es que a partir del día 21 haya que empezar a buscar culpables. Pero de verdad. No quedarnos en el simplismo de acusar al que va encima de la bicicleta. Nada hacemos si condenamos a los infiernos al ciclista mientras que el que proporciona las sustancias anda suelto... en busca de su próxima víctima.