lunes, noviembre 27, 2006

Muerte de un ciclista

A todos aquellos ciclistas fallecidos cuando hacían lo que más les gustaba

Se dice que el ciclismo es uno de los deportes más duros que existen. Y eso contando sólo con "lo que se ve", es decir, la competición. Más sordo y oscuro es el día a día, los entrenamientos, la preparación... y también el buscarse la vida para poder comer de la bicicleta, que no es tan sencillo.
Isaac Gálvez, fallecido en la noche del sábado en plena competición, fue uno de esos que tuvo que llamar a muchas puertas, simplemente porque eligió pertenecer a la maravillosa estirpe de los pistard españoles. Y para el ciclismo en pista nunca hay nada: ni televisión, ni por ende patrocinios... Apenas unas ayudas institucionales, siempre insuficientes y para las que hay que hacer poco menos que arcos de iglesia. Por eso, Gálvez buscó algo más allá de la bicicleta de piñón fijo y se adentró en el ciclismo en ruta, primero en el mítico y desaparecido Kelme y más tarde en el Illes Balears. Como la mayoría de los pistard, sus especialidades eran las pruebas contrarreloj de corta distancia y, especialmente, los sprints. En esta modalidad era muy valiente, no se arrugaba aunque se viera al lado de auténticos monstruos de la velocidad en los últimos metros de las etapas.
Su "hermano gemelo" en la pista, el gran Joan Llaneras, también hizo sus pinitos con la bici de carretera, aunque de forma mucho más discreta. Para el mallorquín siempre fue más difícil abandonar las tablas de los velódromos, aunque lamentaba que sus medallas en Mundiales y Juegos Olímpicos no evitaban que tuviera que seguir día a día llamando a puertas y teniendo que luchar por su superviviencia. Un cierto carácter contestatario le granjeó problemas en el entorno federativo. Como siempre, una historia que, por desgracia, la conocemos sobradamente.
El ciclismo en pista dio a España tres medallas en los últimos Juegos Olímpicos, los de Atenas 2004. La pareja Llaneras-Gálvez, dos Mundiales e iba a por el tercero que, además, se disputa en casa, en Baleares. Pero sigue sin haber televisión, ni páginas de periódicos, ni repercusión mediática. Por eso, en el velódromo de Gante murió un gran ciclista pero, más que eso, un auténtico desconocido para el gran público, algo que Gálvez procuró evitar con más apariciones de las habituales para un pistard en la ruta.
Al conocer la muerte de Gálvez, se me vino a la cabeza la imagen de Javier Ochoa, coronándose emperador del mundo en la cima de Hautacam, sólo meses antes de ser brutalmente atropellado en la carretera junto a su hermano Ricardo, que falleció en el accidente. Al menos, España entera disfrutó aquel día con la exhibición de Javier en el Tour, lo que raramente hemos podido hacer con la pareja Llaneras-Gálvez en la pista. Y no será por falta de oportunidades ni éxitos.
Con Isaac Gálvez también se nos muere una parte de Joan Llaneras, un veterano que se resiste al adiós pero que ya no encontrará la mano de su compañero en los espectaculares relevos de la prueba americana o Madison. Joan, un esfuerzo más. La última tiene que ser para Isaac.

lunes, noviembre 20, 2006

Hasta siempre, mi coronel

Antiguo Hampden Park de Glasgow, 18 de mayo de 1960. En plena final de la Copa de Europa, Alfredo Di Stéfano logra su segundo gol, con el que el Real Madrid daba la vuelta al marcador tras un inicio de partido titubeante de los blancos, que se encontraron con un tempranero gol del Eintracht de Francfort. Hasta el portentoso delantero argentino se acercan para abrazarle Gento, Rial, Canario, Puskas... El actual presidente de honor del Real Madrid, siempre socarrón, les dice: "¡Hala! Ya tenemos asegurada la prima, che". La prima, una recompensa material, poco consuelo para quien tanto sufrimiento arrastraba desde hacía años.
Puskas tiró de memoria. Habían pasado 17 largos años desde su debut en Primera División, con el equipo de su Kispest natal, donde jugaba desde los nueve. Tan agitado fue aquel camino que el día de su estreno en la elite ni siquiera se llamaba Puskas. Su padre, ex jugador y el entrenador que le hizo debutar, tenía apellido de origen alemán: Purczeld. Ferenc Purczeld era todavía muy joven, su espectacular zurda comenzaba a dar buenas sensaciones, pero los técnicos le criticaban porque retenía demasiado la pelota.
Pero aquel Kispest iba a hacer historia, pese al estallido en Europa de la II Guerra Mundial. En torno al pequeño club de las afueras de Budapest se estaba generando la mejor generación de futbolistas que nunca ha tenido Hungría y, además, los dominadores absolutos del fútbol continental en la década de los 50. Dos años después de su debut, en 1945, Ferenc Purczeld es convocado por el seleccionador magiar, Gusztav Sebes, para disputar dos amistosos al término de la guerra. Por entonces, la estrella del Kispest aparece convertido en Ferenc Puskas, por el inconveniente de llevar un apellido de origen germano, el mismo que el de los invasores y los derrotados. En húngaro, 'puskas' significa 'escopeta'. Todo un signo.
Sebes tenía las ideas claras: si Hungría quería ser un equipo compacto, la columna vertebral del conjunto debería estar compuesta por futbolistas de uno o, como mucho, dos equipos. En el Kispest tenía donde elegir: Kocsis, Czibor, Bozsik y el que sería su prolongación en el terreno de juego: Puskas.
Antes de que Hungría imponga su dictadura en el panorama futbolístico europeo, Puskas se topa con un nuevo cambio de identidad. Su Kispest de toda la vida se convierte en el equipo del ejército y pasa a denominarse Honved. En plena madurez como jugador, con 25 años, Puskas se proclama con sus compañeros campeón olímpico en Helsinki, cuando el torneo de fútbol de los Juegos tenía más prestigio que un Mundial que apenas había podido celebrar cuatro ediciones. Paralelamente, Puskas gana prestigio en el ejército húngaro y alcanza el rango de teniente coronel.
Un año después, Puskas deja su primera muesca importante en la historia. La gran Hungría acude a Wembley para enfrentarse a Inglaterra, invicta en su estadio desde su fundación en 1900. Los magiares no sólo rompen la racha sino que además humillan a su rival: 3-6, en el considerado todavía hoy como el mejor partido entre selecciones nacionales. Los críticos no lo dudan: Puskas es el mejor jugador de Europa, el líder de una generación irrepetible, que se presenta como gran favorita para el Mundial de Suiza. Allí, donde la vida de Puskas se empieza a torcer. Contra todo pronóstico, Hungría pierde la final frente a una incipiente Alemania, que comenzaba a respirar tras los desastres de la guerra. Puskas comenzaba a comprender, aún antes de escucharla, la famosa frase de su inseparable Di Stéfano: "el fútbol es un juego de once contra once en el que siempre ganan los alemanes".
En Glasgow, los futbolistas del Real Madrid retornan a su campo para que el partido se reinicie, con saque de centro para el Eintracht. Y Puskas seguía recordando. Aquel fatídico viaje a Bilbao, para enfrentarse con su Honved al Athletic en Copa de Europa, dos años después de perder la final de Berna. Con Puskas se entera por el camino que las tropas soviéticas han tomado Hungría. El viaje será sin retorno, lo que convierte al teniente coronel Puskas en un desertor, en un traidor. Permanece desaparecido un tiempo, como algunos de sus compañeros de los "mágicos magiares". La FIFA suspende dos años a aquellos que no retornaron a Hungría para jugar con su selección.
De un plumazo, Puskas se queda sin país, sin casa y, lo que es peor para él, sin fútbol. Aquellos dos años se hacen demasiado largos, pese a que permanece durante algunas temporadas en Italia, jugando con un pequeño equipo costero. La 'escopeta' pierde la forma, el ritmo de juego y las ganas de jugar. Son demasiados los nombres que han quedado por el camino, Purczeld, Kispest... pero otro vendrá a su encuentro: don Santiago Bernabéu. El sempiterno presidente madridista, ávido lector de prensa internacional, sabía de la situación de Puskas y de lo que había sido hasta ahora (en la selección húngara 84 partidos con 83 goles; en el Honved, 358 goles en 394 partidos). Consultó la posibilidad de fichar a Puskas con los secretarios técnicos Emil Osterreicher, que estaba a favor, y José Samitier, en contra. Pero Bernabéu tenía una máxima: "los delanteros dejádmelos a mí, que de eso entiendo". Allá por los años 20, Santiago Bernabéu correteó por el viejo campo de O'Donnell y se peleó con los defensas en el puesto de ariete.
Cumplida la suspensión de la FIFA, Puskas aterrizó en Madrid, claramente pasado de kilos y con dos años de inactividad. "Póngalo usted a punto", ordenó Bernabéu al entonces técnico blanco, Luis Carniglia. Puskas perdió 12 kilos en un mes y medio, pese a lo cual nunca abandonaría ya un cierto aspecto fondón. Pero Carniglia comprobó con agrado y bastante alivio que había dos factores que Puskas no había perdido: su visión de juego y su zurda.
Los alemanes del Eintracht ponen el balón en juego para tratar de igualar la contienda. Puskas cumple el tercer año desde su renacimiento como futbolista. Hay cambios, pero ahora no son obligados sino gloriosamente voluntarios. La 'escopeta' es ahora un "cañoncito pum". Ferenc, nombre un tanto extraño en el Foro, ha derivado en "Pancho". Y don Raimundo Saporta está ultimando las gestiones para que Puskas tenga pasaporte español. Llega el momento de poner una nueva muesca en la historia. Los cuatro goles siguientes del partido los anota el húngaro, que convierte de esta forma el partido en el mejor encuentro entre clubes que se recuerda. Siete años antes, Puskas había estado en el mejor partido de selecciones nacionales. La prima estaba bien, sí, pero se esfumaría pronto. En cambio, esto quedaba para siempre, para la historia.
Y para cerrar el broche, Puskas puede volver a la Hungría que le repudió por desertor. Y recupera sus galones en el ejército, donde asciende a coronel. Ferenc Puskas, mi coronel, siempre a sus órdenes.
Ahora, los jugadores del Honved forman un círculo en el césped del campo del Diosgyor. En la grada, aparecen varias fotografías de Puskas, rodeadas de velas. Entre los aficionados del Honved desplazados al estadio rival surge una gran pancarta negra con letras blancas: "1927-2006, descanse en paz Ferenc Puskas". Me atrevo a pensar que aquel día en Hampden Park, Puskas soñó con este final, al que sólo le han sobrado los seis últimos y lastimosos años. Sin embargo, no hay enfermedad que pueda con la inmortalidad. Hasta siempre, mi coronel.

domingo, noviembre 05, 2006

Hacer la goma

Hablando de ciclismo, se dice que uno hace la goma cuando se engancha y se descuelga continuamente de un reducido pelotón, con lo que hace el efecto de estar unido al grupo por una goma elástica. Cuando los ciclistas que forman el pelotón tiran del extremo, el que hace la goma se queda relegado; cuando, por el contrario, aflojan el ritmo, el que hace la goma vuelve al seno del grupo. Sucede que, por norma general, el ciclista que realiza tal práctica no está precisamente sobrado de fuerzas y su destino en la etapa no suele ser excesivamente brillante. Porque llega un momento que se produce el tirón definitivo, la goma se rompe y el gomero cae en el olvido.
Llegados al mes de noviembre, con el primer cuarto de Liga concluido, da la impresión de que el Real Madrid está haciendo la goma. Y no sólo en la clasificación sino también en el aspecto moral. De tener el ánimo por los suelos tras el célebre partido de Getafe a tocar el cielo con la yema de los dedos tras derrotar al F.C.Barcelona. Y vuelta a los infiernos con la inesperada derrota en el Bernabéu frente al Celta.
Con ser inquietante el juego que propone el Real Madrid, a los aficionados debería inquietarles más el aspecto anímico de un equipo que hace mucho tiempo que es ciclotímico, un factor que Fabio Capello parece ser incapaz, de momento, de modificar. Si se pone por delante en el marcador a las primeras de cambio (frente al Betis en Sevilla, contra el Steaua en Bucarest, en el clásico frente al Barça) se creen capacitados para ganar a cualquiera. Pero a la mínima adversidad, el equipo se descompone, entra la ansiedad en oleadas, en una palabra, entra el miedo a perder. Puedo estar equivocado, pero me da la impresión de que la estabilidad emocional es uno de los cimientos que el Real Madrid tiene olvidado y, al mismo tiempo, sin reparar. Porque la estabilidad emocional es, precisamente, la que impide hacer la goma, la que mantiene al Barcelona en pie pese a todas las adversidades que se le están presentando.
Y a esta estabilidad contribuiría en gran medida la salida del vestuario de ciertos futbolistas cuya única aportación al equipo, visto que no es nada relacionado con el fútbol, puede ser ya sembrar cizaña y generar mal ambiente en la plantilla. Creo que todos sabemos quiénes son pero por si acaso me refiero a Cassano y Ronaldo. Quede claro, no obstante, que ninguno de los dos tienen toda la culpa de la derrota frente al Celta.
Haría bien el Madrid en buscar, antes que nada, una estabilidad emocional, que la moral del equipo no sea una montaña rusa. Porque hacer la goma es una estrategia de muy pocas garantías. Es cierto que hubo ilustres gomeros como el polaco Zenon Jaskula, que llegó a ser podio en un Tour de Francia, el colombiano Alvaro Mejía (no confundir con el central del Real Madrid) o el danés Brian Holm Sorensen. Pero la vida del gomero suele ser demasiado ajetreada para los escasos réditos que proporciona. Entre otras cosas porque a la enésima “enganchada” al pelotón, el gomero se cansa de luchar. Aviso a navegantes.

lunes, octubre 16, 2006

La hora de ser valientes

La valentía es una actitud ante la vida; no se trata de ser o no valiente en momentos determinados sino de afrontar las situaciones con esa determinada actitud. Sin embargo, qué duda cabe que hay escenarios en los que es más oportuno sacar a pasear esta virtud. Y éste es uno de los casos que se le plantea al Atlético de Madrid.
El club rojiblanco, con más de cien años de historia, muy querido y respetado en España y más allá de nuestras fronteras, debería ser valiente y denunciar a la Federación Española de Fútbol por la lesión de su futbolista Maxi Rodríguez. Enrique Cerezo, presidente del Atlético, ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de estudiar una posible denuncia contra la Federación Argentina (AFA), que fue la que convocó a Maxi para disputar el amistoso frente a España. Pero ni una palabra de pleitear con el organismo que puso en bandeja la lesión al empeñarse en disputar el partido en un terreno de juego indigno, peligroso y nada profesional.
Ahora, que el equipo nacional está abandonado a su suerte, que una categoría tan importante como la sub-21 atraviesa la mayor crisis de su historia, que la Federación está descabezada, con un presidente más pendiente de sus asuntos en las altas instancias de UEFA y FIFA que de atender lo que ocurre en su destartalada casa, ahora digo es el momento de poner fin a todo esto.
Es el momento de decir basta, de preguntarse por qué el partido tenía que jugarse en ese terreno de juego, pasara lo que pasara, de interrogarse por qué el encuentro tenía que disputarse en Murcia se hundiera el cielo y la tierra (la del terreno de la Nueva Condomina lo hacía y de qué manera), de reflexionar si es lógico que una productora audiovisual y un oscuro personaje como Jesús Samper manden más en la Federación que los propios Angel María Villar y Luis Aragonés. Porque no es la primera vez. Porque para jugar un trascendental España-Ucrania para la Eurocopa de Portugal se llevó el partido al Martínez Valero de Elche, preparado en esos momentos para cosechar de todo menos un buen resultado. Porque un amistoso contra Escocia que se disputó en el Ciudad de Levante tuvo que darse por concluido en la primera mitad debido a un apagón interminable.
El sábado Martin Petrov sufrió la misma lesión que Maxi y el terreno de juego no estaba en malas condiciones. También Cicinho cayó lesionado de gravedad en Sevilla sin que el estado del césped tuviera nada que ver. Pero no son excusas para justificar que el encuentro del pasado miércoles se disputara en semejante sembrado.
Pero, insisto, hay que ser valientes para ir contra la Federación. Porque la Federación tiene unos cuantos resortes de poder, pero sobre todo uno muy temido: el colectivo arbitral. El propio Atlético de Madrid ha sido testigo involuntario en las últimas jornadas de lo que puede cambiar el panorama por obra y gracia de los colegiados. Y es comprensible que a Cerezo se le encoja la mano. No ha sido el caso de Miguel Angel Gil Marín, accionista mayoritario del club, que ha cifrado el coste de la lesión de Maxi en seis millones de euros y sí ha mencionado a la Federación Española entre los posibles objetivos de la denuncia. Sin embargo, tanto Gil Marín como Cerezo llevan casi 20 años en esto y conocen lo poco conveniente que es caminar por el lado salvaje.
Claro que el escenario sería distinto si el Atlético de Madrid no fuera solo. No deseo que el club colchonero vaya de conejillo de indias, para llevarse el palo y abrir una posible veta. En este caso todos los clubes deberían ir de la mano contra la Federación. Porque el lesionado fue Maxi pero podría haber sido Xavi, Sergio Ramos, Albelda, Arruabarrena o Messi. Ahora, no me voy a hacer el ingenuo. Comprendo que es imposible la unión de unos clubes que sólo velan por sus intereses. Porque, además, tampoco no engañemos, los hay que están encantados con la actual Federación Española de Fútbol y no quieren que cambien ni las moquetas de Alberto Bosch. Así nos luce el pelo.
En fin, el Atlético ya lanzó el globo sonda de la denuncia a la AFA y en Buenos Aires lo recogieron y lo mandaron de vuelta para España, con un mensaje: "haber contratado un seguro, mirad lo que dice la FIFA". Llega la hora de los valientes pero entiendo perfectamente a Cerezo. Lo de llevarse todos los bofetones para que luego se aprovechen los demás es de tontos. Y los tontos raramente ganan algo. Y de eso se trata, ¿no?

domingo, octubre 15, 2006

Jugar a algo

Fabio Capello es acusado con frecuencia de proponer un juego excesivamente defensivo. Pero en el Real Madrid no se está cumpliendo esta premisa, básicamente porque los equipos rivales llegan demasiadas veces a la portería de Casillas. El último ejemplo ha sido el Getafe, pero antes lo fue el Atlético de Madrid e incluso el goleado Dinamo de Kiev. Sin embargo, el espíritu que el técnico italiano quiere inculcar a la actual plantilla merengue se basa en construir desde la defensa, con lo que el ataque se resiente. Y este último aspecto sí se refleja en un bagaje ofensivo que no es para tirar cohetes. Conclusión: será difícil que alguien le arriende las ganancias a Capello. Porque el equipo ataca menos pero no defiende bien. Como si una familia con estrecheces para llegar a fin de mes se apretara cada vez más el cinturón y siguiera, pese a todo, sin obtener los ingresos necesarios para respirar.
El principal problema del Real Madrid no es que juegue con un planteamiento más o menos defensivo. Es que no juega a nada. Ni ataca ni defiende. Y cuando se practica fútbol hay que proponer algo, jugar a algo, cada uno a lo que pueda, a lo que pueda o a lo que le den sus posibilidades. Recuerdo que de aquel Manchester United de finales de los 90, que se paseó en Inglaterra y volvió a conquistar la Copa de Europa, después de 30 años, de aquel equipo, digo, se comentaba que no era nada espectacular, ni revolucionario. Simplemente hacía "tres o cuatro cosas bien", pero las hacía tan bien que era muy difícil detenerle, hasta el punto de que hizo de Old Trafford un feudo inexpugnable. Sir Alex Ferguson tiene mucho que ver con eso, obviamente.
Muchos reniegan de un Real Madrid a la defensiva. Creo que el equipo blanco puede triunfar construyendo desde la defensa, dando una importancia capital a la contención, incluso aunque esto lleve consigo un sacrificio en ataque. Pero los jugadores se lo tienen que creer, tienen que confiar en el sistema y en el proyecto. Si se juega con prevalencia de la defensa, el contrario no puede llegar con comodidad al área. Porque, en teoría, al sacrificar el ataque, el equipo contará con menos opciones de marcar.
Este planteamiento es tremendamente efectivo. Pero tiene inconvenientes, sobre todo dos. Primero, que es poco vistoso; segundo, que requiere mucho trabajo, tanto táctico en los entrenamientos como después para ponerlo en práctica en el partido. Si los futbolistas del Madrid no están dispuestos a asumir este planteamiento, hay dos posibilidades: o Capello rectifica su idea (improbable) o el equipo blanco está condenado a marchar a la deriva un año más. Por experiencias recientes sabemos que es recomendable hacer caso a los técnicos, aunque no nos terminen de convencer sus ideas futbolísticas.
Del partido contra el Getafe al menos queda una buena noticia para el Madrid: una semana antes del choque frente al Barcelona, se ha revelado que Ronaldo no quiere jugarlo. Hubiera sido fatal para el equipo blanco que el delantero no lo hubiera manifestado con tal claridad y que Capello hubiera contado con él para el clásico. Pero la duda emerge para el italiano: si Ronaldo no quiere jugar un Real Madrid-Barcelona, ¿qué tipo de partido deseará disputar? Las 24 horas de un día se van a hacer cortas para el míster. De todo menos aburrirse.

lunes, octubre 09, 2006

Clásico argentino: el 'Pipa' Higuain destrozó a Boca

River se llevó el clásico argentino en el Monumental al imponerse a Boca por 3-1. Los de Ricardo La Volpe me decepcionaron. Venían de hacer un inicio de Torneo Apertura de ensueño, sin conocer la derrota, con un solo y sorprendente empate cedido en casa frente al recién ascendido Godoy Cruz y con una goleada escandalosa en la cancha de San Lorenzo de Almagro (1-7).
Frente a River no terminaron de dar la talla. Pero, sobre todo, no fueron capaces de frenar a un futbolista determinante: Gonzalo 'Pipa' Higuain. Fue una pesadilla para la defensa de Boca desde el principio al final. Con velocidad endiablada, no paró de ganar la espalda a los desafortunados centrales xeneizes así como de penetrar por la derecha como un puñal. Además, dos de los tres goles de River fueron obra suya, el segundo de bellísima factura.
Este verano se habló de que Higuain podría acabar en las filas del Athletic de Bilbao. Al parecer, el futbolista tiene antepasados vascos, lo que posibilitaría su ingreso en las filas del club vizcaíno. Hubiera sido el segundo caso de un futbolista del Athletic no seleccionable para España, tras el vasco-francés Bixente Lizarazu. Por si hubiera pocos, otro error del ya ex presidente Lamikiz: no haber logrado los servicios de esta figura emergente.
Se inició el clásico como suele ser habitual en estos casos, con mucha tensión y poco fútbol. Sin haber tomado apenas sitio en el campo, River perdió a Federico Domínguez por lesión y su lugar lo ocupó el joven Abelairas. En los primeros minutos, River se hizo con el dominio del balón. Su centro del campo ahogaba al de Boca, que mostraba dificultades para encontrar a su cerebro, Fernando Gago. Fruto del dominio inicial de River llegaron las primeras opciones de gol, incluído un disparo al palo de Higuain, que comenzaba a avisar de su peligro.
En estas, Gago comenzó a tomar la pelota y el panorama cambió. Sin encontrar excesiva presión por parte del rival, el '5' abrió su repertorio de pases y superó a Beluschi, que hasta entonces le había ganado la partida. Además, el colegiado Horacio Elizondo había amonestó al medio centro de River por una zancadilla precisamente a Gago, con lo que Beluschi jugó algo más cohibido a la hora de destruir el juego de Boca.
Sin embargo, cuando los de La Volpe parecían hacerse con el control, llegó el primero de River. Tras jugada embarullada en el área de Boca como consecuencia de un saque de esquina, Higuain metió la espuela en posición más que dudosa y batió al paraguayo Bobadilla. Iba a durar poco la alegría en un abarrotado Monumental, que estalló de júbilo con el tanto. Con una jugada de fuerza y técnica, Gago se deshizo del 'Colorado' Lussenhoff (ex de Tenerife y Mallorca) y de Nasuti con un solo y preciso pase a Palacio dentro del área. Tras sentar a un defensa, el delantero argentino cruzó la pelota a Carrizo e hizo inútil su tímida salida.
En aquel momento, Boca parecía haberse hecho con el control. Su juego iba a más, su presencia en el terreno de juego se agrandaba y había contrarrestado con pasmosa facilidad el contratiempo de un gol en contra. Su juego no era brillante, pero La Volpe se guardaba bazas en el banquillo, especialmente pensando en Guillermo Barros Scheloto.
No se sabe si influyó el hecho de que River tardara más de la cuenta en regresar del túnel de vestuarios, pero Boca salió dormido tras el descanso. Los de Passarella salieron a ganar el encuentro y vieron como la oposición de Boca se había difuminado. Beluschi se hizo definitivamente con el centro del campo, ayudado por Domingo y Zapata, frente a un desasistido Gago. Tras un afortunado rebote, llegó la jugada del segundo de River. Para enmarcar, para grabar y ponerla en la escuela de fútbol. Higuain conduce y pasa rápidamente a Beluschi, éste levanta la cabeza y observa el desmarque del 'Pipa' al que ningún defensor sigue, le pone la pelota e Higuain encara a Bobadilla, le amaga el disparo hacia el palo largo mientras le quiebra y marca a puerta vacía. Golazo, con Higuain comenzando y terminando la jugada, como viene en los libros, como mandan los cánones. Boca estuvo a punto de hacer lo del primer tiempo e igualar nada más encajar el gol. Pero el travesaño en dos ocasiones durante la misma jugada lo impidió. A partir de entonces, Boca desapareció, con el contratiempo de la lesión de un voluntarioso pero nada acertado Palermo. River aprovechó la situación y lanzó peligrosas contras, siempre con el 'Pipa' como protagonista, que pudieron hacer más amplia la diferencia en el marcador.
El 3-1 llegó culminando una tarde desafortunada de los centrales xeneizes. Beluschi conduce una contra y le pasa el balón a Farías, que se va entre tres defensas que no son capaces de cerrarle. El veterano delantero batió a Bobadilla y cerró el clásico.
Así, River se sitúa a un punto de Boca, aunque con un partido más. Los de La Volpe tendrán que concluir el encuentro frente a Gimnasia de La Plata, que tuvo que ser suspendido en el descanso por amenazas del presidente de Gimnasia al árbitro en los vestuarios. Durante la semana, los ojos estaban puestos sobre Gago y el interés despertado entre los grandes en España; y en el 'Muñeco' Gallardo y su debatida titularidad, aunque terminó por no jugar ni un minuto. Pero durante los próximos días sonará un nombre por encima de todos: Gonzalo 'Pipa' Higuain. Lamikiz, ¿por qué no le trajiste?

sábado, octubre 07, 2006

El despelote de Joaquín

Joaquín es un viejo conocido de este blog. Fue protagonista cuando el actual seleccionador, Luis Aragonés, decidió dejarle fuera de una convocatoria e interpretó que se trataba de un "toque de atención" por parte del míster. Por entonces, alabamos su habilidad para leer entre líneas pero intuimos que, de no mediar una reacción por parte del futbolista, el episodio podría volver a repetirse. Así ha sido. Y ahora, en unos momentos difíciles para la selección, con la clasificación para la próxima Eurocopa en juego, Joaquín se despacha manifestando que la selección es "un despelote y un caos".
Claro, la situación es así porque Joaquín no va convocado y, en su lugar, sí van, por ejemplo, compañeros suyos del Valencia, como Albelda, Angulo y David Villa. O ex compañeros del Betis como Juanito. ¿Es posible tener un mayor desprecio hacia el resto de los seleccionados? Cuando Joaquín acudía a las convocatorias de Aragonés, la selección no era un despelote ni el seleccionador ignoraba por dónde caminar. Eso sí, entonces tampoco ganábamos.
Pero un examen pormenorizado del escenario nos hace descubrir que el verdadero despelote se da con la situación del propio Joaquín. Lejos de su mejor forma desde hace mucho tiempo, Joaquín anuncia públicamente que su etapa en el Betis ha finalizado cuando está a punto de concluir la pretemporada. Supongo que Javier Irureta, entrenador del equipo de Heliópolis, le estará eternamente agradecido. Atrás quedaron cientos de cantos de sirena de los equipos europeos de primera fila que jamás llegaron a concretarse. Ahí quedaron las ofertas del Chelsea por más de 45 millones de euros que sólo se creían Lopera y los periodistas "palmeros" que siempre tiene a su alrededor.
Hablando del dueño del Betis, que alguien diga si no es un despelote la situación de Joaquín al inicio de temporada, mientras sus compañeros de selección comenzaban la Liga con sus equipos, él andaba recorriendo la ruta Sevilla-Albacete, ida y vuelta, con sesión fotográfica incluida, por obra y gracia de una esperpéntica cláusula firmada por recomendación de su agente, a la sazón, el señor padre de Joaquín. Eso sí que es un despelote y un caos.
En fin, como el tiempo da y quita razones, veremos cuánto tiempo dura Joaquín en el once del Valencia, aunque en este capítulo habrá que tener en cuenta los 25 millones de euros pagados por el equipo levantino porque, como no somos inocentes, sabemos que no sólo Florentino Pérez sugería matices en las alineaciones.
La situación de la selección española no es la mejor, ni mucho menos. Hay muchas cosas que cambiar. Pero el hecho de que Joaquín no esté entre los convocados es un factor que hace pensar que esto todavía no se ha convertido en un despelote. Algo es algo.

lunes, septiembre 25, 2006

Laporta y los derechos de Cataluña

Durante la asamblea de socios compromisarios del F.C.Barcelona que tuvo lugar ayer, su presidente, Joan Laporta, dijo que defender al club es "una manera más de defender los derechos y libertades de Cataluña". Nunca entendí la mezcolanza entre deporte y política pero en el caso de Laporta parece imposible discernir una cosa de la otra porque siempre aprovecha la más mínima ocasión para tratar de confundirlos.
Recuerdo que cuando iba al colegio, "el profe" o "la seño" nos solían preguntar la lección y cuando no nos la sabíamos bien salíamos por peteneras o tirábamos por los cerros de Úbeda para salir del paso y no quedarse en silencio. Entonces, el maestro nos miraba con las cejas arqueadas y nos decía: "¿y qué tiene que ver la velocidad con el tocino?".
Lo que sucede es que, en este caso, Laporta tiene argumentos de sobra para dirgirse al auditorio. Puede hablar del magnífico equipo que ha confeccionado, que ha logrado un dificilísimo doblete haciendo el mejor fútbol de Europa, que el número de socios crece sin parar, que sus futbolistas se colman de premios, parabienes y admiración por parte de todo el mundo, que las diferentes secciones del club no paran de llevar trofeos a sus vitrinas... Vamos, que el giro político no es para salir del paso, como hacíamos cuando éramos críos.
Uno de los peligros de mezclar política y deporte es que el resultado suele ser ridículo. Y este caso es todavía más grave. Porque por los derechos y libertades de Cataluña han luchado muchas personas, de forma anónima, sin parapetarse detrás de ninguna organización. Porque por esos derechos y libertades se han perdido vidas. Y, en fin, porque esos derechos y libertades, negados entre otros por un personaje histórico al que admira y rinde culto el cuñado de Laporta, están felizmente conquistados y recogidos en un documento denominado Constitución Española y desarrollados por otro llamado Estatuto de Autonomía. Vaya, que suena bastante más grave y serio que apoyar a un equipo de fútbol.
Y, por otro lado, luchar por el Barcelona no puede reducirse nunca a un ámbito geográfico porque el Barça es universal, conocido en los cinco continentes y con aficionados en todo el mundo. Pero Laporta se empeña en decir que apoyar al Barça es: "una forma noble y excelente para proyectarnos como catalanes en el mundo". Al menos, podría dar alguna sugerencia para los millones de seguidores del club que no son catalanes.
¿Se da cuenta el señor Laporta de lo que pasa cuando se mezcla política y deporte? Pero que nadie se asuste. Por suerte, los derechos y libertades de Cataluña no están en manos del presidente del Barça. Ni lo estarán. La labor de Laporte es hacer más grande al Barcelona aunque con estas palabras lo único que consigue es empequeñecerlo y reducirlo absurdamente a un ámbito geográfico.

viernes, septiembre 22, 2006

La Previa: Llega el primer 'clásico' escocés: Celtic-Rangers

Llega uno de los derbys más antiguos de Europa: el clásico escocés Celtic-Rangers. Será uno de los partidos más atractivos del fin de semana en el Viejo Continente. Los de Celtic Park, estadio donde se jugará el encuentro el sábado, llegan en mejor forma al partido frente a un eterno rival con muchas dudas. Sólo hay que ver su arranque liguero: tan sólo tres victorias en siete partidos. El Celtic tan sólo ha perdido un duelo, frente al Hearts del millonario lituano Romanov. Paradójicamente, el Rangers sí ha vencido al equipo de los corazones en su primer enfrentamiento liguero. Los locales cuentan con una demoledora pareja de ataque: el polaco Zurawski y el holandés Venegoor of Hesselink.
Otro duelo en la cumbre se dará en Moscú: CSKA-Lokomotiv, o lo que es lo mismo, primero contra segundo a falta de diez partidos para que finalice el campeonato. Cuatro puntos separan a ambos equipos en la tabla, con el delantero brasileño del CSKA Vagner Love pletórico tras sus convocatorias con la canariha de Dunga. Al acecho de ambos, un reverdecido Spartak, que viene precisamente de empatar a cero en el campo del Lokomotiv. En el partido de ida: Lokomotiv-3; CSKA-2.
Mientras, en la Premier League inglesa la mayoría de los partidos se juegan el sábado pero el flamante y sorprendente líder, el Portsmouth, lo hará el domingo ante el Bolton. No cabe duda que se trata de un duelo con morbo, sobre todo en los banquillos. Tanto el técnico del 'Pompey', Harry Redknapp (ex jugador del Liverpool) como el del Bolton, Sam Allardyce, fueron protagonistas del documental de la BBC sobre cobro de comisiones de fichajes por parte de los entrenadores que ha levantado ampollas en el Reino Unido. Los más atrevidos no dudan en comparar el escándalo con el registrado en Italia este verano. Al margen de polémicas, el Portsmouth está sorprendiendo a todos con un equipo extremadamente veterano: Nwanko Kanu, Andy Cole y Sol Campbell, entre otros, figuran en sus filas. Además, acaba de incorporar al joven portugués Manuel Fernandes, procedente del Benfica, del que hablan maravillas. Mientras, el Liverpool tratará de continuar su recuperación tras un mal inicio de temporada, con goleada frente al vecino Everton incluida. Tras su triunfo del miércoles ante el Newcastle, rematado con un extraordinario gol de Xabi Alonso, los de Benítez reciben a un Tottenham en horas bajas. El Chelsea visita al Fulham y el Manchester United al sorprendente Reading. Los de Old Trafford llegan tocados, tras la derrota el domingo en el clásico frente al Arsenal.
Alemania contemplará el duelo entre dos equipos revelación. El recién ascendido Energie Cottbus recibe al Nurnberg, que ha comenzado la Liga como un tiro, sólo superado por el Hertha de Berlín. El Bayern recibe a otro novato en la categoría al que no le ha impresionado el debut: el Alemannia de Aquisgrán, un conjunto que disputó hace dos años la Copa de la UEFA pese a militar en Segunda División.
En Francia proseguirá el acoso al Olympique de Lyon, que adelanta su partido al sábado contra otro equipo de Champions, el Lille. El renacido Olympique de Marsella visita la cancha del Nantes, penúltimo clasificado. Hablando del Lille, jugará su encuentro de Liga de Campeones frente al Milán, que también disputará su partido de Liga el sábado, en el campo del Livorno. En sólo tres jornadas, el equipo rossonero se ha quitado de encima los puntos negativos con los que empezó por la sanción a causa de su implicación en el "Moggi-gate". En Italia también hay equipo revelación: el mismo que el del año pasado, el Palermo, que comanda la tabla. Para la Juve, un nuevo episodio en el infierno, frente al Módena.
Y como curiosidad, la mayoría de las Ligas están empezando pero algunas apuran sus últimas fechas. Este fin de semana se cierra la competición en Islandia, aunque desde hace dos semanas ya hay campeón: el Hafnarfjordur, por tercer año consecutivo. En la última jornada, Valur y Reykjavik se jugarán en el partido que les enfrenta un puesto para la Copa de la UEFA. En breves semanas habrá campeón en Suecia, Noruega y Finlandia y, en dos meses, en Rusia.

jueves, septiembre 14, 2006

Capello contra todo

El Olympique de Lyon lleva camino de convertirse en una de esas "bestias negras" que el Real Madrid se empeña en coleccionar. Uno de esos muros contra los que uno se golpea una y otra vez sin ni siquiera intuir la fórmula para derribarlos o esquivarlos. Como el Bayern de Munich a mediados de los 80. Como el Milán de finales de esta década y principios de los 90. Este tipo de enemigos suele acarrear derrotas dolorosas e inoportunas. Como la de la pasada noche.
Se supone que cuando el Real Madrid llamó a Fabio Capello para encabezar el proyecto deportivo de Ramón Calderón, el entrenador italiano sabía dónde venía. Después de ganarlo todo como entrenador, Capello afronta uno de los mayores retos de su carrera y uno de los más difíciles. El partido de Francia le ha descubiero por qué es así.
Capello puede tener muchos enemigos, pero hay uno peligroso a más no poder, prácticamente imparable. Porque no se deja ver, porque no hay un futbolista que lo pueda parar, ni siquiera un sistema. Como muchas veces en la vida, un intangible: los años de sequía, la falta de títulos. Lo grave del inicio de temporada para el Real Madrid no es el empate en casa frente al Villareal ni tampoco la derrota en Francia. Mucho peor que eso es el hecho de que no hay forma de que el equipo adquiera confianza.
La mayoría podemos ser conscientes de que es difícil que llegue el buen juego aún por todos los cambios que ha sufrido la plantilla, incluído precisamente el entrenador. Pero los resultados tampoco llegan y esta circunstancia es fatal para un equipo que lleva tres años sin ganar absolutamente nada. Porque el Real Madrid no logra superar de esta forma uno de sus mayores problemas en los últimos años: la ansiedad. Capello ha vuelto a atribuir la derrota al aspecto físico. Pero es difícil explicar desde ese punto de vista por qué Fred ha ganado la espalda a los dos centrales, Cannavaro y Sergio Ramos, a los 10 minutos de la primera parte. Hay mucho de salir al terreno de juego como un flan, pensando en qué ocurrirá si se pierde.
Quizá nada que la paciencia y el transcurso del tiempo no arregle. Pero al público del Bernabéu ya no se le puede pedir más paciencia. Ni la actual junta ni el actual entrenador tienen la culpa, pero el Madrid lleva tres años sin ganar nada y no sería justo acusar a los aficionados de no tener paciencia. Entre los jugadores, algunos llevan vividos estos años negros y saben de lo que va la historia. Y a los nuevos ya se lo habrán contado.
Por eso, el reto de Capello es afrontar una lucha contra todo. Sin tiempo para pruebas, ni adaptaciones, con buena parte de la prensa en contra (muchos amigos no dejó el italiano en su primera etapa en el conjunto merengue) y con un equipo ansioso, que se derrumba a la primera circunstancia contraria, que sale con miedo a lo que pueda pasar. Si logra el objetivo, habrá que quitarse el sombrero.

viernes, septiembre 08, 2006

El infructuoso camino entre Larnaca y Belfast

Actualmente, Irlanda del Norte es la selección número 72 en el ranking de la FIFA. Por si les sirve de referencia, tiene justamente por delante a Burkina Faso y por detrás a Moldavia. Ciñéndonos al ámbito de la UEFA, ocupa los últimos puestos, tan sólo por delante de equipos como Malta, San Marino, Luxemburgo, Azerbayán, Armenia, Liechtenstein... Y eso que los números son generosos con los norirlandeses porque son aún peores de lo que indican las cifras. En fin, que la derrota de España el miércoles es grave, por si a alguien le quedaba alguna duda.
Desde que finalizó el partido, hemos escuchado y leído inevitables comparaciones con lo sucedido en Larnaca (Chipre) hace ocho años, cuando la selección sufrió otra de esas derrotas consideradas como "humillantes". Los paralelismos son evidentes. Entonces, como ahora, se venía de hacer un mal Mundial (eliminados en la primera fase en Francia 98); lo que debía ser el inicio de una nueva etapa, por lo tanto con ideas frescas y rostros diferentes, fue una continuación forzada y desastrosa. Clemente inició aquella fase de clasificación para la Eurocopa de 2000 como Luis ha hecho con ésta para la de 2008. El presidente de la Federación Española, Angel Villar, sin atisbo de reacción, hasta el punto de que prácticamente tuvo que ser la ministra del ramo, por entonces Esperanza Aguirre, quien forzara el despido de Clemente. Ahora también tenemos una ministra, Mercedes Cabrera, pero no sé si a estas alturas se habrá enterado aún de la derrota del miércoles.
Pero con todo esto, lo más grave no es el paralelismo ni tampoco la derrota frente a Irlanda del Norte. Lo peor es que entre el partido de Larnaca y el de Belfast han transcurrido ocho años. Y no hemos avanzado nada. Contumacia en el error se llama esa figura. El que viera lo de Chipre pensaría que se pondrían los medios para solventar la situación. Y a los ocho años se encuentra con lo mismo o parecido. Y entre medias, tres seleccionadores, infinidad de jugadores, partidos, clasificaciones, dos Mundiales y dos Eurocopas. Y seguimos sin pasar de cuartos. Y la selección sigue sin transmitir nada al público.
El miércoles me rondó la idea de que la selección ha tirado a la basura estos ocho años, que no han servido para nada porque hemos vuelto al punto de partida. La Federación es un ente inútil porque su máximo responsable está a otros asuntos, haciendo carrera para presidir la UEFA o la FIFA. Y es poco amigo de depurar responsabilidades porque tendría que empezar por él mismo, perpetuado en el poder.
Es obvia la incapacidad de Luis Aragonés para hacerse con el equipo. Le llegó un poco tarde un cargo que hubiera desempeñado mucho mejor hace unos años. Pero tampoco nos engañemos. Por unas cosas o por otras, los futbolistas siempre se escabullen de los palos... o tratan de hacerlo. Porque tienen una parte de responsabilidad muy grande. Y mientras, Luis no se irá sino que esperará a que le echen; y la Federación no le echará, esperará a que se vaya. El seleccionador calca las convocatorias, cada vez más. Son las consecuencias de trabajar en un lugar donde no se depuran responsabilidades.
Y a propósito de otra comparación, muy de moda en estos días. Me refiero a la del baloncesto. Profundizaremos más adelante en ella pero cabe recordar que la selección de basket sufrió dos humillantes derrotas en la primera mitad de los 90: la célebre frente a Angola en los Juegos de Barcelona y otra frente a China en el Mundial de Toronto. Pero entre ambas citas tan sólo hay dos años de diferencia (1992-1994). Y después han llegado dos platas y un bronce en Europeos y el oro del Mundial. Habrá que concluir que la ruta Barcelona-Toronto fue provechosa. Y si no cambian las cosas, habrá que preguntarse cuál será la próxima escala de la ruta Larnaca-Belfast. ¿Reikjavik? ¿La Valletta? ¿Astaná? ¿Vaduz? ¿Erevan?

domingo, septiembre 03, 2006

Mirada de campeón

Al padre de José Vicente 'Pepu' Hernández, in memoriam

Muchos recordarán una escena de la tercera entrega de Rocky, cuando Apollo Creed le dice a Balboa que lo que le derrotó realmente no fueron sus golpes ni su juego de piernas, sino su mirada, "la mirada del tigre". El boxeo es un deporte de miradas pero también lo es el baloncesto. A fin de cuentas, son diez protagonistas en un espacio reducido, a veces demasiado. Y una mirada puede llegar a ser clave.
Tengo grabada la mirada de Pau Gasol en una noche de septiembre del pasado año. Entonces, ejercía de comentarista de TVE en el Eurobasket de Belgrado porque había renunciado a jugar con la selección, tras una dura temporada, lesiones incluidas, en Memphis. Aquel día, la Alemania de Nowitzki había apartado a España de la final, con una canasta imposible anotada precisamente por la estrella germana. La selección había hecho un campeonato notable, con paliza a Serbia en su propia casa y un triunfo épico frente a Croacia en cuartos de final. Junto al ex seleccionador Javier Imbroda y al compañero de TVE Pedro Barthe, Pau hacía balance del torneo, pero su mirada estaba perdida, no estaba realmente allí. Gasol sabía que su puesto no estaba en el pupitre de enviados especiales sino en la cancha, como bandera de una selección irrepetible que no podía pasar sin lograr algo grande. Definitivamente, pasaría de las presiones y defendería los colores de su selección, como había hecho hasta entonces.
Gasol y sus compañeros habían visto demasiadas miradas en sus sucesivas llamadas a la puerta de la gloria en las que no obtuvieron respuesta. Miradas de indignación en el Eurobasket de Turquía, cuando una pésima actuación arbitral para evitar que el anfitrión quedara eliminado a las primeras de cambio hizo que nos topáramos en semifinales contra una Yugoslavia en pleno apogeo de Bodiroga y Stojakovic. Miradas de incredulidad al año siguiente cuando, tras caer en cuartos del Mundobasket de Indianápolis, se cerró la participación en el Campeonato con una magnífica victoria frente a EEUU (con Paul Pierce, Reggie Miller, Elton Brand, Jason Williams, entre otros) que nos hizo pensar en que este grupo era capaz de todo. Miradas de abatimiento en 2003, cuando un sobresaliente Europeo en Suecia, con triunfo agónico frente a Italia en semifinales, se culminó con una apabullante derrota ante la Lituania de Macijauskas (no erró ni un tiro libre en todo el campeonato) y Jasikevicius. En fin, miradas de lo-veo-y-no-lo-creo cuando España tuvo que enfrentarse a EEUU en cuartos de final de los JJOO de Atenas después de una inmaculada primera fase y después de ver como otra fracasada versión del 'Dream Team' hacía su único partido destacable contra la roja.
Pau sabía que tenía que estar con ellos pero sólo para que el equipo fuera más grande. "España es un equipo, no sólo es Pau". Lo dijo el sábado una voz nada sospechosa, la de la madre de los Gasol, ex jugadora amateur para más señas. Antes, habíamos visto la mirada llorosa de Pau al lesionarse en el partido contra Argentina. La de hoy era diferente. La de hoy decía: "la decisión que tomé en aquella cancha semivacía de Serbia hace un año ha merecido la pena". De qué manera.
Y Pepu. La mirada de Pepu sí que era misteriosa al inicio del choque. Parecía hasta demasiado responsabilizado. Casi nadie sabía lo que le acababa de suceder. En Pepu vimos la mirada de alguien que se encuentra con que el mejor día de su vida coincide con el peor. Una paradoja fatal, que supieron captar las imágenes de TV: Pepu en el podio, medalla de oro al cuello, mirada perdida en el horizonte, con dos lágrimas pugnando por salir de sus ojos y la mano en un corazón que latía por dos...
Tras la espera, al fin vimos la mirada de campeón. Porque el que llama a la puerta de la gloria una y otra vez acaba siendo atendido. Y la Historia le debía algo a este grupo fantástico de jugadores que, además de madurar, encontró quizá la pieza que faltaba: Pepu. En el fondo, la mitad del equipo fue campeón del mundo junior en Lisboa, dirigidos entonces por Charly Sáinz de Aja, un entrenador del corte de Pepu. Ahora todo encaja. Y siempre la mirada de campeón.

sábado, septiembre 02, 2006

¿Para qué queremos 38 jornadas?

Cuando acabamos de estrenar el mes de septiembre y sólo llevamos una jornada del Campeonato de Liga hemos podido ver y leer en la prensa unos cuantos análisis de la competición. Tal como suena. Ya sabemos que el Barcelona no lo tendrá tan fácil este año y que no brillará tanto, que esta es la temporada del Atlético de Madrid, que el Real Madrid saldrá cada partido abroncado por su público, que el Sevilla se cargará todo lo que se le ponga delante... Por eso, me surge la pregunta que aparece en el titular del post. Parece como si sobraran las 37 jornadas restantes, ya todo lo hemos visto en la primera.
Menos mal que no hace falta hacer esfuerzos memorísticos sobrehumanos para recordar como el pasado Campeonato de Liga moría y cobraba vida en cuestión de semanas... cuando acababa de comenzar la segunda vuelta. El lunes posterior a una victoria del Barça (acompañada normalmente de un tropezón del Real Madrid o del Valencia) la prensa sentenciaba: "la Liga se ha terminado". A la siguiente semana, el Barça pinchaba y se titulaba con desbordada euforia tipográfica: "¡Hay Liga!". Claro. ¿Cómo no va a haber Liga en febrero?
Para aquellos que anden un poco flacos de memoria, no hace falta irse tan lejos. Esta misma pretemporada se vaticinó que el Barcelona arrasaría de nuevo después de ganar la Supercopa al Español y golear en el Trofeo Gamper a un Bayern de Munich que, con la Bundesliga empezada, vino a dejar visto para sentencia el fichaje de Van Bommel. Parecen argumentos poco sólidos. Después llegaron la derrota frente al Sevilla en Mónaco y un sufrido triunfo a domicilio frente al Celta para abrir la Liga. Y el Barça suscita dudas. Nuevamente, fundamentos en precario equilibrio. Por poner otro ejemplo, el Atlético pasó de "tener muy buena pinta" por golear al Shangai Shinbum (o algo así) a "demostrar que aún tiene que trabajar mucho" tras sus malos resultados en la pretemporada en España. La victoria de la clarividente primera jornada en Santander le devuelve a la situación original.
No termino de entender la obsesión por jugar a adivino. Se podría pensar que se trata de sembrar para, en el futuro, decir aquello de "ya lo decía yo". Pero esta opción está descartada porque algunos no lo necesitan. Suceda lo que suceda, todo habrá acontecido "como dijimos en su momento". O si no, ¿se han fijado en la cantidad de gente que ha aparecido ahora diciendo que la gestión de Florentino Pérez al frente del Madrid nunca fue de su agrado? En la primera época de Pérez en palco merengue apenas se oyeron voces contra él. En Madrid, quizá sólo José María García y por una cuestión más personal que de otra índole. García insistió en que Pérez pidió su cabeza al presidente de Telefónica. Y en Barcelona se cebaron en el llamado "pelotazo" de la Ciudad Deportiva y en tratar de resucitar la rancia figura del Real Madrid como "equipo del Gobierno". Pero la gestión de Pérez era aplaudida para escarnio del entonces presidente azulgrana Joan Gaspart. Ahora, una vez Florentino derrocado, aparecen como duendecillos aquéllos que ya lo avisaron en su momento, aunque nadie les escuchó entonces. Aún no había creado este blog. Podría sumarme al "comité de sabios" sin temor a ser delatado. Pero mentiría. Como la mayoría, me vi embelesado por el proyecto de Florentino y los resultados que generó en sus primeros años de mandato. Me lo tragué todo. Insisto, como la mayoría.
Por eso, no hay problema en lanzar las campanas al vuelo en la primera jornada. Si el Barça termina la temporada arrasando, "ya lo dijimos a principios de temporada". Si el Atlético vuelve a quedarse sin competición europea, "no ha ocurrido nada que no se viera venir al comienzo de la Liga". Si Fabio Capello sale a hombros del Bernabéu, "estaba cantado". Y esto es demasiado largo como para sacar conclusiones en la primera jornada, conclusiones que lo único que sirven es para que la afición se sienta engañada. Sugiero relajarse, acomodarse y disfrutar, que todavía quedan 37 jornadas. Y que nadie se preocupe, que una vez que hayan transcurrido habrá conclusiones de todos los colores. Y palos, mucho palos.

sábado, agosto 26, 2006

Espectacular Sevilla

El Sevilla no se conformó con ganar la Supercopa de Europa. Además, lo hizo de forma espectacular. Porque en el fútbol hay variadas maneras de dar espectáculo. Y no todas pasan por lo que últimamente se ha venido en denominar 'jogo bonito'. El Sevilla dio espectáculo a su manera, con un derroche físico encomiable, con un estudio del rival digno de elevar a los altares a su entrenador, Juande Ramos, y con un desparpajo impropio de un equipo que, pese a los últimos éxitos, sigue siendo un novato en estas circunstancias. A todo esto, enfrente estaba el F.C.Barcelona, actual campeón de Europa y dominador en los dos últimos años de la Liga más exigente del Viejo Continente. En opinión de los expertos, el equipo que mejor fútbol practica en el mundo.
Como encontrareis multitud de resúmenes en la prensa e Internet, me limito a desvelar unas cuentas claves del partido. Una de ellas fue la actitud del Sevilla. Desde el primer minuto salió sin complejos, con la lección bien aprendida, sabiendo que el excesivo respeto a un adversario como el Barcelona es la peor forma de encarar un partido. El catedrático Juande Ramos conoce de sobra un secreto a voces: el hombre clave del Barcelona en la mayoría de los partidos no es el mago Ronaldinho, ni el depredador Eto'o. Obviamente, tampoco es Xavi Hernández. Por eso, el Sevilla salió con la consigna clara de anular a Deco. Y lo consiguió, hasta el punto de que el partido transcurrió sin apenas noticias del luso-brasileiro.
Ronaldinho y Eto'o son dos auténticos focos pero sin suministro de la estación eléctrica se apagan o iluminan como luces de posición. El cortocircuito de Deco se tradujo en un Barça empeñado en entrar por el centro, lógicamente sin resultados. Aunque es muy fácil opinar a toro pasado, creo que Rijkaard erró al dejar en el banquillo al francés Giuly, un futbolista que se mueve por la banda mucho mejor que Messi, al que la línea de cal parece acogotarle.
Otra de las claves estuvo en el centro del campo. Continuamos sin noticias de Deco pero con muchas sobre Renato, Adriano y Poulsen. Los dos brasileños constituyen una pareja infernal mientras que el danés estuvo discreto en la primera parte y fue mejorando en la segunda. De lo poco que hizo mal el Sevilla en los primeros cuarenta y cinco minutos fue dejar en los pies del danés la responsabilidad de sacar el balón jugado porque no ha demostrado excesivos modales de pasador. El ex del Schalke 04 es, no obstante, un buen par de Maresca.
Dos aspectos fundamentales más. El primero llegó en la recta final del primer tiempo. La presión asfixiante del Sevilla iba a menos y el Barça se crecía por momentos. Se hizo dueño de la pelota e incluso creó algo de peligro de forma tímida. Pero cuando sonaba la hora del Barcelona, llegó el segundo del Sevilla, en un error de Víctor Valdés. Ahí cambió definitivamente un guión, que sí se cumplió en la ida de la Supercopa de España, cuando el Barça aprovechó la falta de resuello del Espanyol para asestarle una puñalada al borde del descanso. Pero el Sevilla estaba por la labor de saltarse todos los protocolos y cuando le tocaba dar al Barça, se adelantó e hizo buena aquella máxima del entrañable Antonio Díaz Miguel: "el que da primero, da dos veces".
Y el segundo factor del que hablaba fue, precisamente, el autor de ese segundo gol. Kanouté fue el hombre del partido. Colaboró en fortalecer el centro del campo, fue el destino principal de los balones de peligro del Sevilla, abrió espacios para las balas Luis Fabiano y Renato y aprovechó su presencia física al máximo. Fantástico el ex del Tottenham, aunque para la UEFA el mejor del encuentro fue Dani Alves, muy trabajador, dispuesto tanto para incorporarse al ataque por la derecha como para secar al mismísimo Ronaldinho.
En la segunda parte, Ronaldinho se pegó más a la izquierda, tratando de que el ataque del Barcelona llegara más por las bandas. Pero seguimos sin noticias de Deco y la entrada de Iniesta fue estéril. También ingresó en cancha Gudjohnsen, que demostró ser un tipo listo, aunque no tuvo su noche con vistas al gol. Rijkaard acumuló hombres ofensivos (al fin apareció Giuly) mientras que Juande Ramos hizo lo propio con futbolistas de corte destructivo. Acabó el encuentro con Martí, Poulsen, Adriano y Maresca sobre el cesped. Y no pasó nada, salvo que el Sevilla remató la faena con el tercero. Lo dicho, existen varias formas de dar espectáculo sobre un terreno de juego. El Sevilla ejecutó la suya a la perfección.

martes, agosto 22, 2006

Las promesas de Ramón Calderón

Lo peor de estar tres años sin ganar un título no es el hecho en sí sino el clima de ansiedad que se genera. El Real Madrid lo sabe muy bien. Cada temporada que transcurre sin nada que celebrar engorda el peso de la losa que el club debe soportar. Y es evidente que ese clima de ansiedad se está dejando sentir durante la pretemporada, en la que cada resuello de un miembro de la plantilla se eleva a categoría de noticia. Si a esto le sumamos un proceso electoral plagado de incidentes y de juego sucio, el cóctel resulta explosivo.
Una de las figuras más destacadas de este improvisado Belén -permítaseme la licencia, con disculpas anticipadas para quien pueda sentirse ofendido- es la de las promesas electorales de Ramón Calderón, sobre todo aquéllas que no ha cumplido. Cuando aún era candidato, el actual presidente merengue aseguró que el brasileño Kaká vestiría de blanco si los socios le votaban. Y a poco más de una semana para que se cierre el plazo de fichajes, su contratación parece improbable.
Sin embargo, no diría que Calderón ha incumplido promesas electorales. Más bien, no ha medido bien donde comenzaba una y donde finalizaba otra. El actual presidente merengue está cumpliendo el precepto más importante con el que se presentaba a las elecciones, esto es, dejar las decisiones deportivas en manos de los técnicos. Contrató a Fabio Capello como entrenador y se puso a su disposición para reforzar el equipo. Está claro que Cannavaro, Emerson, Van Nistelrooy y Diarra no se corresponden con los deseos del presidente sino con los del entrenador. Los del presidente pasaban por contratar a Kaká, a Cesc y a Robben, los nombres que dio en la campaña. Es decir, que él solito se metió en el lío. El tren le pillaría de todos modos. Si traía a esos jugadores, no prioritarios para el entrenador, se metía en el terreno deportivo, lo que fue muy criticado al presidente anterior. Si no los traía, hacía falso un reclamo electoral.
El tiempo lo dirá pero, vistas anteriores experiencias, Calderón ha optado por lo correcto. No obstante, también convendría que el aficionado del Real Madrid cayera en la cuenta de que en fútbol no existen fórmulas mágicas que garanticen resultados. Hacer caso a los técnicos tampoco asegura títulos. Desde luego, es una manera más ortodoxa de trabajar pero los técnicos también se equivocan. Si Joan Laporta y Sandro Rosell hubieran hecho caso a Frank Rijkard, Ronaldinho no hubiera fichado por el Barcelona. Es sólo un ejemplo.
En cualquier caso, el socio madridista no votó un fichaje, sino un proyecto. Y ese proyecto contempla hacer caso a los técnicos. El aficionado que reclame a gritos el fichaje de Kaká debería recordarse a sí mismo hace unos meses, cuando bramaba por las adquisiciones de jugadores con mucho nombre pensando en el marketing, en lo que se simplificaba con la expresión "vender camisetas". Ya lo sospechábamos: el aficionado pasa de modelos, esquemas y métodos. Sólo quiere ganar.

sábado, agosto 05, 2006

Arrancan las ligas europeas; Liverpool, la sorpresa de la pretemporada

Tras la celebración del Mundial de Alemania, las principales ligas europeas se ponen en marcha. La semana pasada se inició la competición en Escocia y Bélgica, mientras que este fin de semana supone el banderazo de salida para Turquía, Francia y Suiza, entre otras. Desde Con perdón... se hará un seguimiento de todos estos campeonatos y cada martes habrá un post resumen con lo más destacado. Para el lunes espero tener preparada una radiografía de Hamburgo y Salzburgo, los rivales de Osasuna y Valencia, respectivamente, en la previa de la Liga de Campeones.
Sin embargo, permitidme que comience comentando aspectos de la pretemporada y una auténtica sorpresa que se produjo ayer. El Liverpool de Rafa Benítez se estrelló contra el Mainz alemán y cayó por 5-0. El conjunto germano, ascendido a Primera hace dos temporadas, luchó denodadamente el año pasado por mantener la categoría. Mientras, el Liverpool afrontaba su último partido amistoso antes de acometer su eliminatoria ante el Maccabi Haifa, correspondiente a la previa de la Champions. La formación del equipo inglés contó con su defensa titular y con casi todas sus figuras en el terreno de juego, incluido Xabi Alonso, que salió como titular. Además, el Liverpool encajó los cinco goles en 45 minutos, ya que todos los tantos llegaron en el segundo tiempo. Al finalizar el partido, Benítez señaló que la historia sería diferente el próximo miércoles, ante los israelíes. Se trata de un amistoso pero para equipos como los reds la imagen siempre es importante. La propia web del conjunto británico calificaba la derrota de "humillante".
Entre los amistosos que se están disputando en Europa, llama la atención el torneo que se disputa en Amsterdam, con la participación de Ajax, Manchester United, Oporto e Inter de Milán. Ayer, el United se impuso con comodidad al Oporto por 3-1, con goles de Rooney, Scholes (ambos acabaron expulsados) y Solskjaer, que parece definitivamente preparado para su vuelta a los terrenos de juego tras dos temporadas aciagas debido a las lesiones. En el otro enfrentamiento, el Ajax empató a 1 frente al Inter, que se puso por delante en el primer cuarto de hora con un gol de Santiago Hernán Solari. El mundialista Sneijder se encargó de igualar, a tres minutos del final. El ex barcelonista Gabri fue titular y jugó los 90 minutos.
El Arsenal goleó 0-3 al AZ Alkmaar de Louis Van Gaal, con José Antonio Reyes, Cesc y Almunia como titulares. El conjunto holandés deberá adaptarse a su nueva situación, sin dos importantes referencias como Denny Lanzaadt, ahora en las filas del Wigan inglés, y el danés Kenneth Pérez, que fichó por el Ajax. Gilberto Silva, el togolés Adebayor y Van Persie, de penalty, marcaron para los gunners. En otro amistoso, el Manchester City, que comparte gira asiática con el Atlético de Madrid, venció 0-1 al Shangai Shenhua, con gol del griego Samaras, fichado en el mercado invernal procedente del Heerenven.
Francia y Turquía estrenaron ayer sus respectivas ligas con encuentros adelantados al fin de semana, en los que debutaban los campeones. El Galatasaray estuvo a punto de dar la sorpresa y caer en su primer choque, frente al Ankaraspor. Salvó los muebles Sasha Ilic, a ocho minutos del final, para establecer el 1-1 definitivo. No ha empezado bien el año el Galata, que la semana pasada cayó en la final de la Supercopa turca frente al Besiktas (0-1).
En Francia no hubo lugar para las dudas. El Olympique de Lyon, que sí se hizo con la Supercopa gala, venció 1-3 al Nantes, con Diarra, pretendido por el Real Madrid, como titular y sin nueve de sus jugadores habituales, aún descansando tras el Mundial. Es, sin duda, el equipo a batir en un campeonato que está pendiente de Ribery y sus deseos de abandonar el Olympique de Marsella.
Escocia vivirá su segunda jornada. En la primera, sin sorpresas, con victorias de Celtic, Rangers y Hearts, previa a su debut en la Liga de Campeones frente al AEK de Atenas de Lorenzo Serra Ferrer.

miércoles, julio 19, 2006

Morir con las botas puestas

Hace unos meses, coincidiendo con la publicación de las noticias sobre el positivo de Roberto Heras en la última Vuelta a España, escribía en este blog que el ciclismo estaba herido de muerte. Tristemente, los acontecimientos posteriores por todos conocidos, con la traca final (por el momento) de la llamada "Operación Puerto" vinieron a reforzar el argumento. Sin embargo, no hemos de olvidar que el ciclismo es un deporte de sacrificio y de sufrimiento. Y es obvio que el ciclismo va a vender muy cara su derrota.
El espectáculo que se está viendo en el Tour de Francia, especialmente con la llegada de Los Alpes, está provocando que el deporte de la bicicleta renazca de sus cenizas. La afición, sobre todo la española, se encontró ayer con una mayúscula sorpresa. La etapa fue de las que hacen época y con un claro protagonismo de los nuestros: Oscar Pereiro y Carlos Sastre. El primero, con ya muy serias opciones de ganar el Tour. El de El Barraco, dando toda una lección de valentía y pundonor en la montaña. La contrarreloj del sábado le perjudica. Si no fuera así, sería tan favorito al número uno del podio como el que más.
El ciclismo está dispuesto a "morir con las botas puestas", como decía el propio Sastre en una emisora de radio. El ciclista del CSC parafraseaba de esta forma a un ser querido "que ya no está con nosotros". Porque si alguien piensa que Sastre está subiendo como un ángel las montañas francesas en solitario se equivoca. Con Sastre da pedaladas el llorado "Chaba" Jiménez, su cuñado, que fue muy grande pero se quedó con ganas de más. A "Chaba" se le atragantó uno de los puertos más duros, sino el que más: la vida. Pero se quedó con ganas de más ciclismo y vuelve cada vez que la carretera se empina. Y ayer hubiera dicho: "jooeeerr macho, la que habeis liado".

domingo, julio 16, 2006

Los cabezazos de Zidane

La agresión de Zidane a Materazzi en la final del Mundial tiene difícil defensa, por no decir imposible. El astro francés ha recibido reproches de todos los colores y desde todos los frentes, hasta de algunos que, según sus propios testimonios, no son ejemplo de nada. Fue un gesto muy feo, incluido el de no salir a recoger la medalla de plata. Entre otras cuestiones porque, sin querer ser excesivamente malpensado, creo que no hubiera hecho lo mismo, por muy enfadado que estuviera, si Francia se hubiera impuesto en la tanda de penalties y se hubiera hecho con la preciada Copa del Mundo.
Sin embargo, sería una injusticia mayúscula que recordáramos a Zidane por esta última acción de su vida como futbolista, que vino a cerrar de un modo gris una carrera impecable. Zidane ha dado muchos cabezazos en su vida y la mayoría quedarán para la Historia. Con dos cabezazos fulminó a Brasil en la final del Mundial de Francia. Aquella noche, los componentes de la selección gala recorrieron las calles de París como auténticos héroes, pero un nombre estaba en boca de todos, por encima de los demás: Zinedine Zidane. El marsellés emocionó al Bernabéu con un gol de cabeza, el último que marcó en el estadio madridista con la camiseta blanca, en aquella despedida que le hizo llorar. Con la cabeza siguió ese balón imposible que llegó de las botas de Roberto Carlos, surcó el cielo escocés y fue a parar a la bota izquierda de Zidane, convertida en cañón para sellar el gol más grande de la Copa de Europa. El genio francés jamás perdió de vista ese balón. Aquella noche de mayo de 2002 en Glasgow tuvo algo en común con la de julio de 1998 en París: muchos nombres sonaron y fueron aclamados. Pero uno por encima de todos, el de Zidane.
La cabeza que agredió a Materazzi es la misma que durante tanto tiempo pensó la jugada un segundo antes que los contarios y, en ocasiones, antes que los compañeros de Zidane, sorprendidos por lo que se le ocurría al francés. La misma cabeza que inventó pases imposibles, goles inverosímiles, que veía huecos inéditos para el común de los mortales.
Después de todo, juzgar a esa cabeza por estrellarse contra el pecho de Materazzi no es lo más oportuno, aunque no haya más remedio que afear la conducta a Zidane. Eso sí, igual de injusto que condenar al genio francés por hacer lo que hizo es permitir que Materazzi se vaya de rositas. Provocó, insultó y después mintió, al negar en un primer momento los ataques verbales contra Zidane. Los defensores de Materazzi dicen que eso es saber competir. No señores, eso no se llama competir. Los más grandes deportitas de la historia han alcanzado las cotas más elevadas de gloria sin necesidad de actitudes y comportamientos barriobajeros. Qué lástima que la prensa española, que ha elevado a Materazzi a categoría de mártir, tenga la memoria tan escuálida y no recuerde lo que dijo del defensa italiano después del brutal codazo de éste a Sorín, en la vuelta de los cuartos de final de la Champions, entre el Villarreal y el Inter de Milán. Entonces se trataba de la agresión a un equipo español. Ahora, en cambio, era un francés que defendía la camiseta de su país y que, para más inri, nos había echado con toda justicia del Mundial, cuando esa misma prensa llevaba meses jubilándole anticipadamente, como si fuera un empleado de banca o de una empresa multinacional de telefonía.
Un último detalle. Medina Cantalejo, que actuó de cuarto árbitro en esa final, volvió a ser protagonista porque fue el que vio la agresión de Zidane e hizo al árbitro sabedor de la acción. Desde luego, no procede calificarle de "soplón" ni tampoco decir que actuó mal. Pero sí fue más allá de las funciones encomendadas al cuarto árbitro, que no está para ver lo que no presencian ninguno de los tres que está en el terreno de juego. El comentario viene a cuento porque, como es lógico, la jugada de Materazzi y Zidane no se va a olvidar tan fácilmente y a la primera similar que se produzca en nuestra Liga y el cuarto árbitro se quede, tan a gusto, en su caseta, no faltará quien recuerde que en la final del Mundial Medina Cantalejo sí advirtió al árbitro. Y ya tendremos lío porque o Medina se excedió o los colegiados que actúan como cuarto árbitro llevan unos cuantos años incumpliendo sus funciones.
Y por si hay alguna duda, pienso que la FIFA debió no conceder el Balón de Oro del Mundial a Zidane y especificar, además, que la agresión fue el detonante para tomar la decisión. Quizá de esta manera hubiera dado un paso más para ayudar a todos a entender que "competir" no tiene nada que ver con lo que hicieron Zidane y Materazzi.

jueves, junio 29, 2006

España se estrella subida en una falacia

A tenor de las reacciones y comentarios a la eliminación de España, el público está decepcionado pero no tanto como en otras ocasiones. Dicen que es una selección joven, que ha logrado ilusionar a los aficionados y que tendrán más oportunidades para intentar ganar un Mundial. Me da la impresión de que detrás de todo esto también se encuentra el hecho de que las esperanzas depositadas en la selección para el Mundial eran mínimas y que, pese a que el saco de la moral se llenó un poco más por el comienzo de la selección, el punto final era más o menos esperado.
Los que hemos vivido más mundiales que muchos de los integrantes de la selección tenemos ya muchas "heridas", algunas más grandes que otras, que nos van inmunizando frente al dolor. Si algún aspecto me ha llamado la ateción negativamente ha sido la manera de quedar eliminados.
España encaró el partido subida en el pedestal de un argumento falaz: como el equipo francés está compuesto por jugadores veteranos, bastará con agotarles físicamente para llevarse el encuentro. En las horas previas al encuentro, los gurús futbolísticos insistían en la cuestión y se atrevían a decir que algunos jugadores galos estaban "acabados". La portada de Marca hablaba de jubilar a Zidane, al que Roberto Gómez calificaba en TVE de "ex futbolista".
En pocas palabras, falta de respeto al rival. Y cuando el rival se llama Francia es doblemente grave. Porque aunque las afirmaciones anteriores fueran ciertas, el equipo galo demostró algo que tapa muchas carencias: oficio. Precisamente, de lo que carece la selección española y lo que terminó por asestarle el golpe definitivo.
Humillaría a Luis Aragonés si pensara que dijo a los futbolistas que movieran la pelota para cansar a los franceses. Me figuro que, aunque no sea más que por los años que lleva, sabría que eso no iba a suceder. Sin embargo, algo de ese espíritu irrespetuoso que se respiraba en el ambiente debió traspasar la puerta del vestuario español porque la roja salió dispuesta a tocar mucho la pelota, prácticamente marearla. Eso sí, sin avanzar hacia la portería de Barthez, que estuvo casi inédito. No sé si alguien pensaba que los franceses iban a rendirse a la media parte o a levantar la mano ante el ritmo impuesto por el equipo español. Pero ese ritmo era de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. No era de arriba a abajo, con la diferencia que eso conlleva. Una diferencia cuantificable: unos 40 metros.
Me da que en esto del fútbol no sacan a jugar a cualquiera sino que se aseguran antes de que puede aguantar en pie la mayor parte del partido. Hace tiempo que dicen que el Real Madrid es un equipo "viejo" y que eso explica su pertinaz sequía de títulos. Pero el problema de los merengues no es tanto de edad como del hambre de títulos, que escasea. Lo de Francia es diferente. Al final, acabaron más frescos que los españoles, agotados de tanto tocar de lado a lado, sin apenas generar peligro. Al final, fue Zidane quien nos echó a la calle en lugar de ser al revés.
Cansar al contrario puede ser un medio pero jamás un fin. En fútbol no hay que salir a cansar sino a marcar goles. Y si con tenerla, pasar y esconderla basta para ganar, desconfíen del rival porque entonces no será grande y, por lo tanto, no estará en los octavos de un Mundial, por ejemplo.

lunes, junio 26, 2006

No dejemos que se carguen el Mundial

Dicen los que entienden de este negocio que el verdadero Mundial empieza en la fase de octavos de final, cuando se ponen en marcha las eliminatorias directas. Puede que sea algo exagerado y si no, que se lo digan a checos y croatas, por poner dos ejemplos. Lo que sí es cierto es que cuando finaliza la fase de grupos, el Campeonato cobra una mayor emoción y espectacularidad. Y es entonces cuando menos se ha de consentir que los árbitros sean protagonistas.
Por desgracia, la historia de los Mundiales está repleta de errores por parte de los colegiados. Los defensores del colectivo dirán, no sin razón, que también se podría confeccionar una interminable lista de equivocaciones por parte de los futbolistas. Pero de ahí a no expulsar a un jugador cuando tiene dos tarjetas amarillas, como hizo el inglés Poll, media un abismo.
Lo peor de todo esto es que la torpeza arbitral priva a los aficionados de grandiosos espectáculos, como pudo ser el encuentro entre Portugal y Holanda. Valentin Ivanov, un pésimo colegiado ruso que ya la ha montado más de una vez en la Liga de Campeones, demostró muy pronto a los futbolistas que no había árbitro, sino un señor que pasaba por allí. Vio la alevosa entrada de Boulahrouz a Cristiano Ronaldo, que dejó fuera de combate al interior portugués, y tan sólo le mostró tarjeta amarilla. A partir de entonces, la anarquía fue en aumento y como resultado final arrojó tres expulsiones más y alguna otra que Ivanov se comió. Los aficionados querían ver algo de fútbol pero tan sólo pudieron apreciar tangana tras tangana.
En medio de tal antología del disparate arbitral no podía faltar la aportación española. La reciente historia de la Copa del Mundo nos ha dejado actuaciones provocadoras del más absoluto de los estupores, como la de Lamo Castillo en España 82, que machacó a la Unión Soviética contra Brasil (entonces Joao Havelange era presidente de la FIFA), o la de Victoriano Sánchez Arminio en México 86, que también castigó a los soviéticos, en este caso desde la banda, como árbitro asistente (era la época en la que no sólo te podía tocar un árbitro de Benin, sino que además iba acompañado de un linier de Tailandia y otro de Vanuatu). Ivanov le hizo un favor ayer a López Nieto y le arrebató el récord de tarjetas mostradas en un partido, que lo ostentaba el andaluz desde el Mundial de 2002.
Ante esta fatal circunstancia, Luis Medina Cantalejo ya se ha encargado de que el nombre de España y del fútbol español se haga famoso en el Mundial. No podía ser que los Torres, Villa, Cesc, Xavi, Puyol, Luis Aragonés llevaran la voz cantante en este sentido y se llevaran las portadas de los periódicos. El árbitro español ha logrado la difícil meta de que ninguno esté contento con su actuación. Es verdad que expulsó de forma muy rigurosa a un futbolista sucio como Materazzi. Pero su forma de compensarlo, con un penalty que sólo vio él, ha sido cruel para Australia, que ya soñaba con la prórroga y que ha sido despertada de forma cruel en el último minuto del descuento. Después escuchaba en la radio que los periodistas españoles han sido prácticamente asediados por los compañeros de la prensa internacional para recabar información sobre Medina Cantalejo. Objetivo cumplido: mañana infinidad de periódicos de aquí y de fuera hablarán sobre el árbitro. Qué más da si bien o mal.
Pues no da lo mismo. Porque hemos de ser sinceros: si el "penalty" de Australia se lo pitan a España estamos hablando del árbitro hasta el siguiente Mundial, como ha sucedido en estos cuatro años con el tristemente célebre El Ghandour. Hace cuatro años, Italia fue sacrificada de forma ignominiosa por las actuaciones arbitrales. Primero, en la fase de grupos, dado que era el favorito para cruzarse con Corea, uno de los anfitriones, en octavos. Como no pudieron detener a los italianos entonces, pasaron directamente al Plan B: fusilarlos en el propio partido de octavos y, de paso, llevarse por delante a España en cuartos. Es decir, no hay un trato de favor a Italia pero tampoco debería buscarse una absurda compensación. Los errores arbitrales forman parte del espectáculo, pero Ivanov vio la entrada del defensor holandés y Medina estaba colocado de forma excelente para presenciar la jugada entre Neill y Grosso. Supongo que Poll sabrá que si un jugador recibe dos tarjetas amarillas en un partido debe ser expulsado. Y esos son los errores que se pueden cargar un Mundial. Los que entre todos debemos evitar para que no sucedan.

El detalle. Será una cuestión del destino pero este tipo de equivocaciones arbitrales en Mundiales perviven a lo largo del tiempo y dan lugar a paradojas. Ya han pasado 20 años pero aún recordamos el gol de Míchel contra Brasil en el Mundial de México que el colegiado anuló pese a que el balón sobrepasó la línea de gol. ¿Recuerdan la nacionalidad del árbitro? Australiana. Al señor Bambridge, la FIFA le sancionó a perpetuidad: no volvió a pitar un partido internacional. Veinte años después, un español le ha "hecho la pascua" a Australia. Si no fuera porque estoy seguro de que Medina Cantalejo ni se acuerda de la nacionalidad de Bambridge porque en este negocio está por dinero y no por afición, sería capaz de pensar mal y todo.
Considero también un regate del destino lo que le ha sucedido a Guus Hiddink. Hace cuatro años, dos nefastas actuaciones arbitrales le permitieron hacer historia y meter a Corea del Sur en semifinales del Mundial. Hoy, la negligencia de Medina le ha dejado fuera del Campeonato. En 2002 fue crítico con los jugadores españoles por los comentarios de éstos hacia El Ghandour. Por coherencia, debería olvidarse de Medina.

Inglaterra gana pero se desinfla

No considero un atrevimiento decir que si Carlos Tenorio acierta con el marco de Paul Robinson en el mano a mano que tuvieron en la primera parte, ahora Ecuador estaría en cuartos de final. Pese a que todo el mundo daba como favorita a Inglaterra, el encuentro se decidió en el lanzamiento de una falta a cargo de Beckham. Esa fue la diferencia, delgada diferencia, entre ambos contendientes. A Ecuador le faltó pegada pero en muchas fases del encuentro trató de tú a tú a los ingleses y no demostró ser inferior.
En cambio, Inglaterra volvió a defraudar; fue, de nuevo, la del partido ante Trinidad & Tobago y la de las segundas partes frente a Paraguay y Suecia. Los ingleses tienen un problema fundamental arriba. Rooney ha llegado muy justo al Mundial y acusa cada día la inactividad a causa de la dolencia que se produjo poco antes de la cita de Alemania. Con la imposibilidad de contar con el concurso de Owen, lesionado de gravedad frente a Suecia, Eriksson parece haber perdido la confianza en Peter Crouch, al que no concedió hoy ni un minuto. Tampoco se anima a meter a Theo Walcott, el futbolista más joven de la fase final. Apostó por el punta del Tottenham Carrick, que tuvo un papel muy discreto, lejos de la meta ecuatoriana.
Los ingleses se sostienen en su poderoso centro del campo, con el omnipresente Gerrard y el incisivo Lampard. Pero al margen de ellos y del poderío físico mostrado por Ashley Cole, poco ofrecen los de Eriksson para optar a seguir adelante. Ecuador volvió a mostrar mucho orden pero les falló el poderío atacante mostrado en la primera fase. Agustín Delgado apenas apareció y Carlos Tenorio no tuvo suerte en la ocasión mencionada anteriormente y propiciada por un error del venerado central del Chelsea John Terry. En defensa se mostró un equipo sólido y tan sólo no pudo evitar la genialidad en el lanzamiento de falta de un Beckham que, por lo demás, estuvo bastante gris.
Ganó Inglaterra pero si lo hubiera hecho Ecuador a nadie hubiera extrañado viendo el curso de los acontecimientos. Y cuando se gana así sucede que al día siguiente sale al revés y toca regresar a casa. Es una impresión generalizada que Inglaterra podría dar más juego con los futbolistas de que dispone. A partir de ahora, el Mundial le exigirá más.

domingo, junio 25, 2006

El fútbol fue injusto con México

Cerca quedó México de dar el primer campanazo de los octavos de final del Mundial. Los aztecas hicieron sudar a los argentinos más de lo previsto y si finalmente no se llevaron el partido fue por las pequeñas cosas, por los detalles, por los dichosos imponderables. Porque Argentina tiene unos cuantos jugadores resolutivos y, en cambio, México tiene la pólvora mojada. Porque el colchonero Maxi Rodríguez se sacó de la chistera uno de los goles más espectaculares del Mundial y, además, en el momento más oportuno. Y ante eso, hay poco que hacer.
El equipo de José Peckerman se vio sorprendido por una salida en tromba de México. La presión de los verdes se hacía asfixiante y la albiceleste apenas podía mantener el balón en su poder. Fruto del acoso sobre la portería de Abbondanzieri llegó un tempranero gol de Rafa Márquez, impecable ayer como casi toda la línea defensiva dispuesta por La Volpe. Teóricamente, el gol tuvo dos efectos: dar un mazazo por el tanto encajado y "eliminar" a un contrario: Gabriel Heinze. El central del Manchester United acusó que en el tanto de Márquez tuvo una buena parte de culpa, ya que dejó escapar al futbolista del F.C.Barcelona y le permitió rematar solo en el segundo palo. A raíz de la jugada, Heinze estuvo nervioso, fallón, en ocasiones fuera del partido. Con él y un Scaloni excesivamente revolucionado (me cuesta creer que Peckerman no encuentre un lateral derecho mejor que él), la defensa argentina caminó sobre el alambre.
Si algo salvó a los de Peckerman fue la temprana respuesta, en un saque de esquina que aprovechó un auténtico cazagoles como Hernán Crespo. Con el tanto quedaba anulado uno de los dos efectos que produjo el gol de Márquez. Pero las tablas no llevaron la tranquilidad a Argentina, que seguía sin encontrar a Riquelme en las escasas oportunidades en que tenía la pelota. Los mexicanos percutieron sobre la meta rival pero sin acierto, con poca pegada, con un Borgetti en horas bajas con vistas a la portería.
Argentina sólo empezó a encontrarse más cómoda cuando México bajó el ritmo físico. El cansancio hacía mella en unos futbolistas que se vaciaron sobre el cesped de Leipzig. Fue entonces cuando Román Riquelme se hizo al fin con la pelota y la albiceleste comenzó a parecerse un poco a la que habíamos visto en la primera fase. Peckerman trató de evitar la prórroga metiendo en el campo a Tévez y Messi, juventud, potencia, velocidad y talento para desbordar a un agotado rival. Pero ambos se empeñaron en querer resolver por su cuenta, frente a un ejército de defensas aztecas que no permitieron que se salieran con la suya. Mientras, La Volpe volvió a jugarse la baza de Zinha, para que revolucionara el partido al modo de lo que hizo el día del debut de México frente a Irán. El futbolista de origen brasileño aportó clase al centro del campo pero encontró a los honbres a arriba, tanto Fonseca como Borgetti, excesivamente agotados como para intentar desmarques imposibles. La Volpe no contó con el Guille Franco, jugador nacido en Argentina, que ya declaró antes del partido que si lograba un tanto no lo celebraría. No parecía en la mejor disposición para afrontar el partido, lo que sin duda aumentará la polémica generada en México por la convocatoria tanto de Franco como de Zinha.
México controló más y mejor, tuvo más el balón y llegó más a puerta. Pero enfrente estaba Argentina, dos veces campeona del mundo, la única capaz de repetir título en los últimos 30 años junto con Brasil. El golazo de Maxi no hizo sino traducir todo lo anterior en el pase de Argentina a cuartos. México puede sentirse orgullosa; cayó en octavos, como hace cuatro años, pero qué diferencia.
No obstante, tras los dos últimos encuentros, las dudas pueden llegar a Argentina. Máxime, si tenemos en cuenta que el cruce de cuartos es con la anfitriona, Alemania, cuya trayectoria parece ser la contraria de la albiceleste, esto es, de menos a más. ¿Se cruzarán las líneas el próximo viernes?

sábado, junio 24, 2006

Alemania, en calesa a cuartos

Cuando hablamos de fútbol siempre es difícil saber si las victorias se deben a méritos de unos o a deméritos de otros. El triunfo de Alemania frente a Suecia se basa en un comienzo arrollador de los germanos, que siguen practicando a la perfección su juego, nada espectacular ni vistoso, pero tremendamente efectivo. Sin embargo, no debe quedarse en el tintero que se impusieron a uno de los equipos que han pasado a octavos de final con más dudas.
Alemania volvió a poner en práctica su estrategia, que pasa por terremoto de inicio. Estamos antes uno de los equipos mejor preparados físicamente. A cambio, Suecia salió adormilada. El resultado no se hizo esperar: a los once minutos, los nórdicos perdían 2-0, que es como salir al terreno de juego con el partido ya decantado para el otro bando.
Ya dijimos en los comentarios previos al Mundial que Suecia tenía un imporrante desequilibrio: es un conjunto muy bien armado del centro del campo hacia adelante pero algo flojo en defensa. Y eso se comprobó en los dos goles germanos. En el primero, Klose se deshace de la defensa con un simple moviemiento y al rechace del portero llega Podolski antes que unos impasibles zagueros suecos. En el segundo, el ataque alemán entra por el centro y mientras la defensa de Suecia casi en pleno se va a por Klose, Podolski remata desmarcado (algo similar a lo que le sucedió a España en el gol que encajó frente a Túnez).
A partir de ahí, a Alemania le bastó con imponer un ritmo muy alto y mantener la pelota con criterio, sin renunciar al ataque. Como prueba, las numerosas oportunidades de gol que tuvo, especialmente en disparos desde fuera del área de Frings, Ballack y Schwensteiger que Isaksson desvío como pudo y que los postes rechazaron en dos oportunidades.
De Suecia tuvimos pocas noticias. Su poderío de delante se ha visto limitado a lo largo del Campeonato. Ljungberg comienza a notar el paso de los años, Ibrahimovic ha estado ausente. No sólo no ha marcado ni un tanto sino que apenas tuvo alguna ocasión frente a Trinidad & Tobago. Con toda su veteranía, Larsson es el que ha demostrado algo más, pero a todas luces insuficientes. Kallstrom ha jugado hoy demasiado lejos de la portería y, además, ha tenido que ser sustituido aún en la primera parte por la expulsión de Lucic, injusta, pero que no justifica la derrota. Ironías del destino, Larsson falló una pena máxima en la segunda parte que pudo haber metido a Suecia en el partido, aunque fuera con 10 jugadores. En la única jugada de peligro generada por Ibrahimovic, que metió un balón envenenado al área, el propio Larsson buscó el penalty y lo logró. Pero el lanzamiento se fue a las nubes y ahí murió Suecia.
Destacó la movilidad de Klose y Podolski arriba y la fortaleza del centro del campo alemán. Los germanos son tremendamente competitivos. Pueden estar mal, generar críticas a su juego, no rendir como se espera en los amistosos. Pero cuando llega la competición es difícil que fallen. La auténtica prueba de fuego les llegará en cuartos de final donde podrían enfrentarse a Argentina, si la albiceleste supera en unas horas a México. Me gusta Alemania y su contundencia pero su revalida llegará con un rival de mayor fuste. Suecia confirmó la decepcionante imagen que exhibió en la primera fase. Si no se quedó entonces en el camino fue porque cayó en un grupo más fácil que República Checa y Croacia, que han sido otros dos combinados que han rendido por debajo de lo esperado. De su renovación generacional dependerá que esté presente en las próximas citas importantes. España será testigo de ello puesto que Suecia es rival en el grupo de clasificación para la próxima Eurocopa 2008.

miércoles, junio 21, 2006

El triunfo alternativo

Resultados de la jornada
Grupo G
Suiza-2; Togo-0
Grupo H
Ucrania-4; Arabia Saudí-0
España-3; Túnez-1
Lo único que me pareció extraño del España-Túnez de ayer fue la actitud de nuestra selección al inicio del partido: con prisas, con precipitación, hasta diría que con ansiedad. Y todo pese a la tranquilidad que debería haber traído el convincente triunfo por 4-0 frente a Ucrania de la primera jornada. España quiso resolver las jugadas en dos pases, que llegaran pronto los goles, como en su primer partido, quizá temerosa de lo que precisamente le iba a suceder. Fruto de su juego innecesariamente acelerado nació un extraño rebote en línea de tres cuartos que dejó la pelota sin dueño. Puyol, algo más flojo que el día de Ucrania, no pudo superar a Jaziri que terminó llevándosela. En otro claro síntoma de nerviosismo, toda la defensa se fue a por el delantero tunecino, con lo que habilitaron a otros dos contrarios que esperaban el pase. Cuando Senna quiso llegar a la ayuda defensiva fue demasiado tarde: Mnari ya había fusilado dos veces a Casillas, la segunda de ellas con éxito.
Ni siquiera se había cumplido el primer cuarto de hora de juego, con lo que las prisas volvían a estar injustificadas. Lo cierto es que España tardó algo en calmarse. Como prueba, los nuestros no encontraban a Xavi con tanta facilidad como el primer día. El centro del campo tunecino, con Mehdi Nafti y Namouchi, el futbolista del Rangers, estaba haciendo su trabajo a la perfección. Roger Lemerre, técnico francés que lleva los designios de Túnez, sabía lo que se hacía colocando en el terreno de juego a Nafti, que conoce a la mayoría de los futbolistas de España gracias a su paso por el Racing de Santander. La pareja tunecina dejó más pequeños a Xavi y Senna, mientras que Xabi Alonso procuraba mantenerse a flote con algo más de éxito. Otro síntoma preocupante fue que Túnez lograba una y otra vez realizar la misma jugada: salida hacia el centro del terreno de juego, primer toque y balón hacia el inmenso pasillo de la banda derecha, del que el lateral del Ajax Hatem Trabelsi era el dueño y señor. Y el equipo de Luis era incapaz de abortarla.
España logró hacerse al fin con el control del balón y entonces comenzaron a llegar las oportunidades de gol. Sin embargo, volvimos a toparnos con la falta de acierto que se evidenció en los últimos amistosos, frente a Rusia, Egipto y Croacia.
Precisamente, si algo hemos podido ver también en esos encuentros ha sido la variedad de planteamientos con los que cuenta Luis Aragonés. El seleccionador no dudó en cambiar el inicial y trató de poner soluciones a los problemas sin esperar más tiempo. La segunda parte comenzó con Cesc y Raúl en el terreno de juego. Simplificando mucho las cosas podríamos decir que acertó el míster con las sustituciones puesto que Raúl marcó el empate e intervino en el penalty que supuso el 3-1 mientras que Fábregas participó en los dos primeros tantos españoles. Sin embargo, es posible ir más allá. Los dos futbolistas dieron una frescura de la que carecía el juego de la selección hasta entonces; salieron sin la ansiedad que tanto mal nos había hecho desde el comienzo. Las dos primeras acciones de Raúl consistieron en surtir sendos balones a un casi inédito en ataque Mariano Pernía, que a partir de entonces no paró de realizar acometidas por el lado izquierdo. Mientras, Cesc manejó el equipo a su antojo desde el centro del campo. Roger Lemerre había dictado a los suyos a la perfección la lección sobre Xavi pero el capítulo de Fábregas se le quedó fuera del temario. Mal hecho. Además de ensamblarse a la perfección con Xabi Alonso (para eso juegan los dos en la Liga inglesa), Fábregas hizo gala de otra de sus virtudes: la incorporación al ataque. Dos zarpazos suyos pusieron el "uuuyyy" en las gradas y el rechace del tercero sirvió para que Raúl pusiera el empate, ganando la acción a uno mucho más grande que él, como Trabelsi. Los chicos de la Colonia Marconi, en Villaverde Bajo, con los que jugaba Raúl en la calle también eran mayores que él. El capitán está acostumbrado a tener que superar estas adversidades.
Habían pasado 71 miutos desde el pitido inicial y 63 desde el gol de Túnez. Demasiado tiempo soñando como para despertar despejados. El gol terminó de serenar a España y entonces llegó el turno de Torres. Antes se había peleado con la defensa tunecina sin descanso pero también sin esconderse. Probablemente, ayer hizo el partido más serio con la selección, cargado de una responsabilidad que no rehuyó en ningún momento. Probablemente, ayer Fernando Torres se sacudió lo del "niño". Su actitud no es de ningún niño sino todo lo contrario. El delantero del Atlético se doctoró donde hay que hacerlo, en las grandes competiciones. Y ésta es la más grande. Si Cesc lo encontró para meterle el balón del segundo gol fue porque Torres inició el enésimo desmarque, el siguiente sprint de una lista inacabable. No en vano, Cesc y Torres comparten una circunstancia importante: conocen el triunfo con la camiseta roja. En cierto modo, pueden mostrar el camino a los demás.
Y Torres tomó la responsabilidad de lanzar el penalty. Daba lo mismo el fallo contra Croacia y las posibles críticas. Raúl le había metido un balón por alto de los que sólo pueden acabar de dos formas: o gol o pena máxima. Y aunque no lo tiró bien lo transformó. Porque Torres está dispuesto a que éste sea su Mundial, su particular rito de iniciación para dejar atrás su "niñez". Porque esas ambiciones ya no son de niño.
Fue una victoria más valiosa que la primera porque, además de tres puntos, deja muchas enseñanzas con vistas al futuro inmediato. Porque España se asegura los octavos de final donde le esperan rivales: Suiza, Francia o Corea del Sur. Podeis indicar vuestras preferencias. Como no creo en muertos vivientes, mejor evitar a Francia. Pero España ha hecho sus deberes y eso ya no está en su mano.

lunes, junio 19, 2006

Ecuador, agradable sorpresa; Francia, notable preocupación

Resultados
Grupo A
Ecuador-3; Costa Rica-0
Grupo B
Inglaterra-2; Trinidad & Tobago-0
Suecia-1; Paraguay-0
Grupo C
Argentina-6; Serbia y Montenegro-0
Holanda-2; Costa de Marfil-1
Grupo D
México-0; Angola-0
Portugal-2; Irán-0
Grupo E
Ghana-2; República Checa-0
Italia-1; EEUU-1
Grupo F
Brasil-2; Australia-0
Croacia-0; Japón-0
Grupo G
Francia-1; Corea del Sur-1
El Mundial sigue su curso pero a toda máquina y se acumula el trabajo después de dos días sin comentarios. Trataré de sintetizar al máximo con notas sobre todos estos partidos que se han disputado en los últimos días.
Para empezar, admito que mi pronóstico para el Grupo A ha saltado por los aires. Esperaba a Polonia al lado de Alemania para los octavos de final y al final será Ecuador la que pase a la siguiente ronda. Tan inesperada ha sido la sorpresa del conjunto ecuatoriano, que no había hecho grandes actuaciones en las dos últimas ediciones de la Copa América, como la decepción de los polacos. Ni un gol en 180 minutos, en todo momento superados por Ecuador en el primer partido y sin inquietar en el segundo a una Alemania que no dio la imagen de consistencia del debut y que tuvo que ser rescatada por un veterano como Oliver Neuville (enorme la temporada con el Borussia Mönchengladbach).
Ecuador será un hueso para el que se lo encuentre en octavos de final, fase a la que podría pasar como primera de grupo con un simple empate frente a Alemania. Su propuesta es de un fútbol alegre que no carece de disciplina ni rigor táctico. Lo dicho, una prueba de fuego para los conjuntos del Grupo B, en el que no se está viendo buen fútbol. Paraguay ya está eliminada con el mismo bagaje que los polacos en cuanto a realización. Creo que se marchan del Mundial sin llegar a aterrizar en él. Los ingleses ya están en octavos pero tampoco han maravillado y Trinidad estuvo cerca de dar su segunda sorpresa. Pero después de permanecer 175 minutos sin recibir un tanto, los zarpazos de Crouch y Gerrard, los dos pupilos de Rafa Benítez, han dejado a los caribeños casi sin opciones. Los suecos pasarán pero dejando a su paso muchísimas incógnitas. Sin duda, han sufrido un retroceso desde la Eurocopa de Portugal, hace dos años.
Argentina se exhibió frente a Serbia y Montenegro. Cuando las cosas van mal, los balcánicos comienzan a hacer la guerra por su cuenta y todo termina como el rosario de la Aurora. En cualquier caso, es conveniente evitar humillaciones como ésta en un Mundial, es decir, ante los ojos de todo el mundo. Magistrales los hombres de Peckerman y un aviso para la FIFA. Quizá a Argentina le motive más un "grupo de la muerte" que uno teóricamente fácil. Por si las moscas.
Hay silencios significativos. Muy callados están los que decían que Costa de Marfil estaría entre las mejores. Decir eso de un debutante es siempre arriesgado porque si algo le ha faltado a la selección africana ha sido precisamente oficio. Eso y también algo de calidad porque no todo en el fútbol es correr. Es verdad que a Holanda le pudo echar una mano el árbitro pero en el pasado Mundial masacraron a Italia en la primera fase con los colegiados y no pudieron con ella.
A propósito de Italia, protagonizó el partido más feo de lo que llevamos de Mundial frente a EEUU. De forma sorprendente, a los transalpinos se les atragantó un partido pese a su experiencia en fases finales. El ambiente venía enrarecido por las bélicas declaraciones del seleccionador norteamericano, Bruce Arena, que parece no ser consciente de que EEUU aún tiene mucho camino por recorrer en esto del fútbol. Eso sí, contó con la ventaja de que Italia les menospreció desde el principio y se lo puso difícil a sí misma con esta actitud. A las palabras de Arena les hubiera bastado con poner un poco de fútbol, pero los italianos parecen no estar muy sobrados de juego. Al grupo le da emoción el buen triunfo de Ghana frente a República Checa que, por más que se empeñen los comentaristas de La Sexta, no es una sorpresa.
Portugal deberá mejorar si quiere pasar de octavos de final, fase para la que ya está clasificada. Lo mismo cabe decir de México, que lo tiene casi hecho pese a su empate contra Angola. Para reflexionar, los aztecas lo han pasado mal frente a los africanos y frente a Irán, que está eliminada pese a que no ha desplegado un mal fútbol. Son más fuertes que en Francia 98, aunque aún les quedan aspectos por pulir.
Los brasileños han pisado un poco más el acelerador pero siguen con el freno echado. No parecen dispuestos a emplear sus verdaderas armas hasta la segunda fase, que han alcanzado casi sin jugar. Voluntariosos los australianos, que han sorprendido a más de uno, pero poco eficaces arriba. Como los croatas, que se unen al club de cero goles en 180 minutos, aunque una victoria frente a Austrlia les coloca en octavos, siempre que Japón no gane a Brasil. Sin embargo, es preocupante la falta de gol de los croatas, muy diferentes de los que lograron el tercer puesto en Francia, hace ocho años. Suker, Boksic, Jarni, Vlaovic. De Japón cabe destacar individualidades como Nakata y Nakamura, lo que no dice mucho de uns selección que debe ser equipo por encima de todo.
Por último, preocupante lo de Francia. Su forma de sestear frente a Corea del Sur le salió cara. Y también mantener contra viento y marea a un guardameta como Barthez. Ha habido mucha polémica en torno a la edad del equipo francés, que podría ser rival de España en octavos de final. Pese al empate, Corea tampoco maravilló. Meritoria fue la remontada frente a Togo, que regaló el primer gol. Pero ante Francia ha sido un equipo menor, pese a la pésima imagen de los de Domenech. Pero es lo que tiene el fútbol: con todo, Corea podría ser primera de grupo. Campanazo.