David Beckham dejará el Real Madrid al finalizar la presente temporada y Ronaldo podría hacerlo incluso antes de que termine el mes. Ahora que se da esta circunstancia y que el adiós de estos dos futbolistas es inminente, leemos y escuchamos no pocas veces que su marcha es algo así como un sacrilegio. Se habla de falta de respeto a los profesionales, de salidas por puertas falsas, de ausencias de ética...
Sorprende porque no ha pasado tanto tiempo desde que todos los dardos contra el Real Madrid se centraban en el entrenador de turno, precisamente por todo lo contrario, es decir, por seguir contando con estos futbolistas, entre otros, pese a su escaso rendimiento. Sin ningún rubor, los medios de comunicación acusaron a diferentes técnicos (de la casa y de fuera) de "no atreverse" a dejar a Beckham y Ronaldo en el banquillo e incluso algunos, los menos, señalaban directamente al entonces presidente del club, Florentino Pérez, como el instigador de las presiones para que los llamados "galácticos" fueran alineados por sistema, contra viento y marea.
Por entonces, los males del equipo se resumían en que, pasara lo que pasara, jugaban siempre los mismos. El conocido "sota, caballo y rey". Y además de prestar un rendimiento más que discutible, estos futbolistas tapaban la proyección de jóvenes de la cantera que tenían que buscarse la vida lejos del Santiago Bernabéu.
Ahora nos encontramos con que la fórmula inversa también es discutida, aunque ya es demasiado tarde para echarse atrás. El Real Madrid se encuentra en un punto de no retorno y jugadores como Beckham y Ronaldo, en las actuales circunstancias de ambos, no son interesantes para el equipo. De este último se podrían decir muchas cosas pero, básicamente, le ha sucedido lo que viene siendo una constante no sólo en su trayectoria deportiva sino también en su vida. Es decir, se ha cansado de lo que tiene. Está cansado del Madrid y de Madrid, como antes de cansó de Barcelona y del Barça, del Inter y de Milán, a la cual podría volver para volverse a cansar de ella en poco tiempo. Lo mismo se podría decir de su vida en pareja, pero sería introducirse en el plano personal, que no se corresponde con el blog. Con este escenario, lo único que Ronaldo puede hacer en el Real Madrid es malmeter.
El caso de Beckham es diferente. Sin embargo, pese a que no puede negarse su buena actitud y esfuerzo por aportar cosas, el inglés no ha pasado la prueba del algodón de salir de casa e intentar triunfar. Tampoco tuvo la culpa de ser el primer fichaje de la era Florentino que el Madrid no necesitaba. Ahora ya tiene firmado un contrato con un equipo estadounidense, es decir, tiene dispuesto su testamento profesional.
El Real Madrid es un equipo que ha tenido que dar la baja a futbolistas como Alfredo di Stéfano, Francisco Gento, Amancio Amaro y, muy recientemente, Zinedine Zidane. Es decir, que traumas con Beckham y Ronaldo, los justos. Pero los cambios de época son duros y complicados de entender. Sucedió lo mismo con la llamada "quinta del Buitre", un grupo de grandes futbolistas, del que siempre quedará la duda de dónde podrían haber llegado de no haberse instalado tan rápidamente en la calesa del mínimo esfuerzo, del "me lo merezco" y otras lindezas.
No es coherente rasgarse ahora las vestiduras por medidas que no hace mucho tiempo se pedían con la voz del que clama en el desierto. Y no estaría mal dar un repaso por el refranero, allá donde dice: "cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar". Sobre todo porque muchos de estos traumas se ahorran si las "revoluciones" se hacen a tiempo. Y los hay que todavía no llegan tarde a empezar a mover la plantilla. Pero no deben dormirse ni una siestecita o lo lamentarán.
lunes, enero 22, 2007
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5 comentarios:
Pues como casi siempre de acuerdo, y además casi me descojono con el "me lo merezco" :)
Muestra es dónde y cómo salen los que se van y eran "de primer nivel". Uno se va a prejubilarse a EEUU, el otro, a seguir prejubilado y dando problemas pero no quieren pagar por él.
De todos modos,aún me parece que se va Ronaldo con poca crítica, es más, con un sector de la opinión merengue a su favor (o igual son infiltrados).
Ronnie ha sido de los fichajes más lamentables que ha realizado el Madrid por pasta invertida, rendimiento, e implicaciones "estratégicas":
- Costó un dinerín
- Terminó de joder el vestuario con sus caprichos, retrasos, plantes, indisciplinas...
- Ha arrastrado la imagen del club con sus cumpleaños, bodas-pegote, etc.
- ¿Cuántos goles ha marcado?
- ¿Cuántos títulso ha ganado?
- Su presencia causó la miopía del gran error estratégico en lo deportivo del Madrid en los últimos años, el caso Etoo
Ha gozado de un crédito más allá de lo razonable inexplicablemente.
Y pensar que no se le quiso soltar en verano por 18MM € cuando lo querían en Italia. Ahora ya no engaña a nadie. Vaya ojo... Imagino que fue por cobardía a que triunfara fuera pero ¿de verdad se lo creía alguien? ¿tan poca fe tenían Pedja y Capello en su proyecto deportivo? Machoooo
Para Pepis, entiendo la división de opiniones entre los aficionados mejor que los bandazos ofrecidos por los medios de comunicación, teóricamente especializados, en torno a la visión de estos dos futbolistas.
Me parece acertado el análisis de los efectos de Ronaldo; sólo no estoy de acuerdo en el balance de goles: recuerda que ha pasado del centenar de tantos con la camiseta del Madrid, a pesar de los pesares, lo que indica bien a las claras lo que hubiera podido hacer de haber tenido un mínimo de compromiso.
En cuanto a lo de haberle soltado en verano, quiero pensar que tanto Mijatovic como Capello se han querido dar un margen de tiempo para comprobar si podían "rehabilitar" a Ronaldo. Y voy más lejos: creo que Capello hubiera sido capaz de hacerlo si hubiera llegado antes al Madrid. Pero Ronaldo llevaba ya demasiado tiempo "fuera" del equipo. Pidiendo disculpas por anticipado por autocitarme, sería bueno repasar el post "El convento de Ronaldo", publicado en diciembre de 2005. Gracias por tu comentario y tu fidelidad
Para jr, gracias por tu comentario. Creo que es difícil que el fútbol triunfe en EEUU. En cualquier caso, el hecho de que Beckham haya acabado allí es significativo.
Me atrevería a exponer un mal del fútbol profesional al hilo de lo ocurrido con estas dos figuras (figurines en su última etapa).
Los equipos profesionales (por favor, no utilizar el término "club" como sinónimo), cuando compran los servicios de un jugador adquieren también un porcentaje —las más de las veces elevado— de sus derechos de imagen.
Si el jugador no juega, es decir, no es promocionado, los ingresos del club bajan. Apostaría a que estas grandes empresas futbolísticas tienen implementado en el ordenador de la sede una especie de barómetro sobre la cotización de la imagen de sus figurillas en tiempo real.
Así pues, contratar un jugador y castigarlo sin jugar porque no rinde atenta contra los activos del club.
Una especie de pequeña rueda dentada que transmite el movimiento a toda la maquinaria. Si esa ruedecilla se encasquilla, el sistema se resiente.
Así pues, tenemos equipos grandes en los que los presidentes imponen, no alineaciones, pero sí la presencia de jugadores en el campo (que viene a ser prácticamente lo mismo, aunque no es exactamente lo mismo).
Los criterios económicos están por encima de los criterios técnicos. El dilema es establecer hasta cuando para no involucionar.
Ya deberíamos dejar de extrañarnos de que las figurillas estén siempre en las alineaciones.
Ronaldo y Beckham son el buey y la mula del belén (ambos animales son híbridos e incapaces de reproducirse; en mi símil estos jugadores no producen). Pero aunque improductivos, a nadie se le ocurre dar la alineación de un belén sin el buey y la mula.
No sé si me he explicado. Pero a buen entendedor… Y me consta que los lectores de este blog son todos buenos entendidos.
Para la aguja, como siempre te haces entender de maravilla y, además, estoy de acuerdo contigo. Precisamente por eso, no debe causar ningún estupor el adiós de estos futbolistas. No podemos negar que los deportes de masas se transforman, en parte, en negocio. Pero eso no quiere decir que haya que borrar de un plumazo todo el aspecto deportivo porque, al fin y al cabo, llega un momento en que el árbitro pita el inicio del partido y ahí los ingresos por publicidad pasan a un segundo plano. Gracias por unirte al debate.
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